lunes, 29 de noviembre de 2010

clásico

El clásico viene con nieve en Madrid, blanca. Y lluvia en Barcelona. El clásico de la simpatía o la antipatía. Del pendenciero Mourinho, que parece empeñado en enfadarse con todo ser humano y de un Guardiola diferente. Dos modelos de construir un club de fútbol que comparten el mismo objetivo de ser más que el otro o más que nadie. Ideas diferentes para llegar a la cumbre. Dos modelos que comparten los oídos sordos y ojos ciegos de un sistema que permite los endeudamientos de clubes, no empresas, generadores de riquezas para unos pocos a la par que frustraciones y sinsabores. El pan y circo de siempre. La crisis se olvida, la nieve deja de ser noticia, partido atípico en lunes, primer día de la cuesta arriba semanal, hoy más soportable. Nadie soportará perder, los aficionados, los que menos. Está todo dicho o escrito. Todo menos que la nieve es blanca, no azulgrana. Y nunca lo será. Hay cosas que no tienen color, como la impotencia. El Madrid la demostró, como en los últimos años. El Barcelona, también, como en los últimos tiempos, hizo lo que sabe, jugar al fútbol, y muy bien. El césped se tiñe de azulgrana, de momento. Algunos egos salen del clásico estrellados y blancos como la nieve, pálidos.

poetas

Paso de puntillas por la poesía de Vicente Aleixandre. Dicen que la poesía no hay que leerla sino sentirla, pero yo leo sin leer, sin sentir y no entiendo lo que dice. No lo veo. “La destrucción o el amor”, obra de 1933. Salto a Miguel Hernández, que dedica su “Viento del Pueblo” a Aleixandre. Año 1937, en plena guerra civil, el poeta habla de la guerra y del pueblo, de la vanguardia y de la retaguardia. Y también de los niños, entre ellos el yuntero. La pasión de la muerte y la lucha traspasada a las letras. Obra comprometida, sin tapujos. De ahí salto a Rafael Alberti, “Marinero en tierra”, año 1925. Me dan ganas de convocar a los niños y leerles, como hace años. Ya no querrían. Poesía dulce, clara, infantil. Ideal para expresarla y entonarla, para cantar leyendo, delante de aprendices de la palabra, terreno para abonar y para sembrar el ritmo y la rima.

domingo, 28 de noviembre de 2010

pendiente

Dicen los que saben y los que nos estudian que nos dejamos el tintero medio lleno. Que al final de todo nos arrepentimos de no haber luchado por ese amor imposible, ese reto fantástico o ese anhelo soñado. Existe algo especial en los programas de divulgación animal que hace que los humanos nos quedemos enganchados viendo el comportamiento de los animales. Párese a pensar por un momento lo atractivo que nos resulta lo fácil, lo sencillo, las pequeñas monadas o los grandes logros de animales entrenados para conseguir realizar alguna tarea o gesto. Debe de ser que por unos momentos retrocedemos millones de años y recordamos lo primario y el aprendizaje de aquella nuestra infancia como seres evolutivos. Miramos y remiramos a ese animal que nunca pasará de hacer algo que para nosotros es pan comido. Lo fácil para ellos y a veces también para nosotros, porque muchos de los nuestros no pasamos de ahí, y así es que muchas veces dejamos lo difícil para la siguiente reencarnación, lo cual no es atrevido ni osado, sino simplemente perezoso y cobarde.

sábado, 27 de noviembre de 2010

sobre el fallo

Una mirada furtiva a un ordenador ajeno, el de uno de mis hijos, me deja una foto de dos adolescentes con pelo extravagante y aspecto no normal, y cuando digo normal, me refiero a lo que la mayoría hace con su aspecto exterior. El pie de foto me sorprende: “Padres, habéis fallado”. La frase así dicha parece un reto o un desafío, también pudiera tratarse de un comentario jocoso, una tomadura de pelo al padre o madre ya anclado en el buzón de sus recuerdos y ajeno a las “modas” imperantes. No me quedo con ningún significado. Las palabras escritas se califican muchas veces a sí mismas dependiendo del tono de voz de quién las pronuncia. Pero no me anclo en el pasado y me voy al futuro, y es casi seguro que esos adolescentes algún día serán padres, y es casi seguro que sus vástagos los verán algún día como seres trasnochados y caducos, es decir, susceptibles de ser objeto de una dedicatoria o pie de foto similar. No se trata de ojo por ojo, o diente por diente, se trata de la vida misma, que da y quita en función de la edad. Alguna ventaja teníamos que tener los padres ya talluditos, ¿no?, y en eso de ver el futuro no nos gana nadie.

anna karenina

Un artículo de Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes de Nueva York, publicado el 15 de agosto de 2010 en El País, me impulsó a leer Anna Karenina. Dentro de ese artículo aparecen dos frases de las que no se puede escapar. Nabokov la calificó como “la mejor novela de amor de todos los tiempos”, y dicen que cuando Dostoievski terminó su lectura, “se echó a la calle proclamando a gritos que Tolstói era Dios”.
Tras 1116 páginas de lectura, todo cabe en ellas, la pasión, el amor, los celos, el drama y la búsqueda del sentido de la vida, donde la religiosidad acude como salvavidas para alguno de los personajes. Se editan precisamente ahora los diarios escritos por Sofía, la esposa de Tolstói, donde se narra la difícil y tortuosa relación que mantuvieron. Cabe pensar que la búsqueda del amor ideal que pretende reflejar Tolstói en su novela es otra forma de escapar de su realidad, diferente y alejada del virtuosismo, huyendo de algo que no es capaz de asumir. Hablamos de una obra publicada en 1877, cuando el mundo era otro mundo, tan alejado de nosotros y tan cercano a la vez. La soledad nos sigue acompañando en nuestros días, la que persigue a todos y cada uno de los personajes de la novela, de la que buscan sin denuedo escapar, como ahora, como en este minuto, como ayer o como mañana, solos ante la vida, buscando sin parar hasta encontrar. Una foto del entierro del autor muestra a un gran número de personas arrodilladas sobre el terreno nevado. En algunos árboles, aparece gente subida, en difícil equilibrio para no perderse detalle. Unos rezan mirando al suelo y otros quieren ver. Así somos, imprevisibles, variables y diferentes, como los personajes de la novela. No se la pierda.

Anna Karenina. Leon Tolstoi. 1877

domingo, 21 de noviembre de 2010

previsible

Lo previsible en el mundo tecnológico es que los componentes electrónicos no fallen. Pero cuando lo hacen sólo vale estar preparado. Somos los humanos los que muchas veces cometemos errores que hacen que los ordenadores no hagan lo que deben y los aviones no vuelen. El factor humano sigue mandando a pesar de todo. En un mundo tan dependiente de la centésima de segundo como el de la fórmula 1 no sorprendía que todo el mundo apostara por el mismo orden de la parrilla de salida como podio final y broche del campeonato. Se olvidaban del factor humano, de lo que convierte al fútbol en una pasión y a las carreras de coches en un insufrible tostón, se olvidaban de lo imprevisible, del azar, de la influencia no divina, sino humana, y a veces, hasta ambiental. Me alegro por Botín, así tendrá oportunidad de seguir gastando dinero en sus juguetes de cuatro ruedas, pintados de rojo sangre. Porque estar preparados para el fracaso consiste para él en aflojar la cartera e invertir para que el coche corra más, con permiso de los ingenieros de las otras marcas que no deben de ser mancos.
De vuelta a España, parecía previsible que en algún momento se pensara en una ley para la muerte digna. Esa dignidad es la que deberíamos alcanzar para todos, a nivel planetario. Y precisamente porque sabemos que existe la miseria, no es necesario que nos presenten la foto de portada del El País del día 18 de Noviembre, donde una mujer yace en la calle, en Haití, desnuda, a la vista de todos, enferma de cólera, mujer que mira a la cámara y no es capaz de reaccionar. Nadie puede responder si era previsible la cólera de Haiti, pero lo que sí necesitamos es que nos digan si alguien ayudó a esa mujer de la foto, si alguien la sacó de la calle, la llevó a un hospital y la intentó curar. Necesito saber si alguien estuvo atento en cuidar de ese ser humano, algo que entraría dentro de las previsiones normales.

datos de campaña

Las campañas electorales sacan lo mejor y lo peor. Lo mejor en forma de promesas y lo peor en forma de declaraciones que marcan territorios, que buscan votos de extremos, desesperados o desencantados, votos en suma. Cataluña afronta la última semana de campaña y Puigcercós de ERC ataca con que Madrid es una fiesta fiscal y en Andalucía no paga ni Dios. Todo ello sin datos que corroboren la sentencia. Sin datos que leer, sólo carnaza en forma de insulto a la inteligencia del votante. A la par, Durán y Lleida, de CIU dice que en algunas poblaciones catalanas, el 50% de los nacimientos son de madre extranjera. Eso es un dato. Y ahora viene su particular interpretación de ese hecho objetivo: “Bienvenidas sean todas ellas [las criaturas], pero hemos de ser conscientes de que aquí tenemos un problema”. Luego me entero de que el dato es falso. Entre los que no aportan nada y los que aportan falsedades, el ciudadano se pierde. El ego de cada individuo puede quedarse dentro de cada uno, o trascender hasta un nacionalismo de barrio, de aldea, de pueblo, de comunidad o de nación. ¿En que nos quedamos si nos desnudamos?, no de ropa, sino de alma. ¿En qué quedamos si dejamos de lado las ideas preconcebidas, si olvidamos nuestro origen, si olvidamos todo aquello que nos ata a este trozo de tierra que ni siquiera nos pertenece? Que cada uno se responda, a la luz de su ego, con los datos que quiera, pero que sean verdaderos, por favor.

domingo, 14 de noviembre de 2010

objetivo myanmar

Me recuerda Almudena, una buena amiga, que hace un tiempo escribí sobre Birmania y sobre la reclusión de la premio Nobel Aung San Suu, que esta semana recobró la libertad, y continúa: “pienso que por fin mereció la pena no perder la esperanza en ciertos lugares del planeta donde el paso del tiempo parece que es eterno, pero a veces no es tan inútil”.
A veces sobran las palabras, pero ahora hacen falta, y esa frase encarna lo que es necesario recordarle a los jóvenes, para que sepan de qué va esto, por qué merece la pena vivir, y cómo compartir la alegría aunque el bien sea ajeno y lejano.

teatro

Dicen que la actividad más antigua del mundo es la prostitución. No estoy de acuerdo. Le supera la de actor o actriz. Los humanos nos pasamos la vida actuando. Algunos son parte del atrezzo, como los saharauis. No sabemos si los que desalojaron el campamento con violencia inusitada estaban actuando. Probablemente, sí. Sí sabemos que los actores internacionales interpretan bien su papel, mínimas condenas por parte de los gobernantes, el gobierno español casi no llega a condena, no vaya a ser que se enfade el amigo monarca de Marruecos, los negocios son los negocios. Existen actores profesionales, españoles, que hasta se ponen un pañuelo, de esos que cubren la cara para no sentir el polvo del desierto. Y protestan. Pasan de las pasarelas y las corbatas y los grandes fastos a vestirse como si fueran hermanos de los saharauis. No hay nada como ser actor para que no se note si estás actuando o eres verdadero. Yo también me incluyo, en el grupo de los actores no profesionales. Ya casi ni me acordaba de que existía el Sahara. No se puede estar en todo.
Sigo con el teatro, no me creo que el PP se crea eso que dice de expulsar a los inmigrantes que estén en paro. ¿Con familias, niños estudiando, etc,…? Están actuando, seguro.
¿Actúan también los vándalos que rompen todo lo que encuentran a su paso en Londres, en protesta por el recorte de servicios sociales?
Y qué me dicen del fasto y boato de la iglesia. Una misa presidida por el Pápa parece una gran representación. Me cuesta creer que no tenga una parte teatral. Las encuestas reflejan un gran desencanto con la iglesia en general y un abandono progresivo de los centros de culto. La Verdad con mayúscula no termina de imponerse, más bien, retrocede, será que es difícil, por no decir imposible, encontrarla, a no ser que se sea muy buen actor.

viernes, 12 de noviembre de 2010

contrastes

El líder del grupo vivió encima de un burdel durante siete años, y sólo. Quizás ello explique el tono de algunas de las canciones de la banda. Son los Tiger Lillies, músicos ingleses, tres, letras oscuras para sonidos diferentes. Escuche este tema http://www.youtube.com/watch?v=aLjNkyo2E08 y opine. “Estoy llorando pero nadie secará estas lágrimas….”. Acordeón que sabe a gloria, música diferente, alejada de las ondas acostumbradas. Música en directo, su único concierto en España. A la salida firman discos, a precios altos. Actuaron en Alcobendas el 5 de Noviembre. Al día siguiente veo La del Soto del Parral, teatro de la Zarzuela. Romanticismo en estado puro, candidez. Zarzuela de otra época para enganchar a los de ésta. Los jóvenes no acaban de enamorarse de un espectáculo rotundo, lleno de color, luz y música. Grandes cantantes, grandes coros, el factor humano llenando la escena. El amor, los equívocos, los celos, la vida en el campo, todo ello reflejado en un libreto de los de antes, reflejo de la vida de nuestros antepasados, estrenada en 1927 en Madrid, cuando el campo estaba ahí al lado, tan cerca y tan lejos. ¡Indina!, dice uno de los protagonistas refiriéndose a su prometida; dicho de una persona joven: traviesa o descarada, dice el diccionario. Tanto como la música de los Tiger Lillies.

martes, 9 de noviembre de 2010

tras la vida

Martes, 9 de Noviembre de 2010, es fiesta en Madrid, día de la Almudena. Viajo hasta el cementerio de Albacete para visitar el nicho de mi padre. Y de paso, los de múltiples familiares, algunos de ellos fallecidos sin que yo les conociera, algunos con lápidas que sólo dejan ver las letras que dicen no os olvidamos. Ya ni los nombres existen. Llueve, y comparten estado cristales y corazones, ambos rotos. Unos, los cristales, por el viento, que inmisericorde azota la península, reventando improvisados floreros. Otros, los corazones, rotos por la enfermedad, la pena, la angustia o la congoja. El cementerio está lleno de cosas: lápidas, tumbas, flores, agua, tierra, fotos color sepia, rostros serios, otros angelicales, otros, muertos por la patria, otros, fusilados en la tapia, que todavía muestra los impactos; cruces, columnas y galerías llenas de fallecidos. No hay nada en el cementerio, salvo lo anterior, nada. Algunos quizás encuentren consuelo, los que creen. Yo encuentro el vacío, sinónimo de la nada. Ya de noche, la carretera se cubre de luces. Algunos se empeñan en querer llegar antes de tiempo a los campos santos. Se empeñan en generar consuelos o vacíos anticipados.

domingo, 7 de noviembre de 2010

iguales

La palabra igualdad siempre gusta. A unos más que a otros. Se emplea tanto que a veces se desgasta. No siempre igualdad es sinónimo de algo positivo. Elija usted, ahí van unos ejemplos. El gobierno está ultimando la legislación que permitirá que ante la falta de acuerdo de los padres para poner apellidos a los niños, prevalezca el orden alfabético, en vez del paterno. Ya desde 1999, los niños podían llevar en primer lugar el apellido de la madre, siempre que hubiera mutuo acuerdo. Ahora, los apellidos de recio abolengo cuyos apellidos empiecen por las últimas letras del alfabeto corren el riesgo de desaparecer. Las grandes sagas se interrumpirán por un quítame allá esas pajas y nuevas discusiones aparecen en el horizonte porque tu apellido es feo o tu familia es un desastre. Los tiempos cambian y la familia tradicional se desmorona, palabra del PP. La igualdad quiere abarcar otros campos, y viene por los aires, y nos encontramos con la realidad aeroportuaria, donde dicen que España tiene 48 aeropuertos, muchos deficitarios, síntoma de incompetencia a la hora del reparto del dinero público. El todo para todas las provincias, o autonomías, o localidades no es razonable. Acabamos con el concepto. Un estudio británico clasifica las drogas por su impacto en el entorno, no sólo en el consumidor, y ahí, el alcohol no sólo iguala sino supera a las que tanto miedo nos dan, a todas ellas. El estudio no debiera dejar indiferente a nadie, pero ahí se topa con una sociedad donde el alcohol todavía permanece como una de las fuentes primarias de socialización. Sin saberlo, sin conocerlo, traspasando las fronteras de lo permisible, la deseada igualdad equilibra a jóvenes de uno u otro sexo en eso de poner una chispa en su vida, y no precisamente bebiendo aquello que se dio en llamar la chispa de la vida.

sábado, 6 de noviembre de 2010

faros

Tras las últimas elecciones en Estados Unidos planea la palabra fracaso, aplicada al todavía presidente Obama. Su popularidad decrece, su partido pierde la mayoría en el congreso y ahora se enfrenta a una complicada cohabitación. Dicen algunos analistas que el país necesita gobernantes, no guías morales. Yo creo que todos necesitamos ambas cosas. Gobierno a corto plazo y guías a largo plazo que iluminen cual faros en la negra noche de la mar para que los navegantes no acaben con sus huesos en la arena. Si algo hizo Obama fue generar ilusión. Cierto que no ha conseguido mantener la capacidad de movilización de sus electores, pero cierto es que la palabra fracaso huele a carroñero, como la mayoría de las veces. Dice Sarah Pallin, una de las republicanas que pueden aspirar a la próxima candidatura a la presidencia, que lo único que hay que tener para gobernar es sentido común. Cierto, pero el sentido común tiene ideología también, y a veces tiene amigos poderosos, e intereses económicos y egoísmo. Decía Chernomyrdin, ex jefe de gobierno ruso, fallecido esta semana, lo siguiente: “queríamos hacerlo mejor, pero resultó como siempre”. Eso es lo que le queda a Obama por delante, que no resulte como siempre. Ahora sólo falta definir qué es lo mejor, para todos.