lunes, 30 de mayo de 2022

esculturas

Se vinieron los mozárabes y repoblaron tierras, llevando vida allá donde nadie habitaba; dicen que de ahí puede venir nombre y pueblo, Mecerreyes, donde el cura es pilongo, es decir, que fue bautizado allí donde ahora ejerce. Y nos enseña esa pila, vacía, y nos describe retablos y esculturas. Atravesamos los siglos, recorremos la iglesia y vemos a esa virgen poco agraciada, de frente desproporcionada, o a ese San Sebastián, de atildado bigote. Visita improvisada que nos deja un muy buen sabor de boca. Y es que allá fuimos buscando inicialmente unas esculturas, de calle, de tamaño natural, de Ángel Gil Cuevas, que aquí y allá pone niños, animales o una mano huérfana. Y hasta un toro bravo que un día pensé me embestiría si lo seguía tentando al atardecer de un día de Enero.

viernes, 27 de mayo de 2022

monasterios

Un fraile de ojos que clarean y de piernas que no le siguen nos recibe para decir que el horario por esos lares no existe, eso es cosa del mundo de prisas que habitamos así que las puertas no se abren a la hora, así que nos vamos y ahí quedan los restos de Babieca, leyenda o realidad, en el jardín. Es San Pedro de Cardeña. Las carreteras se estrechan, se ensanchan, se sube, se baja, pequeñas colinas, curvas a derecha e izquierda, un placer el conducir, todo para alcanzar las piedras incompletas de otro monasterio, un conjunto que perdió partes, pero que mantiene la estructura, y leyendo los paneles, y sobre todo imaginando, podemos oír los pasos de aquellos que lo habitaron; se presenta al borde del río, como la ermita de San Pelayo, que cuelga sobre las aguas. Este San Pedro es de Arlanza. Llegamos por asfalto, seguimos por sendas, refrescamos las manos en un río que no es imaginario ni leyenda. Y así, montando y desmontando, viajamos por caminos del Cid, de hazañas y destierro.

miércoles, 25 de mayo de 2022

ducal

En Lerma hay palacio ducal, ahora parador, con duque que luego fue cardenal, con reyes, con pasadizos que se llenan de luz y de sombra, y todo por una ventana que se abre y se cierra, con toros despeñados, puro divertimento de la nobleza, ese día el pueblo come, la iglesia bendice, los tercios acampan. Nos lo cuenta un guía teatrero e ilusionado. Monjas que estuvieron, ya no caben intramuros, cambiaron de destino y ahora sólo vienen a vender dulces, su iglesia cerrada, el Cristo yacente ya no se puede visitar. Colegiata y mirador con versos de Zorrilla, con su escultura ahí cerca, con la casa donde habitó a la venta, él escribe, impresa la letra en piedra imborrable, los demás miramos, escuchamos y seguimos caminando.

ríos

Arlanza y Arlanzón, ríos, uno que acude al otro para llamarse afluente, de ahí el primero se fundirá con el Pisuerga, y al final serán aguas revueltas, sin etiquetas, que llegan al Duero, y todo camino de Oporto. Pero antes fluyen por tierras de Burgos, para dividir o unir, para llamar a puentes y acercar orillas, para nutrir al monasterio del valle o para alimentar a los buitres, acebuches, gaviotas e infinitas aves, o para que las sabinas vivas sigan creciendo en su verdor y para que las colonizadas por los líquenes, que dan un tono fantasmagórico al paisaje, puedan sentir el eco de aquel antaño frescor.

domingo, 15 de mayo de 2022

fuegos

Querer y no poder. Anuncian desde el Ayuntamiento de Alcobendas que se contratan fuegos artificiales con menor impacto acústico. El resultado fue el mismo, largo, molesto y desagradable. Si queréis contribuir saludablemente al bienestar de la sociedad, planeta, mundo, pensad en eliminarlos. 

sábado, 14 de mayo de 2022

mundos

Que existen otros mundos fuera del nuestro propio es sabido y conocido. Las noches que rara vez habitamos se llenan de gente, se llenan de luces de verbena sin verbena, de mesas y tenedores, de comensales y blancos manteles, de atenciones bajo sombras mayores que las que los árboles puedan proyectar.


Es sólo una siesta sobre un fondo naranja con almohada que se acomoda, donde descansa el cuello que se extiende, que si lo sigues llegarás a unos párpados que a veces tiemblan, con manos que descansan, con pecho que respira, casi imperceptible, con pies que no saben que el resto del cuerpo se durmió.

mirada

Si hay algo en esta novela son miradas, las que se encuentran, mudas o en susurros, las que componen un relato inclasificable, lleno de emoción y poesía, y tristeza, con personajes que se enfrentan a la vida casi sin capacidad de elección, a veces inertes, a veces amando, las más de las veces sufriendo.


Nenhum olhar. Jose Luis Peixoto. 2000

domingo, 8 de mayo de 2022

vocal

Sin poder escribir de derecha a izquierda, sin poder hacer lo que hacen otros, anoto el número del día fuera de lugar, escorado al borde de una hoja que ya no presenta margen para escribir ni siquiera una vocal, la más pequeña sería la i, pero ni esa, en modo palote, en modo mayúscula, podría habitar ahí. 


Y dicho esto, dónde está la tarde, dónde queda, ya veo que azulea sin nubes de Springfield que la hagan irregular. Y abajo los campos de colza y los verdes no reflejan los azules, todo es color, es todo canto de pajaritos, pero es una tarde que se me antoja inerte, somnolienta, preludio, antecedente de las que vendrán, llenas de moscas y letargos, de horas de luz, de noches cortas, de sillas en la calle, de conversaciones y suspiros.

sábado, 7 de mayo de 2022

baile

 Creo que odio la Europa que salía de la guitarra de Santana porque no tenía con quién bailar. 

En estos tiempos, paseando por el que un día fue mi barrio, el de Estrecho-Tetuán, la música sale de locales y de pisos, una música bailable y alegre. Será que celebran el sábado o algo mayor, la vida.


Me gustan los programas de TVE que traen cachitos de la música de ayer, la que sentíamos cuando todo estaba por venir.

mañana

Tercera entrega de la tetralogía de Buru. A diferencia de las anteriores esta novela abarca varios años.  Se crea una organización, también un periódico, todo para poner voz a los nativos. Ante eso viene la reacción del poder, para entorpecer, amedrentar y prohibir. También aparece la violencia que golpea a las conciencias.  Nuevos personajes, nuevas vidas, mientras algunos de los principales, aquellos que acompañaron a Minke en anteriores episodios, se van diluyendo en la historia.


Hacia el mañana. Pramoedya Ananta Toer. 1985

Chaves

Volumen que alberga crónicas publicadas en el periódico Ahora a partir de Mayo de 1931. Una primera parte encuadrada bajo el título de Historias de la República se inicia con el seguimiento de la visita de Lerroux a la Sociedad de Naciones, justo tras la proclamación de la República. 

Las hay también sobre los braceros del campo, en Noviembre de 1931, y en esas mismas fechas habla el Gobierno y Chaves recoge sus palabras, las que hablaban de justicia social. Precisa la entrevista con Azaña. Por ahí pasan varios gobernantes que hablan de confianza, que definen objetivos claros.

Es fabuloso el seguimiento en la primavera de 1932 del viaje del presidente, Alcalá Zamora, por tierras de España. Un pueblo lleno de ilusión parece recibirle, que no les defraude.

En Enero de 1933 habla sobre los enemigos de la República, ahí el cronista engloba a los anarquistas y al comunismo libertario, y ya en octubre de 1934 visita la devastada Asturias tras la revolución fallida.

También hay una descripción de la semana santa de Sevilla en el 35 y de la peregrinación al Rocío en Junio del 36, así como un certero análisis de lo que pasa en Cataluña al regreso de Companys, cuatro meses antes de que estalle la guerra.

Y fuera de nuestro entorno hay una serie de artículos escritos desde la Alemania que habita la primavera de 1933, con Hitler ya en el poder, que analizan una realidad que ya se mostraba terrible.

Y para finalizar, qué decir de las crónicas de la ocupación de Ifni,1934. 

Hay mucho más, todo para concluir que hay algo en este periodista o contador de actualidades que se antoja definitivamente magnífico.


Obra completa. Volumen 3, 1931-1936.Manuel Chaves Nogales, 2020

martes, 3 de mayo de 2022

blanco

Corres porque él se olvidó algo, corres porque llueve,  porque te gusta sentir las gotas en la cara, corres y llevas puesto el impermeable que te regaló, y al rato llegas al sanatorio que está rodeado de pinos que soltaron sus agujas a un suelo que se volvió mullido. Atraviesas pasillos blancos, ves enfermos blancos tapados por sábanas inmaculadas, las monjas no pueden vestir otro color, abres y cierras puertas, todo parece nuevo, hasta la vida, quizás volvió para algunos, preguntas por él y sonríes al verle mientras le extiendes aquello que olvidó.