domingo, 31 de diciembre de 2023

cielo

Hay cielos que tapan los primeros cielos, cielos de otro color, diferente al azul o al gris o al blanco. Cielo con nombre sencillo, de doble sílaba idéntica, que protege al bebé que no abre los ojos, recogido contra su pecho; que ya habrá tiempo de ver los otros, de párpados que sin querer se despegan para cegarse por un primer o un quinto cielo en esa calle de Padre Romano, en la que viven y sueñan, ver sin ver que busca con inocente llanto el cielo en tierra.

fanatismo

Dos conferencias impartidas en Enero de 2001 mas otra de Enero de 2002. Valiente la palabra escrita que habla del conflicto entre Israel y Palestina. Aporta información y posibles aproximaciones a una solución, aporta realidad vivida, aporta su experiencia. Es imprescindible leerlo, seria imprescindible escucharle ahora que ya no está, cuando el conflicto toma aire y escala en su crudeza.

Contra el fanatismo. Amos Oz. 2002

cortos

Más relatos cortos, amenos y elaborados. Me gusta lo que cuenta Luis Miguel Fuentes en “el peso de los años”.

Noche de relatos. Premios 1998

perspectiva

Una luz de pesebre ilumina el tronco pelado a una altura que yo no podría alcanzar desde el suelo pero a la que sobrepasó con creces desde mi ventana, todo cambia según la perspectiva.  Eso ocurre en la semana donde parece que todo se resume, se balancea y se recuerda. Habrá para todos los gustos según la mirada que se apropió de los momentos. 

jueves, 28 de diciembre de 2023

valle

Con granjeros rodeados de naturaleza descrita con detalle teje el autor un libro precioso. Relatos que pintan flores, árboles, animales y arroyos, con parejas que viven o con niños que crecieron rápidamente. Parecen historias para mayores, tales como el sorprendente The harness o el inquietante The vigilante. Otras parecen escritas para los jóvenes que se inician en la lectura, como los cuatro relatos que cierran el volumen y donde el niño protagonista Jody descubre la vida. Recomendable y mucho.

The long valley. John Steinbeck. 1938

garabato

El garabatear letras y dibujos crea huecos y espacios que quedarán limpios. No me gusta aprisionar a unas u a otros, no me gusta tapar las cabezas con letras u ocultar lo que dicen las palabras con velos. Así que las dejo, a las letras, reposar su sentido, y a las personas que veo de espaldas mirar al frente.

Igual que a veces me acuerdo de algo de lo que no quiero acordarme otras me veo pegando patadas a un globo rosa para que no toque el suelo.

lunes, 25 de diciembre de 2023

agua

Mujer entregada y luchadora, no correspondida. La soledad que destruye lo que pudo ser y no fue. Novela de emigración y de nuevo mundo.

La mujer de agua. Carmen Rigalt. 2000

mañana

El agua que cristaliza, todo lo hace, un hielo en lunas y en hojas caídas, las calles vacías, un silencio con oscuridad, si los coches callaran sólo se oirían mis pisadas o esa conversación con el que lleva las porras, o la que llevo conmigo mismo sin hablar. Pisadas que alguien puede oír en sueños o entre embates de amor en mañana de Navidad, como pueden oír a los que vuelven, agarrados por la cintura o por el hombro, susurrando o recordando o adivinando futuros, se eleva el tono en las conversaciones de aquellos a los que confundió el alcohol, que la calle se les mueve aunque no tiemble la tierra, Dios nos libre, yo sé que voy y vuelvo como el cielo rojo que no es fuego, que es sol amaneciendo como si hubiera dormido y es que ahora recuerdo que el sol llega siempre por el este.

sábado, 23 de diciembre de 2023

navidad

Pasó el miedo que era más que miedo tras perderme en las calles sin ser un niño, me encontraron las estrellas al encenderse, a mí, con los ojos cerrados. Abrirlos y verlas, a las estrellas de siempre, dicen que son de la navidad, minúscula letra, grandiosa luz, y luego dos pasos que se convirtieron en cuatro y así hasta miles de ellos que aún sin rumbo me enseñaron las calles y a los que en ellas habitan, los que me hablaron y me sonrieron, y hasta estreché manos y bailé en la sombra bajo los árboles. Luego, al pasar por la puerta del sol se encendió la luna y la gente gritaba, admirada, y yo cerraba los ojos y los volvía a abrir para creer en algo.

lunes, 18 de diciembre de 2023

color

Luna a un costado, eso viene después de que mire los libros sin saber que es lo que ve. Luna toda desde el alba hasta el amanecer, por campos y dehesas. Luego, ahora, duerme con ojos cerrados.


Luna que ve otros colores, que el verde de la pradera no es verde, que la pelota azul no es azul, que será que se acerca para verme mejor, con esa cara de pregunta. Luna que ve lo que no es.


Luna que cumple años sin saberlo, asustada por letras que arrastran las voces o por globos de color rosa que flotan antes de caer a cámara lenta, o por todo o por nada.

domingo, 17 de diciembre de 2023

forever

Los villancicos perdidos vuelven a sonar por las calles llenas de gente en estos tiempos de locura, algunos caminan despacio, otros tienen prisa, tanta que pasarán semáforos en rojo para llegar a nada. 
Noventa minutos dan para resumir vidas, eso hace Forever, historia contada en el teatro, sin palabras, muda, con música que acompaña, el escenario que da vueltas, será que la vida se marea, concisa, precisa, con máscaras que nacieron tristes a pesar de la esperanza y que siempre interrogan al espectador, que hasta desatan la sonrisa, que luego tirarán un árbol de navidad para que llegue la tristeza o la desolación.
Y luego veo soledad en los bares, el perro y su amo, o el señor acodado en la barra apurando un sábado, este sábado.
Si miro hacia las ventanas veo muchas luces, muchos no salieron y caminan pasillo abajo.

ida

Una calle, una escalera y un descansillo sirven de escenario a una pareja que protagoniza un primer capítulo precioso, “a veces algo que pasaba se llevaba la mirada de uno cuando el otro iba a buscarla”.

Tras esa narración íntima voy perdiendo el hilo en los dos siguientes capítulos y acabo perdido en un texto que se vuelve demasiado complejo y difícil de seguir.

Estación. Ida y vuelta. Rosa Chacel. 1930

domingo, 10 de diciembre de 2023

transición

Ayer la calle oscureció antes a pesar de las sonrisas de algunas personas. Hoy la calle que llevo se revuelve y retuerce y a pesar de eso mirando hacia arriba aún veo luz que se filtra por resquicios y que cabalga por encima de las sombras. Luz que nunca se apagará aunque llegue la noche porque hay una farola o ese alguien que no duerme ni baja la persiana y comparte su encendida quietud conmigo.

Viene el sueño que puede ser poco y mal o mucho y bien aunque podría ser lo opuesto y me acuesto con miedos que son atávicos, no adquiridos, y no corro riesgos y esperaré a que llegue el arrepentimiento que siempre asoma.

Será dentro del sueño donde veo cuerpos inconclusos o que perdieron la consistencia, pero no son reales.

Al despertar inicio página por donde asoman dos dedos que no son míos, parecen vendados pero están dibujados al natural, parecen querer evitar que se cierre la puerta. No es miedo al vacío, me gusta llenar páginas.

Paso el día andando y a lo lejos veo nada más que un atardecer que anochece, rojos rastros que no sé si son de ayer o del hoy que acaba bajo una lluvia loca.

El nuevo día me recuerda que había una vez una isla en el mar y un perro empapado de agua y arena, y me asoma la pregunta de ayer, ¿qué hacían las nubes suspendidas, por qué no caían?, hoy acabé envuelto en ellas. 

viernes, 8 de diciembre de 2023

pilotos

Las aventuras de Ignacio Embil y José Chimista, vascos, marineros primero y pilotos después en la primera mitad del XIX, que se llenan de viajes por mares que llevan a Cuba o a la costa norteamericana, que surcan múltiples veces el Atlántico con mercancías de todo tipo hasta dedicarse por completo a pilotar barcos negreros que llenan en la costa africana y que difícilmente llegan a destino, los barcos ingleses al acecho lo impiden, y vuelta a empezar. Todo por conseguir una fortuna. En esas aventuras está todo lo que la imaginación pueda extraer de una noche de tormenta que desarbola barcos y aterroriza a la tripulación. Pienso que Baroja escribía para que le leyeran los niños que soñaban con navegar los mares.


Los pilotos de altura. Pío Baroja. 1929

domingo, 3 de diciembre de 2023

recuerdo

Sólo han pasado unas horas y vuelvo a misa. Ayer porque falleció la madre de un amigo que habló emotivamente en un precioso discurso lleno de referencias a ella. Hoy porque mis dos sílabas quieren ir y ya levantó la mañana y luce el sol y le cuesta levantarse y se queda sentada aunque luego quiera ir a comulgar de mi brazo. Ayer sonó un órgano, vibrante, potente, no tanto como las campanas que suenan luego y que quieren despertar a todos, hoy con un coro pequeño que eleva el espíritu, el mío un poco, no sé si el de el resto de los asistentes, la mayoría ancianos que llevan ayudas de todo tipo y tosen y vuelven a toser. Me sorprende ver a un seminarista de 53 años que enseguida se ordenará, con barba blanca, su voz me resulta familiar, y de repente me acuerdo de Raul Cimas que hasta físicamente le da un aire. Parece mentira, podría ser una broma pero no lo es. Y luego cita la palabra recordar y le da su significado, algo vuelve a pasar por el corazón. Y ese recuerdo se puede ir o quedarse para siempre.