domingo, 31 de mayo de 2020

conjunto


Aun teniendo muy claro que va a ser de nosotros en un futuro lejano, a veces es bueno preguntarse por el corto plazo, y hasta por el medio plazo, (tenga cada uno en cuenta que sus plazos, los de cada uno, son imprevisibles y variables), o lo que es lo mismo, cómo vivir, donde buscar luces, donde rastrear los sueños, cómo aferrarse a algo, (y entre paréntesis diré que pensar en un futuro sin nosotros también puede estar bien, y creo es saludable). Y ahora, en este periodo de pandemia y crisis económica, cuando imperan la confusión, la histeria y un mucho de fracaso no asumido, es buen momento para pensar, siempre preámbulo para la acción. 
Esperábamos salir reforzados, demasiado ilusos e inocentes. Esperábamos abrazarnos, demasiada simpleza. Se lo pregunto a Google, hágalo usted, “que va a ser de nosotros”, me gusta la expresión. Sólo un juego. Elevamos la voz, unos a los dioses, otros a la vida, otros a los que nos mandan. Demandando todos medidas urgentes, que curen nuestro mal de un plumazo, que acaben con nuestra ansiedad. Y claro que sí, de la vida en abstracto poco puedo esperar, de Dios menos y si en alguien puedo confiar es en aquellos que gestionan para ofrecernos un espacio, idealmente, de convivencia y concordia, donde se regulen los excesos de un sistema que enseguida se desentiende del ser humano y donde en situaciones desesperadas acudan prestos a ofrecer el mínimo desahogo económico. Aparte de eso, quedamos nosotros y nuestra soledad. Porque la gran respuesta no está afuera, la llevas dentro. Todas las respuestas siempre han estado dentro. Cada vez confío más en el ser humano, pero en el individual, que trabaja bien, que quiere ser riguroso, honrado, anónimo, que se esfuerza mucho y habla poco, no vocifera y calla más que habla. Pueden estar en cualquier trabajo, actividad, en cualquier estrato social. Parecerán insociables muchas veces, poco dados a excesos, hasta egoístas. Yo me apunto a ese egoísmo. Cuando sean, seamos mayoría, seremos un poco mejores, como conjunto.

sábado, 30 de mayo de 2020

venus


Viaje a Rodas. Tengo una nota escrita al final del libro o al principio, no recuerdo. Maravilloso, dice. Y no diré más.
Reflexiones sobre una Venus marina. Lawrence Durrell. 1953

caro baroja


Son artículos escritos para la prensa nacional, en su mayoría para El País, años 1977 y 78. Y qué poco hemos cambiado, podríamos decir. Porque seguimos discutiendo sobre la unidad de España, sobre la pedagogía y la educación, y todo sin ponernos de acuerdo. Porque pasaron más de 40 años y seguimos enfangados en tantas cosas que uno no para de hacerse preguntas.
Comentarios sin fe. Julio Caro Baroja. 1979

corchetes


Ves como no ha servido de nada todo lo que hemos hecho. (Y yo escuchando, y abrí el paréntesis para luego cerrarlo). [Tenía que haber llorado, todo entre corchetes].

espíritu


Qué es lo que nos ahoga el espíritu crítico. Lo que nos impide salir de la masa aborregada, sacar la cabeza sin querer seguir línea blanca o amarilla.  No sé si será el vino que atonta y adormece, o el calor, incipiente. Más preguntas, ¿y esa gente que hasta ayer no existía?, que parece haber nacido hace unos días, que se han hecho mayores y salen a pasear, de un lado para otro. Son nuevos, recién llegados a este mundo, al nuestro. Nuevos figurantes para la gran obra de la vida. Mientras, otros cambian una manzana por una cerveza, o viceversa. Es impulso confundido. Es espíritu que descarrila.
Cine como entretenimiento y como espoleta para pensar, película distinta, enorme. El ciudadano ilustre. Entrañas devastadas.
Y la lluvia hermosa, que cayó a cántaros, a mansalva. Y respirar a pleno pulmón, y pedir ayuda, a mano alzada, nervios sin control. La clase de día que es viernes, de tarde azul que languidece, inalcanzable en su quietud.

domingo, 24 de mayo de 2020

cachorro


Relatos cortos, cuentos. De parajes verdes y de gentes que se reúnen. Hay cosas que me recuerdan a las que descubrí leyendo algunas de sus cartas. Espíritu libre el de Thomas, libre y desenfadado.

Retrato del artista cachorro. Dylan Thomas. 1953