domingo, 31 de octubre de 2021

cuentos

Libro póstumo, de cuentos recopilados, algunos inéditos, imaginativos; destaco Una señorita de Barcelona, precioso.


La ciudad de vapor. Todos los cuentos. Carlos Ruiz Zafón. 2020

caminante

Para el caminante, esta mañana, la ciudad parece casi desierta. No olvidada por la lluvia, por los restos de fiesta, por los vasos olvidados y por los miles de hojas, nuevas o viejas que alfombran el cemento. No olvidada por las flores que alguien llevará al camposanto, recuerdo y olvido. Lleva dos bolsas y descubre que su soledad no es única, ya hay alguien que pide, ya hay alguien que pasea, alguien que sonríe sólo, con esa sonrisa no compartida que acompaña a una mirada que ve lo que el resto nunca veremos, la mueca de los que si estuvieron ya no están; y hay otros que apagan la mañana delante del móvil que le pone en contacto con un mundo que no le habla. 

Y si el caminante busca alojamiento quizás haya visto el cartel que anuncia la pensión y que pone palabras a lo que debería convencer al viajero, tv, teléfono, hilo musical y caja fuerte. Y el viajero, que todavía está bajo el influjo de las traviesas de las vías, y que no quiere más estímulos, sólo da por buena la caja fuerte, él que tantas cosas perdió en vida, piensa que una caja sería un buen lugar para guardar su alma, a buen recaudo, mientras sigue viviendo.

repetición

Mismo de todo, repitiendo calles, miradas, imágenes de lo que vendrá, imaginando, caminando, de día, luego de noche, ya sin cielo. Sentadas, de pie, hablan, cuentan, ríen, se dan las manos, se entienden a veces, se enfadan, piden perdón, lloran, vuelven a reír, otra sonrisa, luego se acercan a la corriente, corren, chillan, saltan, los brazos agitados, todo el cuerpo, parecerán locas a ojos de algunos. Ya solas, envueltas en un silencio que no es tal, escuchan, se escuchan, se sueñan, se ocultan bajo la sábana, que será blanca, y ya rendidas vuelan, una de ellas se moja los pies, es una ola, una tras otra llegan, las aguas nuevas y las demás, vamos juntas, es lo que dice alguien a gritos, toda ella asustada, feliz, el reloj cambia, las manecillas vuelven a un punto que ya pasó, se repite la ola, la primera de siempre, se repite un gesto, se suceden muchas más cosas, se viven los sesenta minutos de antes.

pascual

Concisa, breve e intensa, un sumario de vida difícil. Me gusta el lenguaje, la forma. Quizás sea una de las grandes obras de nuestra literatura, una de esas que se va olvidando.

La familia de Pascual Duarte. Camilo Jose Cela. 1942

sábado, 30 de octubre de 2021

naturalista

Palabras deliciosas, teñidas de esperanza e ilusión, a veces vana, amor que viene y va. 

Los cuadernos del naturalista. Gustavo Martin Garzo. 1997

voz

Emocionante, triste, dura. La España de posguerra en cárceles de mujeres y en luchas clandestinas. Los que perdieron sufren y se revuelven. Mujeres protagonistas, esperando y compartiendo su vida. Todos esperan, todos sufren.


La voz dormida. Dulce Chacón. 2002

domingo, 24 de octubre de 2021

crepuscular

Primeras batallas, frente escandinavo, lucha en el mar, calma tensa, esperando el golpe. El libro acaba cuando Alemania ataca a Holanda y a Bélgica, y Churchill es nombrado Primer Ministro, es el 10 de Mayo de 1940.

La segunda guerra mundial. La guerra crepuscular. Sir Winston Churchill. 1948

níjar

Algo más que un libro de viajes, o mejor dicho, el viaje como pretexto, es un retrato de la España antigua y pobre, de esos pueblos almerienses, de sus gentes, abandonados a la buena de Dios.

Campos de Níjar. Juan Goytisolo. 1960

tatiana

Comienzo angustioso. Se va suavizando dentro del tono duro. Surge algo diferente, crece, como crece la emoción que convierte este relato en algo inolvidable.

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Tatiana Tibuleac. 2016

conformista

Magnífica, narración sin adornos. Me siento atraído desde el primer minuto por la historia y por cómo se cuenta.

El conformista. Alberto Moravia. 1951

lisboa en septiembre de 2021.3

Tambores en la tarde, el río entre árboles, ahí al lado; también se vende y se compra en el mercado de Santa Clara, la pasión por lo viejo, las mismas pasiones de siempre. En Belem luce el día, esplendido, la gente se desperdiga por la orilla, la bici cansa aunque lleve motor y a veces el ritmo se confunde, un palo antes de tiempo.

viernes, 22 de octubre de 2021

vuelta.3

 ¿Y si alguien con hábitos viajara en tiempos pretéritos, camino a la capital, por los caminos de entonces? Si hago de cronista de alguien desconocido, ¿llegaría a conocerle? El Alisa, desgastado por la vida. El Arlanza, rodeado de árboles. Pueblos que no se atravesaban. Vamos a llegar a la llanura de la estación de tren. Escasa, pequeña, su silueta, pero reconocible. Sobreestimé la imagen. Idealicé la vista. No es cierto. Allí donde las puertas se hacen transparentes se puede ser feliz. 

Y el viajero oye, le llega el silbido, un viento que debía de amenazar con llevárselo todo. Ellos que no sabían que algún día volaríamos, pero podían ver a los pájaros  desafiando los abismos. Y ese viento podía traer agua y frío. Un árbol caído podía interrumpir el camino y entonces hacerse preguntas, esquivarlo, seguir, es de noche. ¿Durmió alguien aquí entonces? Hoy las cabinas de los camiones parecen ser suficiente. Sin verlas parecen acogedoras. Esa noche imaginó nuestro caminante cómo sortear todos los obstáculos, arriba las estrellas, que no hablaban. Abajo, hoy, hilos de luz donde se aposentan pequeños pájaros. ¿Y si él viajase sin saber dónde? Y si así se sucedieran las jornadas que llamamos días. En el fondo todos lo hacemos, sin destino. Y la luna menguando o creciendo. Y siempre a la intemperie. Perros sueltos que ladran, lleva un palo para alejarlos. Criaturas de Dios, escucha en su interior, pero los teme. Lo busca en cada hora. Te busco, piensa, quisiera poder dirigirme a ti, sabiendo que estás ahí. Canta el pájaro.

Paula Rojo también canta y levanta el espíritu. Un banjo de fondo, poner imagen, adorar santos. 


jueves, 21 de octubre de 2021

lisboa en septiembre de 2021.2

No es por casualidad que se formen olas en el Tajo en su final, sí es por casualidad que en el metro coincidamos con alguien que estuvo trabajando en Vitoria, en las obras de la plaza de toros y en otras construcciones, ahora parece que la vida no le sonríe. No es por casualidad que los pájaros se mezan, que las gotas casi nos alcancen, no es por casualidad que volvamos a Santo Domingo, la iglesia más bonita de la ciudad.

domingo, 17 de octubre de 2021

sesimbra

En Sesimbra el océano se ha convertido hoy en balsa, un  ligero y tímido rumor de olas sin altura, nada más. Todo es casi silencio en la pequeña bahía rodeada por montañas, con castillo, acantilado y empinadas cuestas. La playa se llama California, lejana. Hay empresas de buceo y buceadores en el puerto de mar, hay trasiego de pesca y faro colorido que alcanzamos. Barcos nuevos y otros que envejecieron. Los mayores andan y las aves del mar miran.

animales

Un día de estos que mi yo quiera estar sólo saldré a pasear y veré animales pintados en colores verdes y azules anunciando su presencia, que no siempre es cierta, no veré el toro negro, si veré al gato que me mira con recelo, quizás quiera caricias, también veré al caracol que saldrá tras la lluvia y con el sol, que dejará rastro, que por un momento pensaré en pisarlo, que no lo haré porque sé lo que le sucedería y no sé lo que pasaría dentro de mí si lo hiciera. Oiré pájaros, más que verlos, veré los árboles que plantaron, crecen aunque estén todavía lejos de dar sombra. Tampoco las nubes la darán, se alejarán tras las lluvias, como los aviones que acaben de despegar. Y dentro de ellos se irán los sueños. Lo veré dos veces, un cartel que dice, frena tu ego, hablaré conmigo mismo, caminaré de vuelta.

viernes, 15 de octubre de 2021

caparica.6

Se vuelve loca la arena, llevada o mecida, arrastrada, en volandas, hoy de aquí, luego de allá, golpea tobillos y piernas, quita y pone, dunas cambiantes, relieves que parecen hechos a propósito, formas caprichosas dentro de la anarquía.

reja

Ella sentada, mirando a través de la reja que le separa del otro lado. Ahora recibe la visita de alguien que permanece de pie, ocultando una parte de ella, y él se mueve, inquieto, así que ella me llega por partes. A veces veo su cabeza que gira hacia él, pero no habla, a veces no la veo, perdida en sus intermitencias. Y ella con las rodillas juntas, abrazadas por sus brazos, y ella que parece querer descansar, su cabeza que se vence, y ella mirando lo que se ve al otro lado, que no es sino el fondo azul de las aguas. Y yo me pregunto si ella escucha.

sender

Libro corto, intenso y triste. Lo que trae la guerra, y la impotencia de los vivos para salvar a los muertos. Un clásico.

Réquiem por un campesino español. Ramón J. Sender. 1950

martes, 12 de octubre de 2021

labraz

En territorio de la antigua Cantabria dice el autor que se desarrolla la acción. Todo apunta al territorio de Álava. Ahí se entremezclan pasiones y costumbres, todo bajo la mirada de las instituciones y de la Iglesia. Múltiples personajes y espectadores tejen una novela entretenida.

El mayorazgo de Labraz. 1903. Pío Baroja.

amable

El hombre de pasos cortos, que se marcha y no vuelve, amable, risueño, fiel a sus costumbres, solícito; el hombre que avanza por la calle, bolsas en la mano, que deja un hueco. Que saluda y siente, que ocupa su banco, que mira y no entiende, que ve y se acuerda. Que todo se vino, de repente, que todo se ha ido, sin quererlo.

lisboa en septiembre de 2021.1

¡Ay las cuestas!, de subidas imposibles, de tranvías inclinados, frenados, todo para ver miradores que abren nuevas vistas a una ciudad que despierta con aire de domingo, con campanas lejanas, con rumores de algo, con pintadas, con casas que ya nunca serán, con comercios que un día brillaron en neones y que hoy aparecen apagados, con parejas que se abrazan o besan, depende del pudor, con solitarios que cavilan, todos en la búsqueda incesante. Yo me siento en un banco que tiene la poesía grabada sobre madera, para que no se pierdan las palabras bonitas.

lunes, 11 de octubre de 2021

caparica.5

Puesta de sol o ver cómo baja y desaparece, engullido por el océano, y todos parados, somos sombras negras. Todavía quedará algo de luz, luces, plural, que se resiste el día, las que hacen soñar con colores imposibles. Al rato la oscuridad y alguna estrella no conocida que aspira a sentirse encendida, sin más intención que ser vista, humilde.

sábado, 9 de octubre de 2021

caparica.4

El aire grabado y luego reproducido no es igual al que yo oí. Parece amplificado, parece irreal, no parece aire.


Es el mismo sol que ven, que vemos, aunque estemos lejos, es la misma hora mágica para todos, donde no sucede nada extraordinario, donde sólo cambia la tonalidad de las pieles y de los cuerpos enlazados en la arena, todo eso mientras siguen volando, incansables, y yo me pregunto que dónde mueren las gaviotas.

viernes, 8 de octubre de 2021

volcán

Volcán en La Palma, o cómo ver en directo a la tierra revolverse, destrucción y creación, todo en rojo y negro, o cómo ver lo que pasó hace millones de años, lo que pasa y pasará. Sin normas, sin ataduras, ejemplo de anarquía, y nosotros atónitos, llenos de preguntas, y pequeños, con los ojos grandes, mirando. ¿Vendrán las respuestas? ¿Será mañana viendo la puesta de sol? ¿O será otro día, anclado en la silla? ¿O será una noche a la luz de esa farola que casi no me llega? Me abandono a la vida incontrolable.

paradox

Disparatada, loca, llena de personajes curiosos que giran alrededor del protagonista Paradox. Ambientada en Pamplona y sobre todo en Madrid, desfilan infancia, juventud y madurez, inventos y revistas, miserias y ganas de escapar. Novela entretenida y divertida.

Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox. Pío Baroja. 1901.

caparica.3

Fundirse para dejar de ser dos. Un cauce ensanchado, ya no de río, y un océano sin límites que recibe las aguas dulces, vidas mezcladas, salitre en las rocas y vuelo sin motor de ave solitaria. Casas juntas, ¿pueblo?, Cova do Vapor, donde la arena se cuela por cada rincón y lo destartalado convive con lo otro. Y tres perros que ladran, no correr. Y un mensaje, nunca dejes de soñar.

martes, 5 de octubre de 2021

caparica.2

Su nariz sin curva baja desde la frente, parece mayor, en cuerpo de niña. Algún día alguien la retratará.


No suspires, porque el viento nunca cesará ni el movimiento se detendrá, ni el sonido cesará. Y si no es eso, explícame el por qué tus párpados caen a la vez.


El comandante dirá que el océano se acaba aquí y que a continuación empieza la tierra de Portugal. Los pasajeros verán puntos móviles o no, dispersos, que juegan, sueñan y hasta leen; hasta pueden casi llorar con las letras que junta Tatiana Tibuleac.

vuelta.2

Desvío a Briviesca, Belorado y Oña, cada uno tiene su historia, algo de mí en cada sitio. Un bus verde que resulta familiar, suena a Madrid. Fardos de paja que forman construcciones que se inclinan, no durarán lo que Pisa. Sueño, será el cambio de hora. Los biorritmos alterados. Autopista que deshabita el paisaje, vida vegetal y geológica en estratos que asoman tras las voladuras. Caminos que salen o vienen, serán de parcelaria. El color se vuelve ocre, se ocultó. Pueblos a la derecha, a la vera de pequeños montes. Subimos la Brújula, un puerto,  aparcados están los locales enormes, abandonados. Parecía alta la montaña cuando nevaba. El viento sigue moviéndolos, el caballero los hubiera embestido, todo para perder el equilibrio. Son molinos pero también son gigantes. Camiones en paralelo. Letras como Olae, Hope, y una cara pintada. Lleva mucho tiempo ahí. Nunca vi la cara, hasta hoy. El hotel que siempre parece vacío. 

Agujas en la lejanía. Humo blanco y chimeneas rojiblancas, aún en Domingo. No hay carrusel deportivo ni gol en las Gaunas, tiempos de fútbol a la misma hora, con pitidos que anuncian goles. Los chalets se abandonaron y las persianas, oscuras, son lienzos ahora. Desde aquí la naturaleza gana en altura a la obra del hombre. Circunvalamos Burgos, ver en la lejanía. El mojón marca 236. Otro polígono, lleno y vacío a la vez. Con asadores de otro tiempo. El viento que mueve banderas, a mí no me llega. Adormecido, tranquilo. No conduzco, me llevan, me dejo llevar, sol esquivo que al aparecer parece implacable, preludio de astenia primaveral. Escuchar novedades musicales que no me llegan, no me despiertan. LV y PL en matrículas de camiones que viajan. Granjas abandonadas, de cristales rotos, inexistentes. Un toro de Osborne. Había una pequeña área de descanso que no veo ahora. O la pasé o desapareció. Se la tragó el tiempo. Se vende suelo industrial, 30.000 metros cuadrados. Se vende perdiz roja, y morcilla. Hotel y sartén, solitario o cerrado. Portería sola, sin goles ni cancerbero. Capicúa, 212 a Madrid. Subo el volumen para que me llegue algo. 


sábado, 2 de octubre de 2021

caparica.1

Puntos en el mar, de humanos y de gaviotas, de blanco las aves, puede que pesquen, aquellos de negro, envueltos en neopreno, esperando la ola, esa que cuando llega les hace remar para luego buscar la verticalidad, cabalgar y caer confundidos en la espuma. Todavía no podemos volar y a vista de dron vivir. Nos conformamos con andar, correr, pedalear, surfear ,dejando el mar a izquierda o derecha, dejando los sentidos volar.


Algunos surfistas se embadurnan la cara de blanco, mimos con brazos y piernas que gesticulan sin aplausos. Sus caras, puedo suponer, expresan miedo, alegría, esperanza, resignación, y vuelta a empezar.

viernes, 1 de octubre de 2021

viena.8

Y en pocas palabras, o en muchas, que forman frases largas o cortas diré que en Viena hay muchos cafés, llenos, que se respetan los semáforos por parte de los peatones, sorprendente, que el perro parece una especie en extinción, que no se admiten en muchos sitios, incluidos algunos parques, que hay terrazas por doquier, que los niños juegan a la salida del colegio, que hay gente diversa, idiomas varios, turistas, plazas con encanto, escasas cuestas, muchas bicis y runners, velos y turbantes, un metro cómodo y rápido, autobuses y tranvías que contribuyen a unir todo, gente que trabaja y gente que mira, limpieza en general, patios interiores, muchos pasajes, que comunican calles y vidas, que la ciudad tiene algo que la hace atractiva y que rebosa de vitalidad.

viena.7

Friedrich Stowasser fue un artista austriaco, diseñador de la casa Hundertwasser, viviendas sociales construidas a primeros de los años ochenta. Algo diferente, formas en fachada, columnas, todo mas curvo, mezclando colores vivos, llamativos a la vista, fuera de la norma. Hoy parece ser visita obligada tal y como se ve en la cantidad de turistas que fotografían el entorno y visitan las tiendas de recuerdos de las proximidades. También hay arte en las orillas del Danubio verde, urbano, lleno de graffitis, dibujos, esculturas, se puede andar, sentarse, pedalear, se puede seguir su curso. 

E inmerso en la temática acabo con el museo de historia del arte, un espectáculo en su interior, en continente y en contenido, pintura, escultura, etc. creo que visita imprescindible en la ciudad. Para mí queda en la memoria.


Y las horas que pasan y se nos van se pueden visualizar en un reloj que muestra personajes de la historia austriaca que se deslizan suavemente y que acumula unos minutos de retraso. Suena la música y los espectadores vemos y escuchamos. 

viena.6

En busca de palacios de invierno, de colinas que se coronan, de fuentes inmensas con Neptuno triunfal, de paseos de tierra, inacabables; en busca de cervatillos que se alejan y se acercan, la mayoría ajenos a nosotros. En busca de un gesto, de un beso, de una sonrisa o una risa. En busca de sombra por la Viena imperial. Y en busca de sueños por el Prater, algodón de azúcar y luces sin ruidos.