domingo, 30 de mayo de 2021

ida.2

Un camino se convierte en reconocible por los puntos que se vuelven familiares a fuerza de repetición. A la derecha hay un cartel que dice Algete, nombre desconocido en tiempos pretéritos, y al lado, en ese desvío aparecen los silos del Águila, la fábrica de cerveza que se erigía dueña del paisaje urbano entonces, y que sigue estando ahí aunque cambió su nombre. Un niño pequeño impresionado por la dimensión y un Águila que fue presa del viento, o quizás víctima de algún avión que buscaba o abandonaba un primitivo Barajas, todavía sin expandir, el que sirve infinidad de vuelos ahora, con aeronaves que sobrevuelan urbanizaciones cuyos vecinos se quejan de que ellos llegaron antes y el progreso después. Mucho jardín para no disfrutarlo. Pleitos desde hace años y condenas en forma de ruido. Domesticar el ruido, darle sentido, Sabina suena, de nombre Joaquín, entonces y ahora, con años de por medio.


miércoles, 26 de mayo de 2021

frontera

Hay infinidad de árboles antes y después de una frontera que no es tal, verdes oscuros sobre pastos más claros, me quedo corto en la variedad de tonalidades. Y llegados al río que quiere salir, ya la vista no da abasto. Es lo que tiene viajar tras un confinamiento forzoso. Los ojos que no pueden con todo, que no atinan a enfocar, ahora horizonte, ahora flor. Los mismos paisajes, las mismas rutas, vidas cambiadas por el tiempo. 

Todo para reunirnos, verlos y sentirlos, y desear que la vida les sonría, todo mientras paseamos una Lisboa de barrio y de calle, de diario, y cruzamos por encima de las aguas, y bajamos a casi tocarlas, cerca de ese puente que todo lo sustenta, de ese color tan bonito.

sombras

Hay cielos azules sin nada más, huérfanos de nubes. A medida que se aleja la vista el azul se difumina, se vuelve distinto y claro; y yo me escondo en las sombras, al igual que la tortuga, que nada a ratos, que explora su mundo, tan pequeño, tan carcelario, que me hace pensar sobre el tan cacareado amor a los animales, domesticados, privados de su libertad.

lunes, 24 de mayo de 2021

ida.1

Ya salimos, del Ongi Etorri. Bienvenido. Antes gasolinera de nacional, ahora de bulevar. De nombre de presidente, de Salvador Allende, de cuando se homenajeaba con criterio. Años 80. Hacemos auto-stop de estudiantes, para preguntarle a alguien, tímidamente, que si nos lleva. Para recibir rechazos. Para tener suerte alguna vez. 

Y años después estas afueras pasan a ser parte de una ciudad que crece, se enriquece y empieza a perecer a la vez. Las urbanizaciones y los centros comerciales se reservan la vida, fuerzas centrífugas. 

Ya caminamos, empujados por viento sur o frenados por viento norte, en coche ajeno, en propio o en autobús que huele a autobús. Mojones a la derecha, bajad la ventanilla.


jueves, 20 de mayo de 2021

km 0

Ya sé que no es el km 0, pero es el mío, desde algún sitio tengo que partir. Y tantas veces inicié el viaje desde aquí, desde Alcobendas, mi casa en los últimos 26 años, que no queda otra que decir que nadie conoce el futuro y que en aquellos tiempos pasados nunca imaginé que yo viviría aquí; que ahora camino por donde antes circulaba el coche de mi padre, con nosotros dentro, que no me veo pasar, a escasa velocidad, ni siquiera en mi imaginación, y hasta podría pensar que alguna vez él decidió parar aquí, para repostar, antes de atravesar la gran ciudad, que ya se adivinaba, o después de hacerlo. Y es que en aquellos tiempos, Madrid era sitio de paso, bien para seguir camino a la tierra de origen de mis padres, Albacete, o bien para volver a la tierra de acogida, Vitoria; es el sino de los emigrantes, nunca dejar de viajar para no olvidar el camino.


lunes, 17 de mayo de 2021

reino

Libro que no quiero que acabe. Me siento a gusto en él. Delicado, de matices y de pasiones, a caballo entre Argentina y Paris.

La pérdida del reino. José Bianco. 1972

domingo, 16 de mayo de 2021

cabina

Era de noche y luego de día, y después fueron las cuatro y diez. Y el cielo con nubes blancas, de primavera. Yo lo veía desde todos los lados, incluso desde el interior de esa cabina telefónica donde iban y venían palabras sueltas, nuevas.

viernes, 14 de mayo de 2021

brumas

Entre las brumas vivieron y crecieron. Dejaron iniciales de palabras, incompletas, letras. Inconexas a primera vista. Y un día se disiparon.

lunes, 10 de mayo de 2021

montañas

Las montañas que yo veía cuando era pequeño pararon de crecer. Yo crecí, poco, pero lo suficiente para pensar en alcanzarlas, nunca subí a ellas. Hoy, el manto que las cubre, árboles y vegetación, estaba más verde que nunca,  todo lo que rodea la nacional 1 parecía agradecer las aguas de Abril con colores vivos e intensos, en contraste con nubes y tímidos azules de cielo. Esas montañas, a la salida del desfiladero de Pancorbo, a mano derecha de camino a casa, no se moverán de ahí. Imagino que la nacional seguirá alejando y acercando almas, y puedo también imaginar que en algún momento yo dejaré de transitar esa parte de mi vida.

domingo, 9 de mayo de 2021

montana

Un libro de viajes, en coche, por carreteras de película, en tierras de Montana.

Mala tierra. Viaje por los yermos de Montana. Jonathan Raban. 2001

libertad

Me gustaría hablar con alguno de estos jóvenes o mayores que demandan libertad, a gritos, en mítines, en sus casas, en las urnas, en celebraciones tras el fin del estado de alarma, a la par que invocan el nombre de la líder, Ayuso, que ha puesto de moda el vocablo.

Creo que hay mucho corazón y pasión, algo de odio, poco raciocinio, poco pensamiento y escaso espíritu crítico. Me gustaría debatir con sinceridad, sin acritud, sin elevar voces, sin lemas, sin etiquetas, con respeto, con datos. Parece una utopía.

Gritar libertad, demandándola, es gritar que se ha vivido o se vive en ausencia de ella. Y eso, por encima de todo, es una soberana y rotunda mentira.

 


monje

A veces se pierden los libros, echan a andar y desaparecen de la estantería. Probablemente esté en las manos de alguien que olvidó devolverlo. Eso o atrapado entre tantos otros. Y me acuerdo de él no sé por qué. Y entonces veo su portada en google y recuerdo el buen sabor que me dejó el diálogo entre el padre agnóstico y el hijo, monje budista. Dos aproximaciones a la vida, puntos de partida para vivir en el respeto y el diálogo.

El monje y el filósofo. Jean-Francois Revel y Matthieu Ricard. 1998

europa

Andar y contar es mi oficio, dice el periodista. Y he aquí que también vuela, en aviones de entonces, no dejando traslucir en demasía el miedo ante el aterrizaje de emergencia, la tormenta, las montañas o los valles que se evitan. No olvidemos lo rudimentario de la aviación en aquellos años. Aventurero y cronista que camina, habla y escribe lo que le cuentan aparte de sus propias reflexiones.

Pasajes para el recuerdo, como el encuentro con prófugos y desertores españoles en Beziers, campesinos, gente de la tierra que huyó de la suya. Precisa y profusa la descripción del Berlín de 1928, esa otra Europa, que olvida la gran guerra, y quiere trabajar y gozar.

Impagables los capítulos sobre la gran Rusia, Moscú y más, con viajes en tren o en coche, más allá de la capital, donde también llega el bolchevismo, aunque más lentamente. El gran nacionalismo ruso que va tomando cuerpo.

Y luego Checoslovaquia, también Venecia. Libro de viajes, pero de mucho más. Es una delicia seguir a Chaves en su periplo.

La vuelta a Europa en avión. Manuel Chaves Nogales. 1929


sábado, 8 de mayo de 2021

cacereño

Novela de emigrantes, de viaje desde el pueblo a la ciudad, de salir del campo para llegar a la industria. De Extremadura al País Vasco. De miedos y equívocos, de choque lingüístico, de suspicacias. De casas de trabajadores, todos humildes, de niños que crecerán en otro mundo, con más posibilidades. Y también de amor, contra viento y marea.

Cacereño. Raul Guerra Garrido. 1969

lunes, 3 de mayo de 2021

humedal

A vista de pájaro el humedal debe de ser diferente. Habrá una silueta, habrá un color que no vemos. Los campos de colza salvaje, de rotundo amarillo salpicado por rojos de amapola, no estarán al lado de mi mano. Simularán cuadros que podría dibujar un niño. Todo esto en Mayo, diferente a todo y a todos.

sábado, 1 de mayo de 2021

tienda

Hago cálculos con días que dan cifras asombrosas, las divido por siete y los números se suavizan; los imagino de contorno redondeado y agradable como la hierba que rodea la tienda de campaña donde duermo con los ojos muy apretados, casi temeroso de la oscuridad que la rodea. Y al despertar, al abrirlos, la tela azul me devuelve tres miradas, aparte, unas sombras juguetonas, también vientos, también cantos. Al subir la cremallera se me vienen las nubes y a lo lejos diviso a un caballo que camina, sube y agacha la cabeza, según.