domingo, 31 de enero de 2010

viajes

“Ligero de equipaje, casi desnudo”, eso dice Antonio Machado, el último viaje; los viajes tienen principio y final, todos, excepto el último, de incierto desenlace, desconocido y oculto; los viajes admiten infinitas músicas, y también silencios, definitivos, sin remisión, sólo los llantos, sólo el viento, nada más, puerta que se abre y puerta que se cierra, a cal y canto, cal blanca que no deja pasar la luz, dentro la oscuridad, y de nuevo el silencio. Decía Mazzini, “no existe la muerte, sino sólo el olvido”, yo no quiero olvidar.

sábado, 23 de enero de 2010

haiti2

Haiti2 porque se va diluyendo la noticia, haiti2 porque aquí ya estamos en otras batallas, haiti2 porque la distancia es el olvido, tele, lejos, distante, televisión que nos lleva de aquí para allá para ver lo que pasa o lo que quieren que pase, teleamor, chirriante, a distancia es muy fácil querer, amar, como queremos a los haitianos, cada uno que se mire dentro, veamos que pasa en Vic, en Torrejón, veamos que pasa en tantos municipios, casas, barrios, “no se puede seguir dando servicios a todos”, dice la presidenta del PP de Cataluña, “no cabemos todos”, dicen otros, ¿Dónde? En su casa, no, desde luego, ¿quiere decir en su autonomía?, en el municipio, ¿tal vez?, ¿en el mundo?, para eso están los terremotos, para que la naturaleza ponga orden, eso piensan algunos. Bien, piense usted en cuántos de esos que jalean esas declaraciones, humillantes para seres humanos etiquetados de emigrantes, no han dado algo para Haití, unos euros, quizás más, les queremos en la distancia, pero nuestros vecinos nos molestan, sobran, que se vayan, que nos dejen con nuestros cerditos abiertos sin violencia para mandar lejos el rastro monetario de humanidad, falsa y distante, tele amor, cuanto os queremos allí lejos, cuanto deseamos que nos dejéis en paz aquí cerca, aquí al lado, ahí, puerta con puerta, haiti2, para remover conciencias.

sábado, 16 de enero de 2010

victoria ocampo

Leo la autobiografía de Victoria Ocampo gracias a las memorias de Francisco Ayala. En ellas, el autor habla así de ella: “la aparente y encantadora espontaneidad de su estilo…era fruto de la tensión interna que la movía a escribir cuando necesitaba comunicar algo: un afecto, una adhesión fervorosa o una indignación; y ese sentimiento lo comunicaba mediante la escritura, sí, pero con el tono de lo que se está diciendo de persona a persona con la inmediatez, el fuego, el imperio y también la fresca debilidad que es inherente a los movimientos del ánimo”.
Argentina, 1890-1979, escritora y editora, intelectual, pionera del feminismo, ardiente defensora de los derechos de la mujer, y no en edad madura, ya con 18 o 19 años plantea en sus memorias este debate, sin resignarse a vivir en una sociedad marcada por el dominio masculino.
Estas dos primeras partes trazan los recuerdos infantiles y de adolescencia, marcados por un origen social aristocrático, enfrentada a la falta de comprensión de sus padres y llenos de la espontaneidad que Ayala recogía en sus palabras, espontaneidad que surge a borbotones en el propio texto y en las cartas que acompañan el texto.
Quede un trazo de su pluma en las siguientes palabras: “Yo no soy aquello, lo perecedero que formó parte de mí y ya nada tiene que ver conmigo. Soy lo otro. Pero ¿qué?”
Autobiografía I (el archipiélago-el imperio insular) Victoria Ocampo, 1979-80

viernes, 15 de enero de 2010

haití

Haiti, un desastre más, sólo que todo de golpe, el goteo diario de muertos se convierte de repente en un océano de cadáveres, los pobres, golpeados de nuevo, más de lo mismo, a perro flaco, dice el refrán, movilizaciones, lo de siempre, dinero a mansalva, lo de siempre, ¿futuro?, escaso, suele pasar, se vuelve a construir mal, no hay escrúpulos, mal que nos pese, nuestro mundo es serio comparado con lo que se estila por allí, al primer mundo me refiero, aunque alguno, como el obispo Munilla, se estrene diciendo que hay problemas mayores que los de Haití, la boca sirve para hablar y también para callar. Nuestro mundo nos presenta a Obama que dice “queremos que nos devuelvan nuestro dinero” , el prestado a los bancos, valiente, tasa para devolver las ayudas, dinero de todos, aquí en nuestro país, nadie en el poder se atreve a mentarlo, cobardes. Obama marca diferencias y no por el color de su piel, negra, no, por lo que dice y por lo que intenta hacer, aunque no es Dios, no lo olvidemos, Dios no está, no está cuando se le llama y no está cuando se le necesita, silencio absoluto, el mismo que reina por las noches en Haití, miento, ese silencio es peor.

sábado, 9 de enero de 2010

nuevo obispo

La iglesia y el concepto de democracia no se llevan muy bien, tal y como conocemos a la primera; lo deberían saber los fieles y también los sacerdotes, ejemplos muchos, ahí está la historia, y las hemerotecas. Ahora, el clero de Guipúzcoa protesta por el nombramiento a dedo del nuevo obispo de San Sebastián, Munilla. Lo que quieren es que les gobierne alguien de su cuerda, que les entienda, vamos. Más falsos que Judas, el de las monedas, hipocresía, ya me acuerdo cuando callaban por los muertos asesinados por ETA todavía calientes encima de la mesa. Eran otros años, otros tiempos, la cosa está muy mal, dirían. Ahora toca hablar, mañana Dios dirá, depende de cómo sople el aire de la costa. Sí, así es, el amor depende del viento, es veleta, les pasa lo que a todos, a veces nos sobran y a veces nos faltan, las ganas de amar al prójimo, sólo que los demás no aleccionamos ni adoctrinamos en púlpitos, porque somos imperfectos, almas impuras condenadas a su infierno.

miércoles, 6 de enero de 2010

regalo

Desde una gominola en forma de corazón, simple y granate, suave y blanda, dulce para los labios, cercana, más pequeña que aquel de quién toma la forma., hasta el más grande y más caro de los regalos, pasando por el regalo de la vida, de una sonrisa, una muestra de afecto, todo vale, hasta el regalo que no se ve, porque el que lo compra es ciego y sólo intuye lo que adquiere, acompañado por un lazarillo que no habla y no entiende de grafías y de historias, de nuestras historias, las humanas, quizás su tacto, sensible hasta el extremo, sepa definir formas, y extraer con los sentidos otras cosas que nosotros no captamos, regalo que no nace más que del corazón, que todo lo ve. Cosas pequeñas, pequeños gestos, un microscopio para ver la luna, dice la niña toda ilusionada, uno de sus regalos, para observar a la más grande y cercana, nuestro satélite, luz vista a través de la inocencia, que sabe poco de distancias, cercanías y lejanías. Lo pequeño se impone en esta tarde en la que los magos se alejan dejando sombras y melancolía.

martes, 5 de enero de 2010

la primera del año

“Pero el verde paraíso de los amores infantiles, el inocente paraíso lleno de placeres furtivos, está ya más lejos que la India y que la China” (Charles Baudelaire)
Ahí quedan también lejanas las tardes de vísperas de reyes, en un baúl, pleno de vivencias en escasas horas, tardes escasas, contadas con dedos de manos, las propias, nada más que cincos de enero, cargadas de ilusión, de frío y de recogida, de sueño presto, nervioso e incompleto, de despertares oscuros, de luz artificial que enciende los gritos, la exclamación, el pensamiento, la magia, todo es posible, de huellas, de pisadas, de olores, de ruidos, de gestos, de sombras, de mas que ilusión, de culminación, de todo es más que posible, de que ojalá no acabe nunca.