viernes, 18 de julio de 2025

calor

El calor que todo lo marchita.
Todo era verde, tornó amarillo. La vida incluida.
Hay pocos termómetros, será para no desanimar a la gente.
Islas de cemento o islas de calor.
La sombra la dan los árboles que se agitan ante los vientos, el suelo se alfombra de ramas.
Las tormentas bajan la temperatura, cuando cae la última gota la tierra colabora en la evaporación del agua y volvemos a las andadas. Fue un espejismo.
Hay mañanas, madrugadas, en las que paseo buscando que mi piel tenga frío, o algo parecido.

miércoles, 16 de julio de 2025

veladas

La vida de una familia durante la guerra civil en una casa de Madrid, alejados del ruido, todo muy deslavazado, hay diálogos, hay batiburrillo y comentarios al margen, parece hecho con prisa o sin ella, quizás fruto de la avanzada edad del autor. 

Las veladas del chalet gris (comentarios y anécdotas). Pío Baroja. 1952

lunes, 14 de julio de 2025

sentidos

A él, que nació como aquel que dice antes de ayer, nadie le enseñó y explora todos los sentidos sin saber si son cinco o treinta y tres, todos se le amontonan y se le mezclan, ebullición de sensaciones, aquí placeres y allá dolores. Abre los ojos a la par que extiende un brazo, la mano busca algo, la boca en pos de la comida, succiona, chupa, los pies a su aire, quizás la nariz encuentre algo, los ojos se cierran pero la agitación continúa y al abrirlos no sabe lo que ve, se puede añadir un llanto que vuelve a él a través de otro sentido y que resuena en su cabeza junto con las palabras amorosas y los besos sonoros; al alcanzar la paz, nadie sabe cómo, parece dormir como un bendito.

sombrero

Hablamos del siglo pasado aunque muchos ensayos podrían firmarse ayer, son actuales, tienen optimismo, a veces complejos o difíciles de seguir, siempre creando dudas, incitando a pensar, hay píldoras aquí y allá, auténticas perlas, muy interesantes sus artículos sobre Estados unidos y espléndido “el secreto de un tren”.


Correr tras el propio sombrero, y otros ensayos. G.K. Chesterton, primeros siglo XX

sábado, 12 de julio de 2025

hogar

Deberíamos decir mas la palabra hogar, la casa se queda corta para expresar que ahí está el amor desbordándose por las esquinas, algo así como dulce amor en dulce hogar. Y hogar será también todo espacio donde se derrame cariño a tu alrededor, hasta un coche puede llevar esa etiqueta, hasta cuatro paredes que suben y bajan, y hasta un cielo abierto, sea azul o de blanca luna. Bienvenido al tuyo que ya habitas y compartes, y a tantos otros que vendrán; que no te falten.

poemas

Recopilación, poemas sueltos, muchas veces complejos. Destaco, el mar, la mar, de Marinero en tierra, corto, preciso, bello. Triste y vibrante es Ese caballo ardiendo por las arboledas perdidas, Elegía a Fernando Villalón, incluido en De sermones y moradas. Nostalgia pura la expresada en Colegio (S.J), incluida en De un momento a otro.
Y cantos al amor en Retornos del amor recién aparecido, de Retornos de lo vivo lejano, y en No era flor la que aquella noche vi, preciosas letras (Golfo de sombra).
100 poemas. Rafael Alberti. 2003

mateo

Ahora veo tus formas, con la luz del día, un martes, tu primer día, primero una foto, luego eres real, tu piel, suave tu piel, tus manos, tu boca, una nariz minúscula, tus ojos cerrados, todo en ti es pequeño, miedo de cogerte, miedo de tenerte, se me olvidó todo; son horas las tuyas, vividas, escasas, se cuentan con tus dedos, por delante todo un mundo por descubrir, la vida sigue adelante, firme, naciendo de nuevo contigo y con muchas más criaturas que lloran en ese pasillo de ese hospital.

ensayos

Algunos viajes, como a Basilea, estancias en Paris, preciosa la descripción de los paseos nocturnos en la capital francesa.
Hay recuerdos, disquisiciones varias, ensayos sobre espiritismo, magia, moral, adivinación, la mentira…

También comentarios sobre escritores, personajes curiosos y preguntas sobre el futuro de la sociedad.

El titulado “Los enemigos del liberalismo”, escrito tras la guerra civil, condena al fascismo y al comunismo.

Frases para apuntar, “todas las vilezas y todas las mentiras se disfrazan con retórica patriótica”.

Y una reflexión final, “cuando se ha hecho uno viejo y vive del pasado, se siente, si es uno escritor, el no haberse fijado bien en cosas que se tuvieron ante los ojos…”


Pequeños ensayos. Pío Baroja. 1943

espera

No sé como allá donde no hay luz se hace. Y de ahí nacen formas, tus formas, unos dicen que son dedos que forman manos, o rostros con ojos cerrados que pueden crear hasta gestos que a mí se me antojan mundos donde brilla el sol que te alumbrará. Imaginar es fantasear, pero creo adivinar que nadas en sensaciones, en ruidos y sonidos y en palabras arrulladas en madrugadas de insomnio; y al apagar la máquina que te vuelve criatura, sigo imaginando, esperando tus llantos y allanando el camino que un día pisarás.

sábado, 5 de julio de 2025

nunca

Si nunca oyó esos ruidos matinales, inesperados, novedosos, o si nunca oyó a las aves del cielo anunciando un nuevo día es que estaba dormido o muerto para la vida, lo mismo que si nunca vio al río llevar agua, inmisericorde, la que llena el embalse. Igual que si nunca pisó los charcos y los anegados campos, igual que si nunca aplastó las hierbas altas sin saber que habría debajo del siguiente paso.

condición

Ambientada en la primavera de 1927, preludio de la guerra civil china, relata las luchas intestinas entre los partidarios de Chiang Kai-shek y los comunistas, con Shanghái como escenario. He de reconocer que es dura de leer, y farragosa, hay que documentarse un poco antes sobre el entorno. Violencia y reflexiones en un mundo despiadado para el hombre.

La condición humana. André Malraux. 1933

itzea

Nos acercamos a Itzea, casa de los Baroja desde 1912, en Vera de Bidasoa, el río que da nombre al pueblo no está a un paso pero allá mismo hay riachuelo y fuente que no cesa de arrojar agua, quizás el rumor traspasara lo que parecen muros recios. No abierta al público, propiedad ahora de los hijos de Pío Caro Baroja, preguntamos a un vecino el por qué no se puede ver algo, o el por qué no se hace un museo que exponga parte de esa vida de Baroja, y la respuesta va en la línea de la falta de acuerdos, habrá dinero de por medio, seguro, nada que el futuro no pueda aclarar. Desde el siglo XVII en pie tiene cancela de hierro, cerrada, portón de madera de doble hoja, pequeño jardín cuidado en la entrada delantera, con flores, con balcón principal, con dos grandes escudos heráldicos y con ventanas desde donde ver llover o sentir la mucha o la poca vida del camino; ya en la parte de atrás un gran balcón corrido cubre todo el ancho y se asoma a lo que seguro fue huerta, hoy jardín, todo verde, luce el sol y todo brilla más. Otro vecino llega sin cántaros a la fuente pero con regaderas, le preguntamos y sus ojos nos miran blancos, enfermos, dice que recuerda un entierro en el pueblo, un cortejo, no pudo ser el de don Pío, habla de unas velas, pudo ser Julio Caro, la memoria se desangra; del agua que mana dice que sin duda es la mejor que nunca hubo ni habrá.

miércoles, 2 de julio de 2025

retorno

Hay que salir de Angola, con prisa, es 1975, el imperio portugués se desmorona y hay que volver a la metrópoli. Rui es un adolescente, la tranquilidad se ha trocado en drama. Ya en Portugal es difícil esperar, alojados en un hotel con mas retornados la vida se presenta complicada a pesar de los pocos años. Descubrir realidades, vivirlas y esperar un futuro mejor. Me ha encantado la novela.

O retorno. Dulce Maria Cardoso. 2011

jueves, 26 de junio de 2025

tinta

Tengo un bolígrafo que parece no gastarse nunca, la transparencia no deja ver el azul y allá en la punta parece generarse la tinta cada día. Y con él escribo de conversaciones donde escucho la incoherencia involuntaria, no querida, y apunto notas que ella tarareó, también las que llegan de noche en melodías que siempre estuvieron ahí, acompañando mi vida. Y si me acuerdo, imposible no hacerlo, escribiré de un banco en una plaza, de un paraguas que se abre y de los recuerdos que habitan todavía, la lluvia en goterones no es problema. También el azul me dice que hay conversaciones que perdieron sincronía, que no saben lo mismo, igual que yo no sabré donde estoy al despertar sobresaltado para gritar su nombre. Ni siquiera se blanquea el azul al juntar letras que describan los rayos, truenos, aguas en cortinas y granizo que golpea el coche, todo para cegar la tarde y hacer que durante unos segundos todos los ojos sean pocos ante la blanca nada. Sin llegar a la congoja apareció el miedo, luego el cielo. Y si lo miro me veo envuelto en un no sé qué, que camina conmigo y mi tinta azul.

neurona

La señora me pregunta si está bien sentada ahí. Y me habla, y yo le pregunto, y no puedo saber si la respuesta es cierta o producto de las neuronas que se apagaron, entonces, cuando estoy a punto de pedir ayuda, reconoce a su hijo a lo lejos, con un bebé, menos mal saber que no está sola.
Después de unos días la vuelvo a ver, cruzamos la mirada y ella me mira muy fijamente, puede ser una señal de reconocimiento, o puede ser cualquier cosa, hasta curiosidad.