sábado, 24 de mayo de 2014

república



Fue en Abril de 2011 cuando terminó la emisión de la primera parte, la segunda parte todavía no ha sido emitida, ahora hablan de 2015. El gobierno del PP llega al poder en 2011, dicen que no hay motivos políticos. La serie La República tuvo gran aceptación y éxito de público en TVE. A algunos no les gusta que se cuente la historia, a unos menos que a otros, o que se hable de ella, o que se debata, o que se lea. La falta de conocimiento siempre ha sido el caldo de cultivo de los poderosos para perpetuarse. La serie trajo abundante polémica y también libros, como éste que ahora acabo, un cuidado viaje en el tiempo para ver cómo eran nuestros coetáneos de entonces, qué pensaban y qué pasó. Pero algunos solo pretenden olvidar. Periodo de la historia, polémico, esperanzador para unos, historia para otros. Aclamado, tergiversado, relativizado, exagerado, los calificativos abundan y su significado varía dependiendo de donde venga, pero tiempo o periodo para ser estudiado, para ser comprendido, para que cada uno extraiga sus conclusiones, que de eso trata, después de leer de aquí y de allá, después de leer sin ataduras ni orejeras. Pero ni eso, algunos no lo ven así, la historia se inventó ayer y la están escribiendo ellos. País sin memoria es país sin verdad.

14 de abril. La república. Angel Bahamonde. 2011

de domingo a viernes



Que la campaña electoral no interesa a mucha gente es un hecho. Aburridos los candidatos, poco creíbles, al pitufo azul que presenta el partido del gobierno se le conoce por el segundo apellido, pasará a la historia como el machista engreído. Paso a los pequeños, a los que no están manchados de palabras vanas y acciones vergonzantes, ni acaparan medios y carteles. Al pueblo le interesa mas el futbol, el derby que vendrá hoy, que no es transcendental para la vida, que es éxtasis para hoy y mañana y hambre para el lunes. Pero el pueblo es soberano, para lo bueno y para lo malo. Vivir el día, el momento, quizás sea la solución, apañárselas como sea, el futuro no importa. Visitamos las Ventas y damos la vuelta al coso por fuera para encontrar el acceso a la exposición que conmemora la primera corrida que torearon juntos Joselito y Belmonte en Madrid. Ha pasado un siglo.  Recortes, fotos, cuadros, imágenes, la vida antigua en vitrinas y textos. El miedo o la espera en las caras. Decía Belmonte que el miedo atenaza, los que están al lado, aficionados, sonríen, no torean. En la entrada de cuadrillas, las caballerizas muestran a un hermoso caballo que da unos paseos por el barro. Huele a eso, a cuadra, y la gente se empieza a acercar, los toros vendrán por la tarde. En el fin de semana de los museos nos acercamos al Cerralbo, situado enfrente del emplazamiento del templo de Debod. Hay visitantes pero no hay apreturas. Hermoso palacio de los marqueses de Cerralbo, el último, carlista que sin descendencia dona sus pertenencias al estado. Aposentos amplios y lujosos, con colecciones de arte y todo tipo de cachivaches. Tres cuadros a destacar, una Inmaculada de Zurbarán, un Ecce Homo de Solis y una señora desconocida de Carlo Dolci, en un rincón de una sala repleta de retratos. El salón de baile cierra la visita y sorprende por su hermosura y su juego de espejos. Lujo al servicio de la nobleza. Ya afuera el día es soleado y caluroso, la marea humana toma Madrid y la música lo inunda todo, zarzuela en la calle Arenal, que congrega un amplio corro, boleros y danzas del Madrid de antaño en el escenario de la Plaza Mayor  y el canon siempre vivo en Preciados. Es domingo por la tarde, y saltamos en el tiempo al viernes, los perros se visten de Diego Costa y Ronaldo, de colores y blancos, quizás vayan a Lisboa también. Volvamos a la música, en el Calderón, poderoso espectáculo del equipo de Rojas y Rodriguez, dos bailarines madrileños que fusionan flamenco, hip-hop y break dance en un derroche de fuerza, sonido y color. Música y baile con pasión en un conjunto que logra ovación tras ovación, premio a la entrega y a la calidad de todos los que actúan. Sorpresa en el planteamiento, estética sobresaliente y desgarro en voz. Violín y batería, y piano para acompañar a la guitarra flamenca y a las luces. Sobresaliente.

juan belmonte



Disfruto sobremanera con la lectura de Juan Belmonte, matador de toros. Quizás alguien piense que el mundo taurino está de vuelta, y puede que sí, el tiempo lo dirá, pero lo que no está de vuelta es la buena literatura y la historia contada y narrada de forma ágil, amena y brillante. No era el escritor, Manuel Chaves Nogales, aficionado a los toros, pero sabía narrar como pocos y logra una biografía antológica en base a las conversaciones que tuvo con el torero sevillano. En la plaza de las Ventas asisto a una exposición que recuerda la corrida del dos de mayo de 1914 en Madrid, con Joselito acompañando a Belmonte. Veo torear al maestro en imágenes de antaño, de esas donde la velocidad no es real, donde no se aprecian los tiempos del toreo. La épica de aquellos años reflejada en el texto, la humildad, la miseria, la lucha, los tiempos felices, los otros tiempos. Juan Belmonte se suicidó a edad avanzada, para entonces Chaves Nogales ya había muerto, enfermo, joven. Dos personas que a fuego lento dieron vida a uno de los libros al que yo calificaría de obligada lectura.

Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales. 1935

jueves, 15 de mayo de 2014

cronkite



“Nosotros los periodistas teníamos que estar en lo cierto y teníamos que ser justos”. Esta frase es de Cronkite, el periodista americano. Veterano en mil batallas, en prensa y pionero de la televisión, sus memorias se convierten en un recorrido por la historia americana y mundial. Entretenido y ameno. Se pregunta al final si la capacidad de los humanos para inventar no es suficiente para encontrar soluciones a la pobreza. No es un problema de capacidad sino de voluntad. Cronkite fue crítico y siempre alerta a los abusos del poder. Y ahora mas que nunca nos damos cuenta de que los que gobiernan parecen no querer acabar con las desigualdades y volviendo a la frase inicial, nos mienten y no pretenden ser justos. Para ahondar en lo negativo nos encontramos a menudo a algunos o a muchos medios de comunicación que olvidan su espíritu crítico y se venden a la mentira o a la maledicencia para vivir a la sombra del poderoso de turno, es entonces cuando se echa de menos la independencia verdadera de aquellos que puedan ver grises donde otros solo ven blancos o negros.

Walter Cronkite. Memorias de un reportero.1996

domingo, 4 de mayo de 2014

los secretos en ávila



Es dos de mayo y fiesta en Ávila, celebran a San Segundo, patrón de la ciudad. Buscamos aparcamiento y acabamos en parking, las calles de extramuros ya dan idea de la afluencia de público. Es viernes y paseamos un rato antes de cenar. Lo hacemos en el restaurante Siglo XII, en lo que parece un antiguo establo enfrente de la Catedral. Abundante las raciones, y buenas. Suenan las cuatro y diez, de Aute, una de las mas bellas canciones de amor que yo recuerde. Paseamos ya de noche camino del Palacio de Congresos, nuestra excusa para venir a Ávila, concierto de Los Secretos. Por casualidad descubrimos la cercana Ermita de San Segundo, al lado, donde la fiesta toca a su fin, hay cola para visitar el sepulcro del santo en una bonita iglesia románica. Son los últimos visitantes del día y los puestos que venden almendras garrapiñadas y poca cosa más empiezan a recoger. Son ya las diez de la noche y el concierto empieza un rato después, con seis minutos de retraso, el local es el lienzo norte. Serán mas de dos horas, suenan como siempre o como nunca, bien. Sexta fila, la guitarra de Ramón Arroyo se aprecia en los solos, profesionales ya veteranos que vuelven a dejarse la piel sobre el escenario. La música de toda una generación de gentes ya de edad que cantamos y recordamos canciones, y algo más, algunas de hace 34 años. Toda una vida desgranada en acordes conocidos y en letras memorizadas. Acaban con “otra tarde”, el sonido falla al final, pero da igual, entre aplausos y regocijo se despiden. En primera fila alguien que va por su concierto 120, eso es fidelidad. Han sonado muchas canciones, de amor y desamor. Me quedo con “Pero a tu lado”, himno a la esperanza, canción que en su día pasó desapercibida pero que hoy es una de las canciones mas demandadas por los seguidores. Ya intramuros solo se escuchan nuestros pasos tras las murallas que protegen de todo menos del frío. Las campanas de las nueve tocan sin cesar en el hotel Las Moradas. Después de desayunar visitamos la Catedral. Pequeña por fuera y hermosa por dentro. Mucho turista. Las esculturas rescatadas del pórtico principal dan fe del paso del tiempo, las palomas, la lluvia y el tiempo han carcomido la piedra, “contra tiempo y materia” se titula la muestra. Muy interesante la visita del templo y de las salas del museo. La girola es diferente, gracias a la construcción con piedra caleña sangrante. El claustro recibe a los visitantes que hacen fotos a la tumba de Adolfo Suarez y esposa. En cuanto a obras me quedo con una Piedad, copia de la de Miguel Angel, obra de Bautista Vázquez, 1560, y un lienzo del XVII, una Dolorosa, anónima y oscura, que pasa casi desapercibida en un rincón, preciosa. Las calles siguen animadas en el centro y nos dirigimos hacia el Convento de San José (o de las madres), el primero de los fundados por Santa Teresa. Allí estamos prácticamente solos y disfrutamos de la conversación con el encargado del lugar, que es el casi único contacto de las hermanas de clausura con el mundo. Allí empezó la Santa sus fundaciones, un 24 de agosto de 1562. Se visita la Iglesia Primitiva, la actual y el pequeño museo de reliquias y arte. Nos cuentan que las monjas, 20 en la actualidad, viven como hace siglos, sin agua corriente, sin calefacción, con un importante ayuno que dura otoño e invierno, y dedicadas a la oración. Duermen sobre colchones de paja, poco, y visitan al médico sólo si es estrictamente necesario. Pero son felices, nos dice Paco. Tocan instrumentos musicales y el otro día le cantaron por su cumpleaños. Parecen ser felices y no nos entienden, dicen que estamos amargados, o eso reflejan nuestros rostros, cuando ocasionalmente nos ven desde un coche. Es la una de la tarde y se les escucha rezar escondidas tras uno de los muros de la Iglesia. Cuesta ponerse en su sitio, cuesta entender esa vida que a nuestros ojos es monótona y perdida. Quizás todo se resuma en ese pensamiento que expresan dirigido al mundo, ¿Qué hacéis con vuestra vida? si ésta se acaba, nos interpelan, ¿qué hacéis acaparando cosas? La sala única del museo teresiano alberga objetos que pertenecieron a la Santa y arte que parece estar de más en un sitio donde el mundo parece haberse detenido. De vuelta al centro de la ciudad la Tuna de Magisterio da color a la mañana soleada y nos devuelve a nuestra realidad. La gente les sigue en sus periplos y paradas, a tunos que por el aspecto ya cursaron todas las asignaturas varias veces. Alegría y música en una ciudad que no para de recibir visitantes. Comemos unos pinchos y antes de volver a casa visitamos el Real Monasterio de Santo Tomás. Todavía habitado por 22 dominicos se recorre con audio guía. Tres claustros, una iglesia y el antaño palacio de los Reyes hoy reconvertido en museo de animales disecados y un nutrido Museo de arte oriental son el objeto de la visita. Éste último, fruto de la recopilación de los monjes en su labor de evangelización en China, Japón y Vietnam muestra ese arte de mundos diferentes, y tres pequeños Cristos, mutilados y oscuros, rescatados de entre las ruinas de Nagasaki tras la bomba atómica. El monasterio, edificado a partir de 1482 a instancias de los Reyes Católicos se muestra sobrio y con escasa decoración excepto en la Iglesia donde destaca el retablo principal así como el sepulcro del príncipe Don Juan, de alabastro, hijo de Isabel y Fernando, fallecido a edad temprana. Esa tumba fue profanada en 1809 desapareciendo los restos mortales. Alberga igualmente varias capillas una de ellas llamada del Cristo de las Angustias o de la Agonía, talla anónima del siglo XV ante la cual rezaba Santa Teresa, desde donde se le impartía confesión, y donde tuvo una de sus visiones de la Virgen y San José. A la salida pasa un tren turístico, demasiado deprisa, ni siquiera para atisbar la placa que en la entrada muestra las palabras que el fraile Montesino pronunciara en el Nuevo Mundo en defensa de los derechos de los indígenas, en 1511. Él salió de este convento. Es hora de volver, cansados, pero con música en los oídos y palabras en el corazón.