Que la campaña electoral no interesa a mucha gente es un hecho. Aburridos
los candidatos, poco creíbles, al pitufo azul que presenta el partido del
gobierno se le conoce por el segundo apellido, pasará a la historia como el
machista engreído. Paso a los pequeños, a los que no están manchados de
palabras vanas y acciones vergonzantes, ni acaparan medios y carteles. Al pueblo
le interesa mas el futbol, el derby que vendrá hoy, que no es transcendental
para la vida, que es éxtasis para hoy y mañana y hambre para el lunes. Pero el
pueblo es soberano, para lo bueno y para lo malo. Vivir el día, el momento, quizás
sea la solución, apañárselas como sea, el futuro no importa. Visitamos las
Ventas y damos la vuelta al coso por fuera para encontrar el acceso a la
exposición que conmemora la primera corrida que torearon juntos Joselito y
Belmonte en Madrid. Ha pasado un siglo. Recortes,
fotos, cuadros, imágenes, la vida antigua en vitrinas y textos. El miedo o la
espera en las caras. Decía Belmonte que el miedo atenaza, los que están al lado,
aficionados, sonríen, no torean. En la entrada de cuadrillas, las caballerizas
muestran a un hermoso caballo que da unos paseos por el barro. Huele a eso, a
cuadra, y la gente se empieza a acercar, los toros vendrán por la tarde. En el
fin de semana de los museos nos acercamos al Cerralbo, situado enfrente del
emplazamiento del templo de Debod. Hay visitantes pero no hay apreturas. Hermoso
palacio de los marqueses de Cerralbo, el último, carlista que sin descendencia
dona sus pertenencias al estado. Aposentos amplios y lujosos, con colecciones
de arte y todo tipo de cachivaches. Tres cuadros a destacar, una Inmaculada de
Zurbarán, un Ecce Homo de Solis y una señora desconocida de Carlo Dolci, en un
rincón de una sala repleta de retratos. El salón de baile cierra la visita y
sorprende por su hermosura y su juego de espejos. Lujo al servicio de la
nobleza. Ya afuera el día es soleado y caluroso, la marea humana toma Madrid y
la música lo inunda todo, zarzuela en la calle Arenal, que congrega un amplio
corro, boleros y danzas del Madrid de antaño en el escenario de la Plaza
Mayor y el canon siempre vivo en
Preciados. Es domingo por la tarde, y saltamos en el tiempo al viernes, los
perros se visten de Diego Costa y Ronaldo, de colores y blancos, quizás vayan a
Lisboa también. Volvamos a la música, en el Calderón, poderoso espectáculo del
equipo de Rojas y Rodriguez, dos bailarines madrileños que fusionan flamenco,
hip-hop y break dance en un derroche de fuerza, sonido y color. Música y baile
con pasión en un conjunto que logra ovación tras ovación, premio a la entrega y
a la calidad de todos los que actúan. Sorpresa en el planteamiento, estética
sobresaliente y desgarro en voz. Violín y batería, y piano para acompañar a la
guitarra flamenca y a las luces. Sobresaliente.
Berenjenas rebozadas
-
Asar las berenjenas enteras en el horno. Dejar que se enfríen y quitarles
la piel dejando la parte de arriba como en la foto. Hacerles unos cortes y
estend...
Hace 4 semanas
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