sábado, 25 de abril de 2020

trafalgar


Guerras entre potencias. Todos contra Napoleón, y los españoles al lado del derrotado. Es 1805 y ganó Nelson, y murió también. Le hicieron héroe, le hicieron plaza. Desastre naval a orillas de Cádiz. De eso hizo libro Galdós y así comenzó sus episodios.

Trafalgar. Benito Pérez Galdós. 1873

normalidad


Siempre confinamos las palabras, en hojas que no se pueden extender, en rectángulos o cuadrados que se antojan finitos. Menos mal que nos queda la imaginación para hacer que crezcan y se multipliquen, libres, a pesar del tamaño de nuestro cerebro, pequeño. Debe de ser el alma el artífice, debe de ser algo que no entiendo. Como no entiendo que me interroguen, que donde va usted; que quiero respirar, además de vivir, y todo lo demás.
Todo esto pasa mientras una niña se balancea, cada día, tiene malla que no le evita ver el cielo, tiene columpio.
¿Y si la normalidad fuera utópica? Libros sin rosas o viceversa. Hombres sin rostro, y almas sin vida. Almas que roban mascarillas de los buzones. Que la vida se cobre su mezquindad, miserables. ¿Habrá que abrazarse también con los malos cuando todo esto acabe? ¿Llevarán algo en su cara que los delate? ¿Tendrán rostro de hipócritas, embaucadores, rastreros?.
Lavé la ropa y se traspasó el color, me pregunto si se traspasa el dolor. ¿Se puede, se puede?, que alguien responda.
¿Y si a pesar de todo somos unos privilegiados? Consuelo baldío.

sábado, 18 de abril de 2020

motín


Episodios nacionales. Leídos unos cuantos. Prometo leerlos todos. Me gustaría. Guardo buen recuerdo de los pocos que acometí. Aquí motín de Aranjuez y levantamiento en Madrid. Muy entretenidos, lectura de terminales y de aviones en su mayoría. Tiempos de viajes.

El 19 de Marzo y el dos de Mayo. Benito Pérez Galdós. 1873

inocencia


Inocencia, bendita, la que me hace construir casas de palillos, castillos de naipes y torres de arena al borde de las olas de la eternidad. Hablo en presente. No quiero perderla, creo que nunca lo hice, mi única forma de aferrarme, de no seguir haciendo preguntas. De no pensar por qué escribí correndio en vez de corriendo. De seguir pintando siluetas de tejados, por encima de las casas sólo el cielo. Colores en las fachadas y visillos plegados en las ventanas. Y mi madre dice que me han bendecido, para ella siempre seré un niño. Espere, ahora me hago adulto por un rato, para volver a los clásicos, y asistir con los ojos bien abiertos a la representación de Misántropo, de Moliere, pestañeo por obligación. Fíjense que se escribió en 1666 y es actual además de real. Me vuelvo a los 60 o a los 70, olores de horno, el amanecer horneó todo y dejó el aroma que nunca se va. Y ahora dibujaré una pelota grande, brillante, para hacerla rodar.

domingo, 12 de abril de 2020

dos de mayo


El dos de Mayo novelado o la crónica de un levantamiento popular que acabó mal pero que prendió la chispa. Daoiz y Velarde como militares sublevados ante unas fuerzas superiores. Levantados después de ver al pueblo llano masacrado. El resto de destacamentos, los dirigentes, todos sumisos, prácticos, realistas, cobardes,... Cada cual que ponga un calificativo. Libro de nombres y apellidos, y de hombres, mujeres y niños que han pasado a ocupar un lugar en la historia, al menos en las calles de Madrid.

Un día de cólera. Arturo Pérez-Reverte. 2007

libres


No somos libres hoy, no, todavía no es hora de seguir nuestro camino sin que nos tropecemos con las cuatro paredes. Pasó el Domingo de Ramos, llegó la Semana Santa y todos seguimos confinados. Impacta la imagen del Papa de Roma, en la soledad de la plaza que siempre estuvo llena. Nadie sabe si Dios está a su lado. Nadie sabe cuántos murieron de verdad, los que se quebraron sin una segunda oportunidad, los que agotaron la prorroga diaria. Como nadie sabe si nos escucha Aute desde algún recóndito lugar. Nosotros sí que le escuchamos a él. Alguna vez, casualidades, descubro esa hora, las cuatro y diez. Siempre, y no es casualidad, me estremezco oyendo la canción. De lo mejor que nadie escribió en nuestra lengua.

Y pasan películas y series. Unas entrañables, simpáticas. Otras generan desazón y angustia, a sumar a la existente. Por eso quisiera volar, un imposible, quisiera dejar atrás azoteas y chimeneas y verlo todo desde arriba, y no poder ser detenido, y volar sin mascarilla, sin miedo al virus, que no sabe ascender. Sin horrorizarse ante el otro vacío, porque de lo que va esto, por encima de todo, es del miedo a no tener más día de mañana por vivir. 



casaca roja


Casaca roja, de la tribu seneca, nacido en 1752. Palabras de jefe, luchador por los derechos de los indios.

Hermano, el gran espíritu nos ha creado a todos. Jefe Casaca Roja. Ed. 1995

sábado, 4 de abril de 2020

buffalo bill


En tiempo de confinamiento hay que hacer cosas que nunca se hacen. Ordeno libros, remuevo polvo acumulado, basta con moverlos de estantería o simplemente ver si alguna vez fueron leídos. Y aparece uno de esos personajes de la infancia, como Buffalo Bill, explorador de praderas, luego empresario de lo que podría ser una especie de circo. Pero la faceta que a mí me acompañó en la infancia era la primera, cabalgando raudo, evitando el peligro. El Oeste era su casa.  Siempre saliendo con éxito. Seguro que lo vi en película y lo leí en novela que alternaba texto y dibujo. Y años después leí esta autobiografía.

Mi vida en las praderas. Buffalo Bill. Ed. 1995

ohio


Novela poderosa. Con historias pasadas que confluyen y se encuentran en una noche. Pasaron los años, la inocencia olvidada. Y una realidad poderosa se vino encima. Guerras de este siglo. Y todo lo que eso trae. Carreteras que llegan a los bares, que se llenan de recuerdos. Y más, mucho más, en este crisol de sentimientos y de derrotas. Muy, muy recomendable.

Ohio. Stephen Markley. 2018