En tiempo de confinamiento hay que hacer
cosas que nunca se hacen. Ordeno libros, remuevo polvo acumulado, basta con moverlos
de estantería o simplemente ver si alguna vez fueron leídos. Y aparece uno de
esos personajes de la infancia, como Buffalo Bill, explorador de praderas,
luego empresario de lo que podría ser una especie de circo. Pero la faceta que
a mí me acompañó en la infancia era la primera, cabalgando raudo, evitando el
peligro. El Oeste era su casa. Siempre saliendo
con éxito. Seguro que lo vi en película y lo leí en novela que alternaba texto
y dibujo. Y años después leí esta autobiografía.
Mi vida en las praderas. Buffalo Bill.
Ed. 1995
No hay comentarios:
Publicar un comentario