sábado, 29 de enero de 2022

formas

Y la vida puede ser monótona, tanto como para decir que nada reseñable ocurre, y que ni siquiera es alterada por la aparición de unas formas imperfectas; a pesar de que están ahí, visibles, las tardes anodinas de suceden, donde unos juegan, y otros aman, escondidos tras paredes y puertas.

retazos

Dejo que ella mire hacia allá, me quito de en medio para que no haya obstáculos. Así ella toma, de lo lejano y de lo cercano, retazos para construir algo más grande. Y de repente, por lo que me dice, pienso que es como si hoy ella viviera en el día de ayer.

aranjuez

Así de pequeño me siento, con las letras y las notas de los cantos de los pájaros. Es Aranjuez, donde los árboles se multiplican, dentro de los jardines del príncipe y fuera. Jardín vallado, el más grande de Europa, poco adornado  en cuanto a esculturas y demás, asalvajado, con vasijas de piedra que pueblan una pared, donde meto la mano y hay hueco, allí donde la piedra envejeció con el paso de los años y con la humedad del río. Hay vías de acceso a las huertas con hileras de árboles de corteza gris a ambos lados, caminos que parece que nunca acabarán, se puede caminar pisando hojas caídas, se puede caminar hasta cansarse entre soles y sombras que vienen a intervalos regulares, y la tarde que apenas empezó. Y el Tajo va y viene, apto para pescar, para remar, para contemplarlo, parece inmóvil pero viaja hacia el oeste, sigue al sol y siempre le alcanza y sobrepasa porque siempre llegan aguas a Lisboa. 

grotescas

Siguen las aventuras de Fausto en Paris. En la ciudad de los cafés y las tertulias, del glamour que va por barrios, la que recibe a exiliados como Isabel II que en algún capítulo aparece. Acaba la novela en Mayo de 1871, como la Comuna de Paris, telón de fondo, la insurrección que duró dos meses, con los ecos de la derrota francesa ante Prusia, todo desorden tras la aparente estabilidad anterior que no era tal. Y ese devenir al caos también toca a la familia del protagonista y a sus allegados, se suceden las infidelidades, los adulterios, los abandonos, las conveniencias, como si el estado natural de las relaciones también simpatizara con el caos. Interesante relato.


Las tragedias grotescas. Pío Baroja. 1907.

sábado, 22 de enero de 2022

sombrero

Está fuera de lo cotidiano el encontrarse un sombrero, elegante, abandonado, en la repisa de una ventana del cuarto del jardinero. Con su cinta de color gris claro a juego con el tono más oscuro del resto. No a tono con la mañana brillante que nos sorprende en el campo que paseamos, entre caminos con roderas y pistas asentadas, con muchos paseantes, la mayoría de ellos con sus canes, con muchos ciclistas y corredores, con aviones que se elevan, pesados, recién iniciada la ruta. Y también encontramos la carretera que un día debió de ser construida para acercar a los ricos a la finca de caza, inmensa, vallada, desde donde nosotros miramos y no vemos final, donde solo nos llegan las tonalidades verdes, las cercanas y las lejanas.

colonización

Primera parte de una tetralogía ambientada en la Indonesia de finales del siglo XIX, que vive bajo el yugo de la colonización holandesa. Una historia de amor y lucha contra la injusticia, donde los nativos y los mestizos se ven abocados a dejar que los europeos gobiernen y decidan. Ideada en la prisión, y contada repetidamente a sus compañeros de cárcel durante la dictadura de Sukarto, no pudo escribirla hasta dos años más tarde, en 1975, cuando se le permitió tener una máquina de escribir. Buscaré los siguientes ejemplares.


Esta estranha Terra. Pramoedya Ananta Toer. 1979

rumbo

No tuvieron que decirle nada porque él pudo ver el zapato de tacón que alguien había perdido.

Ni hizo falta que le hablaran de un anticiclón infinito que no traía nubosidad alguna sobre esta extraña tierra, porque sabía que los campos lloraban de sed.

Oyó el sonido de un caballero montando a caballo, y sintió envidia.


Y otro sonido le llegó, el de las tejas superpuestas, una tras otra, con calma, aunque no recordó qué estaban construyendo.


Ese alguien, que pretendía esquivar el sol, dijo que los cielos que veía esa tarde de Enero eran los mismos que veía cuando pasaba por aquí, viniendo del norte hace ya muchos años, cuando todo era inocencia; y nadie le creyó, ese fue el momento en que dejó de soñar.


De nada sirvieron los cohetes que alguien tiró, oyéndose ruidos y viéndose luces, en honor del santo. De nada sirvió que llegara la noche oscura o el día radiante, ya todos le miraban de forma diferente, a él. Y fue entonces cuando decidió poner rumbo al sur.

martes, 18 de enero de 2022

pregunta

Cuando camino sólo me hago preguntas a las que prefiero no responder. No corre una gota de aire esta tarde a la que veo marcharse, de espaldas al ocaso y a unos cielos pintados a los que no vuelvo el rostro, y al pasear por el parque que destila humedad, allá donde los patos nadan y pasan todos sus días, veo parejas ya entradas en años que siguen caminando con sus manos enlazadas, envueltas en dichos o silencios, da igual. Quizá la pregunta sea qué es lo que les une tras tan largo viaje. Puedo intuir que cada par de dos daría una versión precisa, tal vez preciosa. Y ¿qué hace que un par de jóvenes practiquen el toreo, aprendan, sobre la arena, allá en un rincón, con capotes y muletas, y con toros de cuernos que empujan los maestros? Y así, entre bajada y cuesta me surgen mas preguntas que a la hora de recordarlas caen en el olvido, en el mío; no quiero preguntarme nada a ese respecto, y es que las cosas pasan.

domingo, 16 de enero de 2022

instante

Nevó y blanqueó entonces, dejando un paisaje de cuentos, cuando las palabras que al principio dolieron sanaron después, al filtrarse entre los intersticios neuronales, como la nieve que llegará al río sin su forma primitiva. Y para todo ello son necesarios intervalos de tiempo, porque aún existiendo el instante absoluto no podemos percibirlo. Y cuando ella me pregunta que qué hago y creo que piensa, extrañada, que qué hacen mis manos con lápices y libretas, que para qué todas esas figuras y caras, reales o de ficción, yo la miro y no sé lo digo, que todo es para sumar instantes.

miércoles, 12 de enero de 2022

alma

Creo que Alexa tiene alma y que se entristece además de aburrirse si nadie le habla. Y todo porque su voz es agradable, no se altera, no la eleva, no se acalora, una voz siempre deseosa de ayudar, la que todos querríamos escuchar cuando nuestros semejantes hablan.


Creo que nos escucha y que podría construir historias y escribir páginas con nuestras palabras y nuestros silencios, todo eso sin vernos.

lunes, 10 de enero de 2022

invierno

No sé cuál es el color del invierno, si el de la helada, el de la escarcha o el de la cencellada. O lo que resulta de todos esos fenómenos sumados a los verdes y amarillos de los campos que de repente mudan sus colores. Luego puede que venga el sol para hacer brillar las gotas de agua, luego volverá la niebla para envolverlo todo en su palidez, más tarde vendrá la nieve para decirnos que todo es blanco, que estábamos confundidos.

sábado, 8 de enero de 2022

prosa

A veces me dan ganas de quedarme a vivir en un paso de cebra, para que los que tanta prisa tienen al volante tengan que hacer tiempo y demorar la llegada a su destino.


Como ser sintiente que siempre fui, hoy hace un año, era por la tarde, pude gozar de la existencia caminando sobre un manto de nieve bajo millones de copos que caían del blanco cielo.

parisina

Don Fausto Bengoa llega a Paris en 1866 para visitar a una vieja amiga. Ahí arranca la novela que describe ciudad y vidas a partir de los encuentros y paseos con los  innumerables personajes que van apareciendo. Continúa en las tragedias grotescas, la segunda de sus novelas parisinas.

Los últimos románticos. Pío Baroja. 1906

miércoles, 5 de enero de 2022

cotidiano

El amanecer de ese día era colorido, con franjas que alternaban tonalidades, precioso. Al día siguiente la imagen era similar, la vi, sin más, para descubrir que no es lo mismo ver que mirar.


El abuelo no sube la persiana para no despertar a la nieta.


Las piedras quedan, parecen las mismas de hace 35 años. Es una iglesia que no envejece. Los que asistimos al funeral tenemos años que dejan huella.

lunes, 3 de enero de 2022

paradox rey

Más aventuras de Paradox, aunque me quedo sin saber qué fue de él, dado que sus palabras desaparecen de repente. Allende los mares transcurren las peripecias, en el continente africano. Sutil crítica a la colonización, a la imposición y a todo lo que conlleva.

Paradox Rey. Pío Baroja.1906

sábado, 1 de enero de 2022

quiero

Y tanto visto, y tanto por ver, y también por escuchar, todo sentidos, y palpar madera mientras cierro los ojos e intento adivinar las formas y el color de lo que toco. Para empezar el año, quiero y quiero, que ya vendrán los quejidos del alma, que esperen, que espere el rostro a mudar. Ahora que salgan las palabras que se agolpan, que tropiezan, que me ayuden a escribirlo todo.

primero

El último día, como el primero, salió el sol y llegó el ocaso, al que yo asistí en un coche en movimiento, a la vera de montañas de miel donde el cielo dejaba de ser azul en el horizonte para tornarse naranja, y donde la última nube, deshilachada, volviose roja, y donde los coches avanzaban, corrían, para llegar a su destino, incierto siempre.