miércoles, 24 de junio de 2009

fin de curso

Acaba el curso, todos para casa, unos a descansar, otros a lo mismo, pero con tareas pendientes, todos cansados después de la batalla, unos, los más esforzados, será por eso, por el esfuerzo, para los otros, los menos esforzados, recordad que la pereza cansa y embota los sentidos. El verano, largo y caluroso, punto de inflexión para pensar. Me dirán unos, por favor, no me hable de pensar, quiero descansar, mente en blanco, no quiero saber nada de nada, que el mundo gire para donde quiera, que no me interesa lo que pase. Y yo te contesto, acostúmbrate a pensar y reflexionar, ese acto voluntario y libre que no te ofrece la libertad pero que te hace libre para decidir, para elegir como quieres encauzar tu vida y para encontrarle un sentido a tu existencia.
Un comentario final, el modelo finlandés de educación, admirado y respetado, no parece tan complicado ni difícil de entender. Una charla de la embajadora de Finlandia, invitada al tuto, no ofrece milagros ni fenómenos paranormales. No hay extraterrestres, no son genéticamente más listos, son seres humanos, mondo y lirondo. Pero estos seres humanos parecen haber asumido un sentido de la responsabilidad especial, parece que les gusta el esfuerzo, algo llamado el sentido del deber, encuentran la motivación no sé donde, pero la encuentran, y como dice una alumna, mi profesor “siempre parece feliz”. Todo ello, macerado por algo, interiorizado por la población, que se llama “igualdad de oportunidades”, me genera envidia.
Que ustedes descansen y piensen bien, yo prometo no hablar del tuto hasta Septiembre.

sábado, 20 de junio de 2009

prójimo nuestro

Ciertas noticias me llevan a gritar. No sólo es un negocio traer a los grandes fútbolistas a nuestra sociedad, el remedio contra la crisis. También los protagonistas encuentran alguna ventaja. En concreto, la letra pequeña del periódico dice que cotizan a Hacienda el 24%, en vez del 43% que cotiza un nativo con similar sueldo millonario. Mis oídos están hartos de encontrar a mi alrededor personas que despotrican contra el humilde extranjero, ese que nos quita el trabajo, asalta nuestras casas y ocupa nuestros parques hasta el amanecer, hartos de drogas y alcohol. Harto estoy de oír la palabra nuestro. Qué dificil es oir un comentario elogioso sobre su capacidad de trabajo, un halago a su sacrificio, al trabajo bien hecho y mal remunerado,...Viva la diferencia. Estoy harto de que la raza sea una diferencia, aunque como usted bien sabe, para lo que se quiere. Al deportista de élite se le trata bien, con excelencia, da igual su color, hipocresía descarada y descarnada. Dirán que es que son muy educados, generan infinita riqueza, que ellos mismos recogen y no se meten en líos por las calles.
¿Cuanto habría que haber pagado a Vicente Ferrer por su labor? Y como él a tantos otros. Que responda el ignorante de Florentino Pérez, perdon por el adjetivo, pero es que le devuelvo el calificativo que me dedicó a mí y a miles de personas más por tachar sus fichajes de inmorales.
Para terminar un eslogan, menos Florentinos y más Vicente Ferrer.
DEP Vicente Ferrer, ejemplo de Amor a nuestro prójimo, sin diferencia.

miércoles, 17 de junio de 2009

relatos

Leer a Faulkner te puede dejar con un escalofrío, ese que se siente cuando la emoción ha alcanzado el umbral, tu personal umbral para vibrar y sentir que lo oído, visto o leído está fuera de lo común o es especial. Esa corriente de placer te recuerda también tu limitación. Esa que no te permite subir ochomiles o que no te deja escribir como él, formas diferentes de muros infranqueables y humanos. Relatos escritos entre 1931 y 1955, de finales oscuros a veces, cortantes otros, finales que parecen dejar abierta una continuación que nunca llegará. Antológicos unos cuantos; si no tiene todo el tiempo del mundo para leer, busque y lea Retrato de Elmer, y después de las 30 páginas escuche a su cuerpo.
Relatos. William Faulkner (1997)

sábado, 13 de junio de 2009

monumentos

Altiero Spinelli, político italiano, uno de los "padres" de la Unión Europea:
"El país en el que es hermoso reconocerse es el que está hecho de conductas, no de monumentos".

miércoles, 10 de junio de 2009

cortina

La mano que mece la cortina es invisible. Hacia dentro y hacia afuera, la invisibilidad convierte en mágica la escena. Apenas se escuchan unos susurros, roces de tejidos suaves que rompen el silencio de la tarde, aromas desconocidos ahí afuera, restos de tarde, luces que se encienden y manos que no aparecen. La mano que mece la cortina está hecha de pequeñas hadas, seres vivientes invisibles, que chocan entre sí, y que a cada choque estallan en carcajadas, risas que generan minúsculas cantidades de energía que se acumulan para mover el aire, viento suave y calmado. No se escuchan las risas, sólo se sienten, el ulular de la tarde apaga sus voces. Se cansarán pero volverán. Se juntarán de nuevo, deseosas de jugar, hadas invisibles, pequeños seres, la primavera os debe el viento, el verano os condenará, el movimiento cesará, dormitareis, ya inconscientes, esperando que el calor se vaya, esperando la oportunidad, la mínima, para salir a jugar y a reír, la de alumbrar movimientos, la de saciarse en la tarde que precede a la noche.

crisis

En plena época de crisis, aunque las noticias hablan de que muchos equipos de fútbol de primera y segunda están mal económicamente, no se ve que ninguno abandone la actividad. Parece fácil gestionar el dinero ajeno, incurrir en gastos desorbitados y decirle a los acreedores que esperen. Se habla de 3450 millones de euros de deuda global en el fútbol español (700.000 de ellos con Hacienda). Intente usted no pagar a Hacienda y dígame meses más tarde si sigue viviendo en el mismo sitio. Interés social, eso es lo que parece que hace que sobreviva un fenómeno que va en contra del sentido común y en contra de los tiempos. No hay ERE’s en el fútbol, no hay despidos, no hay bajadas de sueldo. Todo lo contrario, se anuncian cantidades desorbitadas en fichajes. Llega el ser superior anunciando el resurgir de la ilusión madridista. Todo a base de millones, inmoral a todas luces, ya nadie se acuerda de la moralidad. No veo ruedas de prensa solidarias con los parados. No veo declaraciones públicas de austeridad. No, esto es otro mundo, alejado del maldito control de esas empresas que despiden trabajadores aún teniendo beneficios. Y si hay problemas, el interés social movilizará a las instituciones públicas. Todo por salvar al equipo del pueblo, ciudad o comunidad. Todo por salir en la foto. Todo a cambio de lucir banderas y escudos, orgullo del pueblo o nación. Todo con el dinero que le niegan a los servicios públicos. Claro que los que tenemos la culpa somos los espectadores, que buscamos dioses para sustituir a los que nos enseñaron y en los que ya no creemos. Encontramos dioses enfundados en camisetas, blancas y de colores, que nos hagan olvidar lo absurdo que puede llegar a ser esta vida, que nos hagan ser parte de esa masa que aplaude al próximo y blasfema contra el rival, que se juega la vida en cada partido, que llora la pérdida, que vibra en la victoria. Identificación absurda, roja, gualda o albiazul. Los dioses están llegando, por lo menos a Madrid, su amigo, el ser superior, los está llamando. Oiga, y a mí me gusta el fútbol, qué dirán los que lo odian.

missie









Las dos fotos retratan a la misma persona con una diferencia de seis años. El ser humano envejece a cada paso que da, pero biología aparte, hay algo más en el segundo retrato que parece huir de la escena. La mirada se ha transformado, ya no es esperanzada y abierta. Ya ha visto demasiadas cosas, ha convivido con el mal, con la muerte diaria, con los bombardeos incesantes sobre Berlín, con los sótanos que no dejan dormir, con el humo y el olor a gas, con el hedor de la muerte invisible, sepultada bajo escombros, con el hedor de los heridos cuando trabaja de enfermera al final de la guerra. Aristócrata rusa que encuentra trabajo en una Alemania gobernada por la locura, amiga de algunos integrantes del círculo que intentará matar a Hitler el 20 de Julio de 1944, Missie verá cómo muchos de sus amigos serán perseguidos y ejecutados tras el fallido intento. Ella misma teme por su integridad. Sobrevivir es sinónimo de fortuna, de no estar en el sótano equivocado o de no volver al punto donde te esperan. Puro azar, Missie consiguió salir con vida, casarse con un oficial norteamericano y continuar viviendo. No hay alarde literario, hay hechos, contados cual relato informativo, hechos duros, pareciera que la autora creara un inmenso vacío entre ella y su escritura para no volcar toda la rabia o todas las lágrimas sobre el papel, pero sin evitar que su mirada se entristezca a cada paso.

María “Missie” Vassiltchikov, Diarios de Berlín (1940-1945). 1985

roland garros

No me gustan los deportistas que se quejan, inventando excusas cuando las cosas van mal. El deporte no debe de dejar de ser aceptación de la norma básica de que unos ganan y otros pierden. No me gusta que los que rodean a los protagonistas también se quejen, incluyendo entrenadores, managers, … Dice el manager de Nadal que el público de Roland Garros es estúpido. Creo que se equivoca porque quién generaliza suele errar. Lo que yo no soporto de Roland Garros no es que no apoyen a Nadal. Lo que no soporto son los aires de grandeza de algunos de aquellos que se sientan en las primeras filas y palcos, aquellos que exhiben sus mejores galas, con trajes impolutos, sombreros y joyas, demostrando año tras año que sólo ellos pueden estar ahí para pagar la entrada. Ostentación que me recuerda a las infinitas entregas de premios que pueblan la tierra, tipo Oscar de cine, Goyas españoles, no sigo. Glamour le llaman unos, trajes de diseño, bellezas, modelos a seguir, simpatías infinitas, vaya problema es ser feo y pobre. Para ellos no hay finales en Paris ni pasarelas en Madrid. Nos quedará el ejercer de palmero en ambas, viendo la tele claro. Empecé hablando de quejas. Esto no lo pretende ser. Esto es la constatación de una realidad que a veces es sinónimo de pan y circo, de desvíos de atención, de no poner nuestro foco allí donde merece la pena, de desidia mental. Para postre, luego vamos y no votamos en masa. Pues eso, que cada palo aguante su vela.

sobre la mudez

El líder iraní, Alí Jameneí, ha declarado lo siguiente tras el discurso de esta semana de Obama en El Cairo: “Las palabras y los discursos no producen cambios”. Que le pregunten a un mudo la revolución que supondría en su vida poder hablar la palabra. O mejor, que les pregunten a los disidentes iraníes que son prisioneros del estado, precisamente por hablar. La palabra es el origen de todo, primero idea o pensamiento, después, hablada o escrita, difundida a los cuatro vientos, interiorizada por multitudes, motor de cambio. Quizás lo que le duele a Jameneí es verse derrotado precisamente por la palabra, que aunque sea en diferido, ha llegado a millares de hogares de su país. Quizás se acaba su discurso oscurantista y dictatorial. Quizás ha descubierto la superioridad moral en su teórico rival. Quizás él también debiera enmudecer de vez en cuando o de tarde en tarde, para dejar hablar a su pueblo.

jueves, 4 de junio de 2009

entre hastíos y repartos

Llega la hora de las elecciones europeas. Y con ellas las promesas de cambio. Y con ellas la decepción en los votantes. Entiendo al posible votante que no quiere acudir al colegio electoral. Entiendo su hastío y su enfado por recibir más de lo mismo durante la campaña. Pero no lo comparto, votar es lo único que nos queda aparte del pataleo. Y el pataleo vale para poco. Así que si alguien lee esto antes de las ocho horas de la tarde del domingo 7 de junio, acuda a votar. Su conciencia y su corazón se lo agradecerán. Usted habrá dejado hecho parte de su trabajo de ciudadano. Decía que entendía el hastío porque los titulares de la campaña entre los dos grandes se deslizan a veces hacia el esperpento. Sobre los grandes temas se suele pasar de puntillas. El periódico El País expone gráficamente el gasto sanitario por habitante en Europa. No salimos bien parados. A la cola de los grandes de Europa, ahí es donde se encuentra España. Eso explica lo que sucede diariamente en nuestros hospitales, con colas para todo, citas, operaciones, diagnósticos y demás. Un ejemplo real de hace poco, visto y oído de cerca, dos meses y medio para un scanner, prueba de diagnóstico clave para quizás llegar a tiempo a salvar la vida. Los dos puntos claves para la mejora son una mayor inversión y una mejor gestión de esta. En cuanto a la gestión, no creo que seamos menos espabilados que los que nos rodean. Así que centrémonos en la inversión, la que parte de un fondo común de ingresos que hay que repartir. Ahí está la clave, en el reparto, o quizás antes, en el dibujo o en la foto global de lo que queremos para el país, para la autonomía, para la ciudad, etc.… Por ejemplo, aquí tenemos una extraña obsesión por organizar grandes eventos deportivos, demasiado a menudo. Buscamos con ahínco mundiales, europeos, olimpiadas, creando, entre otras tantas cosas, instalaciones que sabemos positivamente que luego no son accesibles al gran público. Gastamos dinero en visitas, presentaciones y grandilocuentes cenas para convencer a los insobornables jurados, que no acompasan el ritmo de austeridad obligada que acompaña a tantas familias. Por si fuera poco, nos vamos de maniobras a Santander para celebrar el día de las fuerzas armadas, desplazando a miles de soldados allí. No importa el gasto o no parece importar. Celebre usted la festividad de otra forma, más austera. Son sólo un par de ejemplos, habría más, con tendencia al infinito. En algún momento de mi vida me he perdido algo, algún discurso, posiblemente, donde explican que palabra y obra no es obligatorio que vayan de la mano. Por favor, vote.