viernes, 23 de diciembre de 2022

reno

Debiera contar un cuento de renos blancos con ojos azules y piel suave que comen líquenes, los que arrastran el trineo aparentemente sin esfuerzo y paran para descansar y mueven sus cabezas pareciendo exhalar niebla. Uno hasta puede que tenga la nariz roja. Todos tienen un nombre que he olvidado. Todos debieran seguir avanzando por entre los campos nevados, rodeados por la claridad y los árboles blancos, hasta alcanzar su destino.
Debiera contar ese cuento, uno entre tantos, y velar vuestros sueños. Y yo cerrar los ojos para que el sueño continúe.

domingo, 18 de diciembre de 2022

postmundial2022.1

Nada más acabar el partido uno de mis hijos dice que nunca dejará de jugar al fútbol. Eso es lo que tiene este juego, que cuanto más tienes más quieres. Yo también volvería a los 27 o a los 17 o a los inocentes 7 para correr tras el balón. 

Qué decir después de este espectáculo. Una vez más el fútbol generando emociones, alegrías y llantos. Un partido cuyo guión parece de película de suspense. Un gol, otro, una parada milagrosa y Messi agarrado al trofeo y la Argentina que vibrará por un día o por muchos, hasta que se les acabe su verano y les vuelva su fútbol de cancha. Mientras, los niños, con el diez a la espalda o no, jugarán con más alegría que nunca y cansados soñaran con goles y se despertarán pellizcándose el brazo, que es cierto, que Messi la levantó.


Y esto es todo, se apagaron las luces. Mañana la gente hablará de ayer y del futuro que es nuevo cada día y que tapa todo lo anterior poco a poco.

viernes, 16 de diciembre de 2022

persiana

Y me pregunto si esto es todo y la respuesta es fácil. Esto es nada, todo lo demás está oculto, enterrado, vivo, al acecho, esperando, preparado para manifestarse a poco que lo intente o a poco que me cruce con alguien o que oiga una persiana subir, o a poco que me pare para ver sin ver, como los locos, en medio de una calle que no lleva a donde quiero ir.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

mundial2022.7

En las semis todo está tan cerca que a veces llegan los miedos. Y como en todo partido hay carambolas, suerte diversa y emoción. Y la albiceleste que está a un paso de alcanzar la orilla. Y Marruecos que lucha, lucha y lucha, que asombra a veces con un ánimo que no decae y que a pesar de todo cae ante los actuales campeones. Las lagrimas siempre en la grada, tan alegres como tristes, todo ello antesala de una final que se presenta apasionante, abierta y siempre emotiva.

martes, 13 de diciembre de 2022

sillas

Las sillas para ellos, la calle para los niños, para jugar, ellos charlan, al fresco, nosotros corremos, puede que hasta chillemos, que nadie duerme todavía, que hace calor, que la calle se llena de tertulias infinitas. No hay nada como jugar en una noche de verano con pantalones cortos.


Soy niño y desde abajo, desde el suelo, curioso, pequeño en tamaño, miro, veo las piernas de todos, sus caras están lejanas, sus cuerpos de gigantes se me antojan picos imposibles; ahora, un poco más arriba, sentado, sin elevar la cabeza sigo viendo las piernas de aquellos que cruzan las calles, con ese movimiento perfecto, inconsciente, que alterna piernas, izquierda y derecha.

costera

Algo es diferente. O todo es diferente en esta novela que amanece en la ciudad costera donde llega Berg, el que cambió su nombre por Greb. Hay locura, disparate y acción, como en esas obras de teatro donde se abren puertas y se cierran y así indefinidamente. Aunque también hay un exterior de mar, agua y muelles que las gaviotas sobrevuelan, todo ello en movimiento. Y cartas que se cruzan en el correo y que reducen la velocidad, que aportan pasado a los personajes, que pretenden poner en perspectiva por qué llegaron hasta aquí, a este refugio momentáneo. Aparte de recomendarla no puedo hacer otra cosa.

Berg. Ann Quin. 1964

domingo, 11 de diciembre de 2022

cromo

Cromo troquelado, si destroquelas encontrarás tu premio; además es adhesivo, de Cropan, de pastelitos. La ventanita abierta te permite enviar un cupón para ganar un reproductor de vídeo, año 1984. El afortunado no envió el cupón ni pegó el cromo. Pero lo firmó, se llamaba Roberto. En el mismo libro encuentro un incompleto recorte del Diario de Burgos, 1990. A saber si el lector de la última década del XX sería el mismo que se comió un pastelito años antes, y que volvió a abrir las páginas de este apasionante libro para releer algo o el todo.

mundial2022.6

Un descanso antes de los cuartos. A la par despegaron algunos aviones que vuelven a casa llenos de dudas. Un futuro por decidir y un posible cambio de nombres en aquellas selecciones que no obtuvieron el resultado esperado (y no me olvido que sólo gana uno).


Todo es cuestión de expectativas. Para aquellos que las tenían muy altas la desilusión o desolación es grande. Sobre todo teniendo en cuenta que fueron superiores, que fueron empatados en el último suspiro, que se fueron a penaltis, que llegó el poste o el portero y entonces todo se tornó tan negro que no querían abrir los ojos. Para otros no había expectativas, simplemente van paso a paso, luego se abrazan y sus aficionados que pueblan media Europa, trabajadores emigrantes, sacan su bandera y se sienten orgullosos. 
En los pronósticos nadie hubiera acertado estas dos semifinales.

jueves, 8 de diciembre de 2022

grada

Y nuestro fútbol necesitaba al otro, se alimentaba del de los mayores, del de verdad. Y allí íbamos a verlos, al campo, nunca estadio, y en casa leíamos o veíamos, y después todo era emulación en nuestros particulares campos, todo era querer ser como aquel.


El humo salía de las gradas, ascendía, no era niebla, eran cigarros y puros en ebullición.
Había insultos e imprecaciones, cosas que hoy se considerarían políticamente incorrectas (todos sabemos que desterrar esos comportamientos es como ponerle puertas al mar). Y los ánimos de la afición eran muy particulares, se animaba si el equipo hacía vibrar un poco al aficionado. No era gratuito como hoy en día donde parece que muchos aficionados van a perder la voz antes del pitido inicial. Si las cosas iban mal se llegaban a sacar hasta los pañuelos blancos, pidiendo dimisiones. En el peor de los casos, sobre todo para enjuiciar la labor arbitral, se llenaba el campo de almohadillas, no olvidemos que el cemento de la grada era frío (qué pensarían los que tenían que recogerlas). 


Al otro lado, en la tribuna opuesta, estaba el marcador simultaneo, manual, con operario de radio en mano, donde aparecían los goles de los otros partidos, porque todos empezaban y acababan a la misma hora. Así pasaba la tarde, hasta el domingo siguiente que tocara partido.

escogidas

Recopilación de extractos de algunas de las obras publicadas hasta la fecha, 1917, con breves reseñas del autor sobre los orígenes de los relatos, las circunstancias que rodearon su escritura, etc, así como una interesantísima autocrítica sobre cada uno de las obras presentadas.


Páginas escogidas. Pío Baroja. 1918

miércoles, 7 de diciembre de 2022

mañana

No es fácil leer un libro de un tirón, más bien en dos, en la misma mañana. El tamaño y el tema casi lo exigen. Novela corta que acontece en tres días y dos noches con padre e hijo que se encuentran quizás por primera vez en una extraña ciudad. Bonita.


Las tres de la mañana. Gianrico Carofiglio. 2020

terraza

La terraza es un mundo aparte, con plantas que regamos, con flores rojas, todo lo demás es verde, con macetas que a veces desbordan, con pequeños riachuelos que dejan restos de tierra, con suelo que refrescamos, con niños que juegan a mojarse, con pinzas que forman pistolas o trenes, con patio abajo que nos sirve para practicar la puntería, con rombos grandes en la valla maciza y blanca, desde los que descubro otras formas. Y pasado el tiempo el sol se pondrá y las sombras vendrán y los olores se fundirán y los tallos de algunas plantas se acariciarán.

velocidad

A veces resulta muy fácil colocar u ordenar palabras en frases, expresarse y volcarlo todo. Le pasa a la autora. Lo leo deprisa porque el texto te incita a ello, hay velocidad en todo lo que dice. Así que paro a la mitad y elijo empezar de nuevo y poner ese punto de mayor atención, y esperar. Así se van sucediendo los seis capítulos de esta memoria o auto ficción como otros lo llaman. Y es que como dice ella escribir es recordar y recordar es un acto imaginativo. 
Y en esos recuerdos hay de todo, parte de lo vivido en su corto periplo, hay culpa, amigos, parejas, relaciones con ellos y con ellas, violencia sexual y todo lo que eso significa, y mucha reflexión, y un darse de cuenta de las cosas y un querer contarlas. Y por parte del lector toca leer y reflexionar también. Sorprendente.


Cambiar de idea. Aixa De la Cruz. 2019

martes, 6 de diciembre de 2022

mundial2022.5

Dieciséis equipos en octavos y pasaron ocho. Los otros pudieron irse a llorar al cuartito, como decía un aficionado uruguayo en la ronda previa, o pudieron no llorar, tan sólo callar y esperar mejores minutos. Y me refiero a jugadores y aficionados, que los hay de lágrimas fáciles y hasta de olvido fácil.


Vuelve la prórroga y hasta los penaltis que finalizan cuando un tropel de jugadores corren a abrazar al héroe.


Avanzan los esperados menos uno y ese uno resultó ser España. Muro infranqueable, penaltis malditos, etc. No hacer demasiada leña del árbol caído siempre parece una buena opción. 

A futuro se avecinan duelos que fueron historia y que hoy son presente de noventa minutos.

movilidad

Es difícil no decir algo, tanto es así que cada vez que piso las calles o las recorro en coche la necesidad aumenta. Como aquella canción que decía de alguien que quería ser el niño en el bautizo y el muerto en el entierro, así veo yo a los dirigentes de esta ciudad, Vitoria-Gasteiz, en cuanto a su ordenación del tráfico y de la movilidad ciudadana. También se podría decir que quieren ser verdes, blancos, inmaculados, o cualquier color limpio pero acaban siendo grises en cualquiera de sus tonalidades. Y es que quieren contentar a todos, ecologistas, ciclistas, peatones,…Y es que adentrarse en las calles llega a ser laberíntico y poco claro. Será mi edad, será la niebla mental que me invade, pero es tal la profusión de líneas marcadas en el suelo, blancas y amarillas, pivotes, señales, raíles, carriles, semáforos, etc, que uno no sabe a veces para donde mirar o por donde circular, todo con el objetivo de no ser atropellado o embestido por un patinete, peatón, bus o tranvía. En fin, todo limpio y cristalino para facilitar la vida al ciudadano, todo para ser algo aunque no sepan bien que quieren ser.

veleta

Hay preparativos e intrigas en el país vasco francés. Entre Bayona y Ustaritz se desarrolla la acción. Hablamos de la conspiración liberal de 1830. Muchos personajes que se reúnen y hablan, buscan apoyos, también hay rencillas. Pero no aparece el hombre de acción, Aviraneta.


La veleta de Gastizar. Pío Baroja. 1917

domingo, 4 de diciembre de 2022

portales

Ni calles desiertas ni aceras solitarias, tan sólo portales huérfanos de luz, tan sólo escaleras a tientas, peldaños fríos. Y todo para caer luego, mejor, dejarme caer sin vértigo y esperar que alguien acoja mi cuerpo y me envuelva, los ojos cerrados, abiertos un momento antes de sentir unas manos, de alguien que no veo o no reconozco, que ni su olor ni su tacto me es familiar, ni sus palabras dichas así, de esa manera, tan impersonal, sin pasión, como si fuera anormal amar a alguien que sólo quiere ser amado.

simples

Hay cosas que no han cambiado, una de ellas el fútbol aficionado donde a pie de campo se ven cosas que no se ven en la tele y donde sobre todo se oye el juego. Si me oyera a mí mismo podría hacer algo cuando me entran ganas de ordenarlo todo y de controlarlo todo. Pero a veces me hago el sordo o será que lo inevitable manda. Como manda el deseo, como manda lo que se muestra y lo que se esconde. Como se esconde lo que olvidé antes, desvanecido en la memoria, quizás por el viento incesante, quizás por los deseos de escribirlo todo, quizás porque me debato en frentes que me consumen. 

Y ya me quedo en líneas simples que se suceden como si nada pasara.

viernes, 2 de diciembre de 2022

cocina

Ellos de espalda, cocinando, haciendo las cosas que se hacen en una cocina, se giran, me dan un beso, quizás lo haga yo antes. Su ritmo es otro, su rutina es incomprensible para mí. Los picatostes listos, el chocolate también. Ayer magdalenas. Mañana porras. Y la insondable despensa que guarda tesoros no ocultos tras sus puertas, como el otro chocolate que me como en onzas o el pan en panera que se abre y se cierra.

mundial2022.4

Todo o nada, de aquí a octavos. Alguien hablará de éxito o fracaso y todo o casi todo se olvidará en unas semanas. El fútbol vive del presente.


Las noticias que llegan de Irán en las últimas semanas son tristes y preocupantes. Represión y dolor. Ahora se filtran amenazas a los jugadores y a sus familias si no hacen lo debido, que no es ganar sino evitar críticas, comentarios o cualquier acto contrario al régimen fundamentalista. Lo que transmite esa falta de libertad es algo siniestro y oscuro. Una vez que el fútbol ha acabado para ellos sigue la vida bajo el yugo, el de todos los días.


Y la emoción que no falte, demasiada a veces, hasta el último minuto. Nervios, el balón quema. Unos van de más a menos y otros al contrario, los primeros quieren hacer borrón y cuenta nueva de cara a la siguiente ronda.


Algunas sorpresas, puede ser, pero si consideramos que la historia o el nombre no es suficiente para pasar de ronda podríamos confirmar que el césped pone a cada uno en su sitio.

jueves, 1 de diciembre de 2022

pastoral

Novela entretenida y adictiva. Un sueño que era tal, que chocó con la realidad. La estabilidad tambaleándose. Una familia americana en problemas. Un cuento de hadas inacabado. Se llega tras múltiples vueltas, desde un narrador que no es otro que Nathan Zuckerman. Parece que el relato va por un lado, giro inesperado después, todo para llegar a nuevas sorpresas, todo para llegar a un final no esperado.


Pastoral americana. Philip Roth. 1997