sábado, 30 de julio de 2016

el mundo de sofía



Creo recordar que fue un libro vendido y leído. Lo hago ahora, muchos años después. Historia de la filosofía contada a los jóvenes, con ese marco de niñas que se acercan a la adolescencia y padres o adultos que les guían. Enrevesado el marco, me llega a aburrir. El recorrido por los filósofos es interesante aunque al final también me cansa. Didáctico, quizás para otro momento.

El mundo de Sofía. Jostein Gaarder. 1991

circuito



El circuito interior es una circunvalación de México DF. Dicen que conducir o manejar no es fácil allá. Me gustaría descubrirlo. El circuito interior quizás sea también esa maraña que recorre nuestro cuerpo. Pueden ser venas, arterias, vasos, nervios. Pueden ser ideas, almas que van y vienen. El autor vive un duelo tras el fallecimiento en accidente de su pareja. Vive a caballo entre el país centroamericano y Estados Unidos. Recuerda y aprende a manejar. Todo ello no para superar el duelo, sino para vivirlo y asentarlo. Para recorrer y dar vueltas a su circuito interior. La realidad de México es inevitable. Francisco habla de la capital como isla dentro de un volcán de violencia y corrupción. La capital como foco que pueda alumbrar la posible resurrección de un país. ¿Dónde está la esperanza? El padre Solalinde dice que está en la juventud y en las mujeres. ¿Y que esperar de la política? La capital como bastión contra el PRI, corrupto, dicen todos, asociado al narcotráfico. Ebrard, antiguo alcalde del PRD fue importante. Su sucesor ahora, Mancera, dicen que se acerca poco a poco al PRI. Hace tres años desaparecieron trece jóvenes de una discoteca de la capital. Algo sin precedentes. Aparecieron asesinados. Luego las mentiras y dilaciones. Curiosamente el 23 de julio de 2016 sale sentencia contra dos de los acusados. 520 años que nunca cumplirán. El problema es estar en el sitio equivocado. Pero no se llega al fondo del asunto. Fuera del DF el caos, la impunidad y la muerte. País que atrae y da miedo. El atractivo está en su capacidad de vencer al mal, de formar una nación “normal” donde se pueda confiar en las instituciones, aun no siendo perfectas. Frustración, rabia, desesperación, llamadas al cambio. Hay que reinventar este país. Vuelvo al libro, nunca me salí de él. Luchador el autor y esperanzado.

Francisco Goldman. El circuito interior. 2015

presentación


Cincuenta años cumplió el centro el año pasado. Inaugurado en 1965. La calle, llamada de la Cruz Blanca, porque llevaba a una cruz ya desaparecida que se encontraba a la altura de la avenida. Quizás estuve tres años y recuerdo que ellas se llamaban Sor María del Puy, Sor Rocío y Sor Gloria, las monjas que cuidaban de nosotros. Eran hermanas de la Presentación de María, congregación fundada por la francesa María Rivier. Recuerdos de siestas, patio y culebras. Las primeras eran artificiales, de bajar persianas, y convocar a los sueños. Y apoyar o recostar la cabeza sobre un antebrazo, el izquierdo, o el derecho, y hacer que se duerme, o quizás dormirse de verdad. Es cierta también la foto de colegial con corbata y uniforme. Es cierto también que allí tomé la comunión, la primera. De blanco y marinero. Y son ciertas, de ese día, algunas imágenes. Como la iglesia de bancos oscuros, como la presencia de mucha gente. Como los nervios. Es cierta la culebra, una de tantas que vivían en las altas hierbas de la trasera, que quizás fue huerta después. Y que quizás matamos con palo. E inolvidable es el fútbol y mi balón, de goma plástico, que se pinchó algún día. Uno llevaba balón y todos jugábamos. No sé si llevé mas. Sé que corríamos y que a veces el esférico saltaba la valla y algún paseante nos lo devolvía de vuelta. Agradecidos nosotros. Escaleras hacia clase. Suenan canciones. Cantando se llega a Dios. Y el mes de las flores, que es el de la Virgen. Y mas pupitre que sirve para el dibujo, y una de aquellas monjas, creo que Sor Gloria, que decía que dibujaba bien, pero en pequeñito. Que tenía que hacer mas grandes esos dibujos. Grabado en la memoria. Hoy dibujo y trazo caras, con sus ojos, con su boca, con nariz y orejas. Ya son grandes, pero no quieren salirse de la hoja. Y a veces todavía me acuerdo de ella. Siempre con la cabeza cubierta, con algunos cabellos que se entreven. Con gafas, agachándose para ver el dibujo pequeñito, el que yo sólo alcanzo a ver, con la cabeza en posición inclinada, con los ojos que no distinguen de cerca o largo, plenos de enfoques. Dibujos que hago a escala del mundo que veo, tan pequeño todavía.

pío felipe


Pío Felipe. Emprendedor abulense que llega a Vallecas con cinco años, 1867. Recogiendo chatarra y basura se hizo popular. Una calle lleva su nombre y el parque (del Tío Pío) desde el que se disfruta de una espléndida vista de Madrid. Entonces un cerro, enjambre de chabolas y cuevas. Los escombros de los derribos se rellenaron de tierra. Luego creció la hierba. Las siete tetas o colinas que atraen diurnos y nocturnos. Muchos perros, sueltos, que siembran el lugar a su manera. La teta mas solicitada, alta, y redondeada, alberga a fotógrafos y curiosos. El sol a punto de ponerse. Se va rápido. Fotos y frescor. La noche sorprende, el viento llama a las rebecas. El panorama se llena de luces sobre todo hacia el sur y suroeste. Enjambre de vida iluminada. Hacia el norte, los grandes edificios, las torres y el pirulí. Menos luces. Estrellas sin luna. Aviones huidizos. Silenciosos. Hierba para rodar. Cuerpos o películas. Así desde 1987, cuando fue inaugurado. Es Vallecas. Es Madrid. Espacios desconocidos de una gran ciudad que esconde otras posibilidades. Lunes de fiesta, la de Santiago, el apóstol. Los peregrinos llegan a Galicia. Nosotros nos acercamos al Caixa Fórum. Exposición de la fundación de Duncan Phillips, de Washington DC. Se puede visitar allí desde 1921. Y temporalmente aquí, obras maestras. Impresionistas y modernos. De estos últimos mejor no hablar. De los primeros resaltar los colores de Degas que dan cuerpo a las bailarinas en la barra, obra que inaugura el XX. A Modigliani se le reconoce poco a poco. Retratos un tanto infantiles, deliciosos. El nombre de la protagonista escrito en el margen superior izquierdo. Se llama Elena Povolozky y data de 1917. En otras salas otras exposiciones. Algunas tienen nombre y les falta el alma. El alma de la Povolozky nunca estará en esas excentricidades que ocupan espacio y se adquieren con el dinero de nosotros, como lo que hace esta entidad bancaria a través de su fundación. En fin, el arte de unos y otros. Será mi mirada distorsionada o corta o poco abierta. Juan Muñoz falleció joven, a los 48 años. Dejó Tierra baldía. Diferente y enigmática. Paseamos, hacia un rastro mínimo. Festivo pero poco activo. Los puestos escasean. Se vende de todo. Calles semivacías todavía en el centro, con restos de fiesta nocturna. En la de Huertas está la casa donde nació Daniel Urrabieta Vierge, dibujante, 1851. Hay que alzar la mirada para ver la placa. Digo alzar y ver. Algo que no se lleva últimamente. Ensimismados como muchos van. También hay que hacer lo mismo para ver las placas de las calles. Una de ellas es la de Juanelo Turriano, ingeniero e inventor. Relojero de Carlos I e italiano. Murió en Toledo. La muerte en el cine suele ser breve. Muchas veces violenta. Se pasa pronto. No hay muchos ejemplos de muerte bien tratada. En esta película se sabe cercana. Pero no llega. El metraje no da para ello. Es lo de menos. Se vive sabiendo que llegará. Pronto. La enfermedad que sirve para despedirse. Magistral Darín. Su perro se llama Truman, la película también. El rato se pasa rápido, buena señal. Aunque los ojos se humedezcan, a menudo. Hacía tiempo que no lloraba tanto. No les diré cuanto. No se la pierdan.

martes, 19 de julio de 2016

fundaciones



Historia de un viaje espiritual a través de ciudades y pueblos, en carros que no conocen mas que polvo y barros. La Santa fundando, se le llama de aquí, o de allá. Nobles que disponen de dinero para fundar, monasterios de renta. O si no lo hay, se funda el de pobreza, el que vive a expensas de limosna. Ella prefiere estos últimos. Amar mucho, dice que es la oración perfecta. En provecho del alma. Obrar y padecer en provecho del prójimo. Todo ello enfrentado a la soledad del pensamiento. Hay mas arrobamientos, hay mas enfermedad, “que cosa es la enfermedad que con salud todo es fácil de sufrir”. Siempre esperando a Dios, que hable en la oración, siempre a la escucha. Palpando y sintiendo la voluntad del que todo lo puede y que también anula al diablo, que todo lo estorba. Escrito en ese castellano antiguo, difícil de entender muchas veces. Frases construidas de aquella manera. Otros tiempos, los mismos cielos, otros caminos, la historia de hace unos siglos.

Las fundaciones. Santa Teresa de Jesús. 1576