Entretenido relato.
Ciudades de Italia. Pío Baroja. 1949
Entretenido relato.
Ciudades de Italia. Pío Baroja. 1949
Sea climatológica o astronómica la primavera asoma o asomó, y deja agua que todo lo inunda, rayos que iluminan, truenos que explotan, ruidos de la lluvia cayendo, agua que nunca está de más y que empapa la tierra que a veces rebosa y deja charcos para que los niños metan sus botas de colores tanteando fondos de mares. Todo se ve detrás de los cristales o sin ellos, piso los verdes, son colores de hojas y tallos que viven bajo cielos grises que olvidaron los azules.
La autora es coreana, la historia es real, los dibujos son en blanco y negro, son simples, hay muchas ramas de árboles que nadie sabe si mueve el viento, hablan del viento de la historia que todo lo arrasa para muchos, también para la protagonista de este libro que confiesa no haber sido nunca plenamente feliz. Lee Ok-Sun es dada en adopción por sus padres por no poder mantenerla, son tiempos de la ocupación japonesa de Corea (1910-1945), tiempos de miseria y hambre. Será explotada, engañada y en 1942, con 16 años, raptada y llevada a China, que llevaba en guerra con Japón desde 1937. Allí y durante tres años vivirá en varias estaciones de consuelo o recintos de explotación sexual del ejército japonés. Esclava sexual, trabajadora forzosa. Le seguirá otra vida, un reencuentro amargo con su familia anterior y la denuncia para exigir perdón y reparación.
Hierba. Keum Suk Gendry-Kim. 2017
Algunos ya leídos, otro muy breve, Biquette, de anhelos y deseos; el estanque verde es una variación de una historia ya contada en el puente de la ánimas. El hada aparece al final.
Otros cuentos. Pío Baroja. 1941
Muchas personas esperando en la consulta del médico. Yo me voy, siempre lo he pensado, hoy lo hago, cansado de las esperas infinitas. Otras personas, a escasos metros del hospital, desafían frio y llovizna porque saben que en un rato les darán de comer, el pan suyo de cada día; enfrente de la caridad, unos adolescentes, en su descanso de lo que sea que estudien, se mofan del descanso que piden los futbolistas del equipo llorón. Luego veré que en el estadio de ese equipo más gente espera su turno para visitar el estadio, ni siquiera para ver un partido, dinero para las arcas. Avanzando sin echar la vista atrás me sorprende un pobre chaval que se juega el tipo llevando un paraguas en la mano izquierda a la vez que pedalea en una bici municipal por calles llenas de obras, baches y coches, dan ganas de quitarle ambas cosas. Y ya pensando si estamos todos locos, finalmente, veo a un señor que camina tan despacio que no llegará nunca, también con paraguas además de con bastón, y al acercarme y sobrepasarle veo que sus zapatos albergan unos pies cansados y desnudos.
Novela de castigos, sufrimiento, arrepentimiento y oscuridad. En un lugar en la Edad Media el señor manda y los demás obedecen; narración angustiosa por momentos, el protagonista es un “niño deforme, contrahecho, bastardo como un perro extraviado”, y añado yo, perdido en su tiempo. Algo se me escapa en esta historia precedida de gran crítica.
Lapvona. Ottessa Moshfegh. 2022
Hay una mano que toma agua y la lleva consigo hasta que la deja caer. Toma agua de la lluvia que cae inmisericorde, aquí una gota, allá otra. Sigue así hasta que por aquel lado se abre todo para mostrar un cielo azul, el que ilumina por momentos la pradera verde y mullida, la que busco y siento, y puede ser arriesgado pensar que la vida seguirá aquí dentro de cien años con otros cantos que anunciarán la mañana desde ramas que brotaron nuevas, pero dicen los que anticipan el futuro que la luna de sangre que no vi se repetirá algún día.
Dos sainetes, muy cortos, Arlequín, mancebo de botica, o los pretendientes de Colombina, con boticario, un joven mancebo, una joven con pretendientes y mucho humor. Chinchín comediante o Las ninfas del Bidasoa, comediantes ambulantes en tres cuadros con diálogos curiosos, y una conferencia, leída en la Casa del Pueblo de Madrid el día 17 de mayo de 1926 y rotulada Tres generaciones: 1840, 1870 y 1900. La primera es petulante, retórica, muy convencida de su valor, llena de charlatanes. La segunda, lánguida y triste, excesivamente literaria, sin brío. La última impone el sentido práctico, más alegre y más sonriente.
Entretenimientos. Dos sainetes y una conferencia. Pío Baroja. 1927
Veo cañones del Colorado o de cualquier otro rio, son miniaturas de la realidad, formados en los caminos que recorro, soy tan grande que puedo saltar de una orilla a la otra y volver con el mismo gesto, desde arriba imagino, que no veo, canoas, lanchas o barcazas navegando, también pieles rojas apostados para la caza o para la emboscada, o simplemente bajando al lecho para recoger agua o instalar el campamento.
Entretenida es el calificativo, con alguna vuelta de más, con desenlace inesperado en alguno de los frentes abiertos; la parroquia trinchera de Sevilla que lucha contra tanto cuento y tanta mierda se convierte en escenario de muertes, ambiciones y deseos reprimidos.
La piel del tambor. Arturo Pérez-Reverte. 1995
Entraron ayer en el puerto varias embarcaciones, de varios tamaños, con carga general. No se despachó ningún buque de salida. Oyose el chapaleo de las olas en el puerto.
Un prólogo con secreto en el corazón, silencioso (un aire de balada). Un cuento de amigos y jarana, el charcutero. Otros ya incluidos en Vidas Sombrías. Estamos en el País Vasco y en el lado francés y aparecen las noches de brujas y los amores que triunfan en San Juan, como en la Dama de Urtubi.
Idilios y fantasías. Pío Baroja. 1918
Las palabras son otras y las formas también. Como en las cartas de mamá, un inquietante relato donde la muerte y la distancia no alejan los fantasmas. Olvidé al principio que había leído el perseguidor, luego caí y seguí con la lectura. Me encantó Final del juego, con su imprevisibilidad, su originalidad y su punto de ternura alrededor de los juegos en la vía del tren. En fin, un libro para guardar y quizás releer algún día.
Reunión y otros relatos. Fernando Cortázar. 1983