En mi paseo vi a una pareja romper en plena calle, un lo siento y direcciones opuestas, vi flores, solas o en ramos, vi manos anudadas. Fue el día del amor. Al pasar ese día siguen los corazones latiendo, algunos más allá de los límites, bajo el sol de siempre, otros despacio, embelesados, como ante una pradera verde o ante un atardecer que siempre llega.
También vi a alguien que también paseaba, pero por la mediana, rodeada de coches, de aquí para allá, sin decidirse a ir a una acera u a la otra. Por ver vi hasta a una persona indecisa en sus pasos, demasiado pronto para haber bebido y demasiado tarde para haberlo evitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario