Ellos de espalda, cocinando, haciendo las cosas que se hacen en una cocina, se giran, me dan un beso, quizás lo haga yo antes. Su ritmo es otro, su rutina es incomprensible para mí. Los picatostes listos, el chocolate también. Ayer magdalenas. Mañana porras. Y la insondable despensa que guarda tesoros no ocultos tras sus puertas, como el otro chocolate que me como en onzas o el pan en panera que se abre y se cierra.
Más Lisboa y alrededores
-
LUGARES QUE HEMOS DESCUBIERTO
*QUÉ COMER*
Lisboa está llena de lugares donde tomar un café y degustar uno de sus
dulces, por ejemplo en *A Padaria Port...
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario