Es dos de mayo y fiesta en Ávila, celebran a San Segundo, patrón de la
ciudad. Buscamos aparcamiento y acabamos en parking, las calles de extramuros
ya dan idea de la afluencia de público. Es viernes y paseamos un rato antes de
cenar. Lo hacemos en el restaurante Siglo XII, en lo que parece un antiguo
establo enfrente de la Catedral. Abundante las raciones, y buenas. Suenan las
cuatro y diez, de Aute, una de las mas bellas canciones de amor que yo recuerde.
Paseamos ya de noche camino del Palacio de Congresos, nuestra excusa para venir
a Ávila, concierto de Los Secretos. Por casualidad descubrimos la cercana Ermita
de San Segundo, al lado, donde la fiesta toca a su fin, hay cola para visitar el
sepulcro del santo en una bonita iglesia románica. Son los últimos visitantes
del día y los puestos que venden almendras garrapiñadas y poca cosa más
empiezan a recoger. Son ya las diez de la noche y el concierto empieza un rato después, con seis
minutos de retraso, el local es el lienzo norte. Serán mas de dos horas, suenan
como siempre o como nunca, bien. Sexta fila, la guitarra de Ramón Arroyo se
aprecia en los solos, profesionales ya veteranos que vuelven a dejarse la piel
sobre el escenario. La música de toda una generación de gentes ya de edad que cantamos
y recordamos canciones, y algo más, algunas de hace 34 años. Toda una vida
desgranada en acordes conocidos y en letras memorizadas. Acaban con “otra tarde”,
el sonido falla al final, pero da igual, entre aplausos y regocijo se despiden.
En primera fila alguien que va por su concierto 120, eso es fidelidad. Han sonado
muchas canciones, de amor y desamor. Me quedo con “Pero a tu lado”, himno a la
esperanza, canción que en su día pasó desapercibida pero que hoy es una de las
canciones mas demandadas por los seguidores. Ya intramuros solo se escuchan
nuestros pasos tras las murallas que protegen de todo menos del frío. Las campanas
de las nueve tocan sin cesar en el hotel Las Moradas. Después de desayunar
visitamos la Catedral. Pequeña por fuera y hermosa por dentro. Mucho turista. Las
esculturas rescatadas del pórtico principal dan fe del paso del tiempo, las
palomas, la lluvia y el tiempo han carcomido la piedra, “contra tiempo y
materia” se titula la muestra. Muy interesante la visita del templo y de las
salas del museo. La girola es diferente, gracias a la construcción con piedra
caleña sangrante. El claustro recibe a los visitantes que hacen fotos a la
tumba de Adolfo Suarez y esposa. En cuanto a obras me quedo con una Piedad,
copia de la de Miguel Angel, obra de Bautista Vázquez, 1560, y un lienzo del
XVII, una Dolorosa, anónima y oscura, que pasa casi desapercibida en un rincón,
preciosa. Las calles siguen animadas en el centro y nos dirigimos hacia el
Convento de San José (o de las madres), el primero de los fundados por Santa
Teresa. Allí estamos prácticamente solos y disfrutamos de la conversación con
el encargado del lugar, que es el casi único contacto de las hermanas de
clausura con el mundo. Allí empezó la Santa sus fundaciones, un 24 de agosto de
1562. Se visita la Iglesia Primitiva, la actual y el pequeño museo de reliquias
y arte. Nos cuentan que las monjas, 20 en la actualidad, viven como hace
siglos, sin agua corriente, sin calefacción, con un importante ayuno que dura
otoño e invierno, y dedicadas a la oración. Duermen sobre colchones de paja,
poco, y visitan al médico sólo si es estrictamente necesario. Pero son felices,
nos dice Paco. Tocan instrumentos musicales y el otro día le cantaron por su
cumpleaños. Parecen ser felices y no nos entienden, dicen que estamos
amargados, o eso reflejan nuestros rostros, cuando ocasionalmente nos ven desde
un coche. Es la una de la tarde y se les escucha rezar escondidas tras uno de
los muros de la Iglesia. Cuesta ponerse en su sitio, cuesta entender esa vida
que a nuestros ojos es monótona y perdida. Quizás todo se resuma en ese
pensamiento que expresan dirigido al mundo, ¿Qué hacéis con vuestra vida? si
ésta se acaba, nos interpelan, ¿qué hacéis acaparando cosas? La sala única del
museo teresiano alberga objetos que pertenecieron a la Santa y arte que parece
estar de más en un sitio donde el mundo parece haberse detenido. De vuelta al
centro de la ciudad la Tuna de Magisterio da color a la mañana soleada y nos
devuelve a nuestra realidad. La gente les sigue en sus periplos y paradas, a
tunos que por el aspecto ya cursaron todas las asignaturas varias veces. Alegría
y música en una ciudad que no para de recibir visitantes. Comemos unos pinchos
y antes de volver a casa visitamos el Real Monasterio de Santo Tomás. Todavía habitado
por 22 dominicos se recorre con audio guía. Tres claustros, una iglesia y el
antaño palacio de los Reyes hoy reconvertido en museo de animales disecados y
un nutrido Museo de arte oriental son el objeto de la visita. Éste último,
fruto de la recopilación de los monjes en su labor de evangelización en China,
Japón y Vietnam muestra ese arte de mundos diferentes, y tres pequeños Cristos,
mutilados y oscuros, rescatados de entre las ruinas de Nagasaki tras la bomba
atómica. El monasterio, edificado a partir de 1482 a instancias de los Reyes
Católicos se muestra sobrio y con escasa decoración excepto en la Iglesia donde
destaca el retablo principal así como el sepulcro del príncipe Don Juan, de
alabastro, hijo de Isabel y Fernando, fallecido a edad temprana. Esa tumba fue
profanada en 1809 desapareciendo los restos mortales. Alberga igualmente varias
capillas una de ellas llamada del Cristo de las Angustias o de la Agonía, talla
anónima del siglo XV ante la cual rezaba Santa Teresa, desde donde se le
impartía confesión, y donde tuvo una de sus visiones de la Virgen y San José. A
la salida pasa un tren turístico, demasiado deprisa, ni siquiera para atisbar la
placa que en la entrada muestra las palabras que el fraile Montesino
pronunciara en el Nuevo Mundo en defensa de los derechos de los indígenas, en
1511. Él salió de este convento. Es hora de volver, cansados, pero con música
en los oídos y palabras en el corazón.
Berenjenas rebozadas
-
Asar las berenjenas enteras en el horno. Dejar que se enfríen y quitarles
la piel dejando la parte de arriba como en la foto. Hacerles unos cortes y
estend...
Hace 4 semanas
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