Las montañas que yo veía cuando era pequeño pararon de crecer. Yo crecí, poco, pero lo suficiente para pensar en alcanzarlas, nunca subí a ellas. Hoy, el manto que las cubre, árboles y vegetación, estaba más verde que nunca, todo lo que rodea la nacional 1 parecía agradecer las aguas de Abril con colores vivos e intensos, en contraste con nubes y tímidos azules de cielo. Esas montañas, a la salida del desfiladero de Pancorbo, a mano derecha de camino a casa, no se moverán de ahí. Imagino que la nacional seguirá alejando y acercando almas, y puedo también imaginar que en algún momento yo dejaré de transitar esa parte de mi vida.
lunes, 10 de mayo de 2021
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