domingo, 8 de mayo de 2022

vocal

Sin poder escribir de derecha a izquierda, sin poder hacer lo que hacen otros, anoto el número del día fuera de lugar, escorado al borde de una hoja que ya no presenta margen para escribir ni siquiera una vocal, la más pequeña sería la i, pero ni esa, en modo palote, en modo mayúscula, podría habitar ahí. 


Y dicho esto, dónde está la tarde, dónde queda, ya veo que azulea sin nubes de Springfield que la hagan irregular. Y abajo los campos de colza y los verdes no reflejan los azules, todo es color, es todo canto de pajaritos, pero es una tarde que se me antoja inerte, somnolienta, preludio, antecedente de las que vendrán, llenas de moscas y letargos, de horas de luz, de noches cortas, de sillas en la calle, de conversaciones y suspiros.

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