martes, 8 de abril de 2025

luminoso

No se nos había olvidado que los cielos son azules. El día es luminoso, el sol está entero y sin cortes, las aguas crecieron, los campos circundantes están anegados, imposible seguir el camino de antes, al fondo la nieve habita las cumbres, está de prestado, las aguas seguirán llegando. Me gustaría eternizar esas vistas, esperaré que la retina hable con la memoria, a ver qué consigue. 

lejanas

Empezamos con las familias enemigas y los amores entre dos personas cuya familias llevan años enfrentadas, la historia siempre pasa factura de alguna forma, estamos en la primera guerra carlista, sangre, luchas y odio. Le sigue La caja de música, tiene sorpresa, el escenario es París.
Son relatos cortos, escuetos, para leer en unos minutos. En los herejes milenaristas nos iremos a Durango y en los espectros del castillo acabaremos entre las nieblas de Inglaterra buscando fantasmas.
Historias lejanas. Pío Baroja. 1939. 

aplausos

Se sigue aplaudiendo mucho en la tele, en demasía, por exceso, muchas veces gratuitamente, se jalea a la par, se chilla, se repite el golpear las manos desaforadamente, hasta la tontería se ensalza, hasta lo más simple, no sé si es que no entiendo o no quiero entender, o no quiero aplaudir.

siglo

Novela histórica en torno a la figura del francés Victor Hughes, político, militar y administrador colonial. Comenzamos en el XVIII y acabamos el dos de Mayo de 1808 en Madrid. Novela de revoluciones, de la Europa que sigue a la toma de la Bastilla, de rebeliones en el Caribe, de abolición de la esclavitud. Tres huérfanos se hacen mayores a la fuerza y acaban los juegos de la adolescencia, ahí aparece Hughes para embarcarlos en naves que llevan y traen ideas diferentes. Novela ambiciosa, de exuberante naturaleza y lenguaje, con reencuentros y amores.

El siglo de las luces. Alejo Carpentier. 1962

sábado, 5 de abril de 2025

cartero

Un perro de la ONCE acompaña a su dueño al teatro, él no verá pero escuchará, el can queda obediente a sus pies sin descifrar las palabras que hacen crecer poemas cuando juntan letras en el alma.


El cartero comercial siempre llama a nuestra casa. Con qué comercia, sería una buena pregunta. Pero no la haré.

Como no haré tantas otras preguntas que luchan por no quedarse dentro, que pugnan por salir a borbotones aun sabiendo que no tienen futuro.


Escribo con un lápiz sin punta. Seguir escribiendo sin colores o con colores invisibles que no se ven.


La pasada noche extravié los sueños, no me llegaron, ese duermevela que cansa, de un lado para otro, no estoy a lo que estoy.