viernes, 20 de septiembre de 2019

bamberg y algo más


Es martes de septiembre y el día se presenta soleado y fresco en la mañana.
Bamberg sorprende, por sus calles y casas, de arquitectura diferente y colorida. Hay flores por doquier, todo se cuida. También por su ayuntamiento al borde del río, con puentes de postal. Y por su catedral, con el jinete allá en lo alto, escultura de 1235. Hay tumba de Papa, Clemente II, y bonitos altares. Y un clavo de Cristo en relicario. También la sepultura de Enrique II y Cunigunda, obra de Tilman Riemenschneider (1513). Y admirables otras dos esculturas, también del siglo XIII, la Iglesia y la Sinagoga. Búsquelas, aconsejo para ello comprar por un euro la guía (la entrada es gratuita). Preciosa también la Upper Parish, con su blancura y un bonito altar de piedra colorida tras el principal. Hay casitas de pescadores al lado del río, hoy motivo de fotos. La luz acompaña. Casas que parecen mullidas, también comercio y gente. Comemos al calor de la Maximiliam Platz y vemos un mal trampantojo en St. Martin.
Queda día por delante y nos acercamos a la Basílica de los Santos Intercesores o Auxiliares (Vierzehnheiligen). En una colina, a unos 35 km. de Bamberg, dirigida por los franciscanos. Recargada en su interior con columnas de diversos tonos y muchas esculturas. Diferente. Construida sobre el lugar donde en 1446 un niño se apareció a un pastor. Posteriormente fueron catorce los santos que se aparecieron. Lugar de peregrinación, el fraile habla sobre el lugar y no le entendemos. La barrera del idioma.
Otra colina más, se divisa allá. Esta vez es la Iglesia de Kloster Banz, profusamente decorada, con frescos y altares. San Pedro y San Pablo en el altar, y figuras blancas sobre repisas, suspendidas en lo alto. Relojes en el techo. Gente, prohibido hacer fotos. En edificio anexo, que debió ser monasterio hay hoy un museo de Ciencias Naturales. De vuelta a Nuremberg el GPS no miente. Buscamos puentes, vistas y fotos. Hay sol todavía y las terrazas semi o casi llenas no descansan. Cenamos en italiano, bien, y subimos al castillo. Buena la panorámica. Al lado de la casa del pintor Durero se juntan los jóvenes a hablar y beber. Parece un botellón, controlado. La noche es fantástica, aquí al lado de la tienda de Staedtler. Se buscan latas o botellas con linternas, hablan por teléfono, comen helados. No somos tan distintos.

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