lunes, 9 de octubre de 2017

De vuelta

El domingo 24 pelean el sol y la niebla, ya saben quién ganará. Después del desayuno en cafetería que recibe a los primeros autobuses de turistas visitamos el monasterio viejo, ideal para hacer fotos. Las palomas lo habitan, algunas. Luces que entran por ventanas sin vidrieras. Claustro de otro tiempo. La visita se complementa con una exposición sobre la vida en el convento. Muy agradable. De camino a España paramos en Guarda donde se sube y se sube hasta alcanzar la parte alta y antigua. De hecho es la ciudad más alta de Portugal. Comemos en el restaurante más antiguo del lugar. Bien. Después, visita a la Catedral, hermosa por fuera y austera por dentro. Bonito retablo. Y manto eléctrico en los bancos. Queda poco que ver, cansados ya. Es hora de volver a la carretera, al atasco, a lo que llaman vida normal. Están todos equivocados.

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