sábado, 10 de diciembre de 2016

baeza y linares



Jueves, mariposas posadas en flores y bellotas sueltas. Decoran la pared blanca. Vigas de madera estructuran el techo. La anarquía de la naturaleza se contrapone al orden geométrico de la arquitectura. Sólo la piedra vista parece contradecirlo. Viaje a Baeza, corta distancia, ligera subida. Carril bici en paralelo. También patrimonio de la humanidad. Mas recogida que Úbeda. Se oyen voces de profesor que habla en la plaza de Santa Cruz. Allí para el Palacio de Jabalquinto con patio de naranjos y fuente. Bella portada. Siglo XV. Juan Guas o Enrique Egás como posibles proyectistas.  Se evoca a Machado por todos lados. Placas y versos. “… y la encina negra, a medio camino entre Úbeda y Baeza”. Y la Antigua Universidad donde el aula de Antonio Machado trae emoción. Allí dio el poeta clases de francés. Pupitres de antes, de esa madera oscura, de estrecho asiento. La pizarra y las tizas, el mapa enrollable. Su brasero y su silla. Las visitas guiadas la llenan. Nosotros la vaciamos. Silencio en clase. En la Catedral hace fresco, lo cual no quita para disfrutar de una visita completa con audioguía. Mucho que ver y disfrutar. Nido real de gavilanes llaman a Baeza. Alfonso VII en 1147 y luego Fernando III en 1227 toman la ciudad. En 1529 hay catedral gótica. En 1567 se desploma. Vandelvira inicia la reconstrucción. Una vez fallecido la prosigue su discípulo Alonso Barba. Pinturas por restaurar, muchas capillas y visita al campanario subiendo escalones con vistas de brumas, olivares y sierras. Gigante cananeo en la entrada o salida. Cristobalón. Y versos del poeta a la catedral. Paseo tranquilo hasta las ruinas de la iglesia de San Francisco. Es hora de sentarse al sol, en camisa al mediodía. En Las Vegas hay plato de garbanzos con langostinos. Tapas y vino por cuatro euros. Cuchará y paso atrás, o jornadas de cocina tradicional. Acogedora Baeza, plaza con terrazas. Tanto en Úbeda como en Baeza los difuntos se anuncian en las esquinas. Los vecinos se pueden informar de quién ya no está. Palmeras y otras especies. Columpios. El Palacio de los Salcedo es hotel y presenta un artesonado precioso, pintado. Y otro palacio, el que alberga el Nuevo Casino, donde nos sentamos a degustar otro plato. Guiso de patatas con chocos y almejas. Delicioso. La tele local nos pide opinión. Se acabó Baeza. Vayamos a Linares. Allí está la plaza donde Manolete cae mortalmente herido. Morirá en el hospital de los marqueses de Linares. El pósito fue almacén de grano, en el XVIII. La minería del plomo aupó a la ciudad, y luego la hizo caer. Pasear por Linares, tierra de artistas, Raphael, o Andrés Segovia, a las tres de la tarde, es sinónimo de turista. Cerrado porque es hora. Niños que vuelven o van, coches y paz. La plaza del ayuntamiento es poco agradecida. La modernidad le hizo un flaco favor a un espacio abierto. Quizás la culpa la tenga el parking que alberga en sus entrañas. La monumentalidad de las cercanas poblaciones no existe aquí. Iglesias y poco más. No venía de antaño, no le tocó la historia de cerca. O sí, porque paseando nos topamos por sorpresa con el museo Arqueológico. Gratuito. Sorprendente. Dedicado exclusivamente al asentamiento de Cástulo. Cercano, a unos siete kilómetros, en la carretera de Jabalquinto. El museo da mucho y promete más. Da palabras, ponderales, copelas o fusayolas e imágenes. Y nos deja la expectativa para un futuro cercano. La antigua ciudad se puede visitar, y lo haremos dos días después. Volvemos a Úbeda. Lo de marco incomparable está muy manido. Pero hay veces que es real. Iglesia de San Lorenzo, sacristía. Escasa, rectangular. Una estufa calienta y unas luces, pocas, alumbran. Alguien trajo manta por si acaso. Danzas y romances en la obra de Cervantes. Instrumentos antiguos, vihuelas, laúd, clavecín,…Emilio Villalba y esposa, Sara Marina, que también narra, son los concertistas. Clara Campos pone voz, de soprano. El resultado es fantástico. Anónimos o no, sefardíes o andalusíes. Romances, versos, notas.  Música de otro tiempo y de ahora. Poesía amorosa.

No hay comentarios: