un domingo de marzo

Las agendas perpetuas no tienen fecha. Valen para siempre. Y acumulan datos que no valen. O sí. Como un teléfono que ya no existe, de mi casa, sin prefijo. O una matrícula de un R8, la 25679. Algo para situarme en el tiempo, pero no suficiente. El calendario de fiestas habla de Caudillo y Jose Antonio, lo cual acota terreno. Y yo marco el 1 de enero como principio del año. Nada original para pretender ser agenda o quizás diario, de pocas entradas. Direcciones y teléfonos de personas de niños que eran compañeros de clase o amigos. Olvidados. Señales de tráfico a todo color y resumen de gastos en pesetas. De chicles y revistas. El 31 de diciembre es fin de año. Sigue mi originalidad. Y apunto que necesito sierras planas y redondas. La inolvidable marquetería. Aparecen hojas en blanco, las más, y notas sobre deberes a hacer u exámenes que vienen. Y santos. Y el 16 de mayo me compro el cinturón. Un día antes es el santo de Isidro y me pasan a cinturón amarillo de Judo sin examen. Dos días antes, Mercks vence en la Vuelta a España. Google me tienta, podría ya saber la fecha. Aguanto. Y llego al 18 de marzo, domingo, y anoto a lápiz,” Alavés, 2, Huesca, 2. Empezando ganando el Huesca al primer minuto y a los cuatro minutos otro y no empataron hasta el último minuto”. Acaba mi crónica. Busco en google y pongo fecha, es domingo, de 1973. Yo tengo 10 años. He ido al fútbol con mi padre. Podría asegurarlo. Han jugado mis ídolos. Dice la crónica oficial que hubo miles de aficionados y que la euforia pudo causar grandes males al equipo. Y dice también que salimos un tanto desilusionados. No sé si existía esa palabra para mí entonces. Y la crónica confirma la mía. Anotó al final Arambarri, le llamabamos "tribunas" porque a veces ponía el balón muy por encima del larguero. Gran pita al banquillo, dice también. Era tercera división, grupo II. El coche aparcado fuera, en Mendizorroza, la matrícula con VI y guion antes de los números, el color blanco. El de la agenda es gris, todavía esconde algún secreto, continuará. De momento hace frío, es marzo, es Vitoria, a casa, de la mano, quizás mas contento que un domingo cualquiera, porque mañana, 19 de marzo, lunes, es fiesta.