En
día de elecciones repetidas madrugamos para hacer escasa cola en el colegio que
acaba de abrir y cuyos componentes de mesa se desperezan o aprenden a hacer lo
que harán durante el resto del día. Parece rupestre el que todavía se tengan que
escribir uno a uno los nombres de los votantes. Sobres, dos, y urnas
transparentes para certificar que no hay algo o alguien que arrasa con los
sobres una vez depositados. En la Real Academia de San Fernando, exposición, I segni
nel tempo (los estragos del tiempo). Siglos XVI y XVII. Dibujos españoles que pertenecen
a los Uffizi de Florencia. Solos recorremos las paredes disfrutando de los
logros de lápiz, carboncillo, tinta, aguadas y albayaldes sobre papel perjurado
en su mayoría. Auténticas maravillas, plenas de técnica y talento el que
atesoran los Ribera, Carducho, Rizzi y demás. Dos descubrimientos, el de Miguel
Jacinto Meléndez y el de Juan Conchillos. El primero con un magnifico retrato
de muchacha a lápiz y sanguina. Y el segundo, utilizando lápiz y albayalde, presenta
sobre fondo azul un magnífico estudio de desnudo masculino. Tiempo después para
acercarnos a Casa Revuelta, aledaños de plaza Mayor. Su pincho de bacalao
rebozado no tiene competencia en Madrid, al menos conocida. Tiempo para ver
como la gente acude a colegios, algunos en sillas de ruedas, y ven la escalera
que no podrán subir. En la Iglesia de San Miguel, conviven la memoria de
Escrivá de Balaguer y obras de otros siglos. Placas que hablan de historia,
como en la calle Espalter. Allí vivió hasta su muerte Ramiro de Maeztu,
detenido dos días después del 18 de Julio y fusilado después. Calles que nunca
recorrí o plazas desconocidas como la del Conde de Barajas que alberga cada
domingo a pintores que exponen bajo toldos blancos. Vender ya es otra cosa. Quizás
un sueño. Tiempo, todavía mas, para andar hasta Moyano y rebuscar y comprar
algo. Y es que el libro de antiguo es asequible a todos. Y bajo el sol que
castiga y sombras que se aprecian caminamos de vuelta al coche. Tiempo de
domingo, de mañana, mucho o poco. De sobra para andar y desandar ese Madrid que
vive hoy asomado a urnas y a televisiones o que se despereza tras un sábado de
noche. Madrid que tiene para todos, siempre hay algo, espacios para el disfrute
o para la simple observación. Dentro de unas horas los resultados. No todos
ganarán. Es mentira. Desear honradez, humildad, buena fe, además de trabajo, no
parece excesivo. Debería ser lo normal en una persona o colectivo destinado a
llevar a buen término una legislatura. Desear que la anormalidad se minimice, tampoco.
domingo, 26 de junio de 2016
sábado, 25 de junio de 2016
tim lane
Viaje
a la deriva por el sueño americano. Es el subtítulo.
Dice
Wendel Berry en “Travelling at home” que “volver antes de que anochezca es el
arte de viajar”.
Los
personajes de Lane viajan. Pero no suelen volver porque es un viaje hacia
adelante. En tren o en coches, o caminando. El hogar no parece existir en
ningún caso. Tras guerras o tras malos tiempos. Gente desarraigada que parece
escapar continuamente. Historias por capítulos, varias de ellas. Magnífica la
principal, Piano beligerante, que se me antoja inacabada. La amnesia tras la
guerra y la intriga. Excepcional el dibujo.
poemario
Antología
de título hermoso. Poemario de naturaleza, de aguas, de ríos de Castilla, de
árboles y cielos. También de amor, también de los otros cielos. Y sobre el
tiempo que transcurre.
“Quiero
la sed; sin sed no me comprendo.”
Otro
ejemplo:
Por
estas lomas sed de mas silencio.
Tan
sólo este paisaje me convida,
Con
qué serenidad, a mi deseo:
A
soledad.
El
páramo y su sed, mi sed y el cielo.
memorias de antaño
Periodista
y alcalde. Dos años antes de su muerte se publica este libro. Muy atrás se
remonta el autor. Hasta su fundación. Historia e historias de una ciudad que
crece poco a poco, que se reforma, que pasa guerras, de ocupación y civiles y
que en los albores del siglo XX sigue dibujando trazos de la conocida después.
Interesantes
reflexiones, como el siguiente, “alcanzamos con el año 1865 la época mas
próspera, los días mas felices que han lucido para la generación a la que
pertenezco y no tengo noticia que anterior a ella el país Vascongado, ni la
Ciudad de Vitoria en particular, gozarán de paz mas profunda, de prosperidad y
bienestar mas cumplidos…” “….El país Eúskaro en fin, goza de la autonomía
compatible con la unidad nacional, sin necesidad de esa uniformidad niveladora que
todo lo esteriliza y ahoga. No es un fantástico sueño, es la realidad la que
historiamos.”
Que
contrastan con lo que viene a continuación, la segunda guerra carlista y la
abolición de los Fueros, el 21 de julio de 1876, que se resume en estos dos
artículos:
Art. 2º: “Por virtud de
lo dispuesto en el artículo anterior, las tres provincias referidas quedarán
obligadas, desde la publicación de esta ley, a presentar en los casos de
quintas o reemplazos ordinarios y extraordinarios del ejército, el cupo de hombres
que les corresponda, con arreglo a las leyes”.Art. 3º: “Quedan igualmente obligadas desde la publicación de esta ley, las provincias de Vizcaya, Guipuzcoa y Alava a pagar, en la proporción que les corresponda y con destino a los fondos públicos, las contribuciones, rentas, e impuestos, ordinarios y extraordinarios que consignen los presupuestos generales del Estado”.
Memorias
del Vitoria de antaño. Ladislao de Velasco y Fernández de la Cuesta. 1889
loeches y nuevo baztan
Los ciclistas se
juegan la vida literalmente cada fin de semana en las carreteras. Vías
estrechas y muchas de ellas sin arcén acogen a esforzados que en algunos casos
parecen olvidar la fragilidad del vehículo y fiarlo todo a un azar que en forma
de probabilidades reparte de todo menos fortunas. Los tramos que llevan a
Loeches y alrededores son una buena muestra. Es Loeches un lugar que reposa a
primera hora del domingo. Los feligreses acuden a misa a primera hora, las
diez, a la Iglesia del Monasterio de la Inmaculada Concepción, o Convento
Grande. Regentado por Dominicas y fundado por el Conde Duque de Olivares en
1640. Acaba la misa y entramos. La señora encargada nos abre las puertas del
panteón de la familia de Alba. Los antiguos Duques de Alba y familia descansan
en lo que parece otro Escorial. Sepulcros negros. La señora se lanza a hablar,
a ráfagas. Dice que parte de los restos de la última Duquesa están ahí, en la
urna más alta, sin nombre. El Conde Duque y esposa reposan en la pared. Un
bello sepulcro blanco ilumina la escena. Se trata de la sepultura de Francisca
de Montijo, hermana de la emperatriz Eugenia. El dinero no da la felicidad, nos
dice. Desgraciada vida, nos cuenta, de la que fue obligada a casarse con un
Duque de Alba no estando enamorada y que murió a la temprana edad de 35 años.
Uno de sus nietos murió en Paracuellos durante la contienda civil. Nos sigue
contando para decirnos que este es un convento fundado en venganza por el Conde
Duque ya que una noche, huyendo de la justicia, éste intento ser acogido en el
convento pequeño, a escasos metros, el de las Carmelitas Descalzas. Rechazado,
juró hacerles sombra y a fe que lo consiguió, por lo menos en tamaño. Más
historias como la del oro de España que estuvo aquí 24 horas y de la que ella
no ha podido encontrar ni siquiera unas migajas. Admiramos la pintura del
altar, moderna, siglo XX. Lo demás lo destruyó la guerra. Nuevos visitantes que
quieren pasar. Nuestra visita acaba. Rumbo a Nuevo Baztán. Es Juan de Goyeneche
(1656-1735) quién crea todo de la nada. Hoy se rehabilita a pasos agigantados
cuando hay dinero y se para cuando no lo hay. Dos horas de visita con
audiovisual de entrada, en la antigua bodega de palacio, rodeados de tinajas de
Colmenar de Oreja. Muy interesante. Navarro del Baztán, a los 15 años deja su
pueblo para estudiar en los jesuitas de Madrid. De ahí medra y se relaciona con
la Corona, primero con el último austria, apostando después por el primer
borbón. Siempre en temas de dinero y tesorería. De hecho su suministro de paños
para el ejército borbón en la guerra de sucesión valdrá su precio en oro en
forma de exenciones fiscales y prebendas para el monopolio en la fabricación de
artículos de lujo. Empresario seguidor del colbertismo, o partidario de evitar
tanta importación y producir localmente, que crea fábricas de alcohol, cera,
jabón, vidrio, sombreros, zapatos,…Decían de él que “todo entiende y a todo
atiende”. José de Churriguera traza el pueblo y proyecta sobre papel el
conjunto de fábricas, viviendas, palacio e Iglesia. Así se construye el primer
pueblo industrial de nueva planta. Se trae a los mejores artesanos y a mano de
obra barata. Incluidos los agotes, grupo social minoritario y marginado del
Baztán. La iglesia es pequeña y fría y la preside San Francisco Javier. De
hecho, hay Javierada cada año en este pueblo. Churriguera es el autor del
retablo también, en mármol. Hay cripta con tinajas e historias de cárcel en
palacio, con presos que construyeron el tren de Negrín o de los cuarenta días.
Paseamos por las cuadriculadas calles y vemos el olmo de trescientos años de
tronco inabarcable que se libró de las enfermedades del pasado. La plaza de
fiestas albergó muchas en el pasado. Cuadrada y hermosa, con balcones al
servicio de realeza y nobleza. Toros y más. Al otro lado de la verja, Podemos
sigue con sus mítines. Dentro del Palacio un patio. Arriba, lo que en su día
serían habitaciones, esperan hoy más dinero para ser rehabilitadas o un
inversor que quiera transformar todo el recinto en otra cosa. Nos enteramos que
la casa de Juan de Goyeneche en Madrid era la actual Academia de San Fernando.
El dinero llamaba al dinero. Siempre lo hizo. Unidos Podemos sigue hablando.
Hablan de justicia y dignidad, y trabajo. El tiempo hablará, nunca calla.
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