Historias que nos llegan al principio, que luego se descolocan un
poco, que se quedan inacabadas. Historias que merecían seguir o tener mas
partes. Finales abiertos por todas las esquinas en relato en primera persona de
mundos pretéritos tras revoluciones o desastres. Donde todo cambia o al menos
lo parece, donde la mujer pasa a otro plano, donde lo anterior, o pasado, se
esconde, pero donde nada impide que los sentimientos afloren. Dice una de las
protagonistas que los hombres “miran mucho al cielo”. Síntoma de alejamiento de
una realidad que sólo las mujeres parecen entender.
El cuento de la criada. Margaret Atwood. 1985
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