
Que la cordura y la locura comparten una fina línea es un hecho. La vida
nos lo pone delante cada día. Que comparten letras también. Estas son rojas,
sobre fondo inmaculado, sacadas de contexto. Letras que no dicen nada salvo a
la imaginación de cada cual. Y sobre ellas se pueden construir bellos textos, o
terribles, historias o cuentos. Se puede edificar o destruir, a voluntad. Ahí quedan
para hacerlas dulces o crueles. De color rojo o carmesí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario