sábado, 21 de febrero de 2015

desasosiego



Causa desasosiego, a veces. Ya lo dice el título. Comprado en el día del libro del 2014. Segunda mano. Voy y vuelvo. A veces paso de puntillas, escuchando sólo en la superficie, sin verdadero entendimiento.
Es demoledor con la vida, este diario de alguien que solo quiere soñar.
La declaración de intenciones nada mas empezar es gloriosa. Brillante el texto. Ya se declara a distancia de todo. Luego  se incidirá constantemente, sobre la renuncia y sobre la contemplación. El desapego como forma de vida, vivir lejos. Esperar hasta que llegue la diligencia. Disidente de la vida. Mas declaraciones de timidez e incompetencia para la vida.
El personaje que expone Pessoa camina las calles portuguesas y escribe en soledad. Plagado de brillantes entradas, cortas las mas. Pequeños textos que insisten como volando en círculos sobre las consecuencia que dejó una orfandad, la del niño condenado a la “indiferencia sentimental”. La añoranza total de lo que no se tuvo.
Es un relato o diario de vida, la cronología, olvidada, es lo de menos.
Mas intenciones de principio, “Si en ellas nada digo, es porque nada tengo que decir”.
Como telón, soledad de fondo, el tedio de estar vivo.
Una forma de entender la vida, “No ser más, no querer más, no tener más”.
El libro nació en 1913 y nunca se terminó. Para tanto da la vida que hay hasta espacio para algo llamado pena, o ternura. De imprescindible lectura.

“Hay en los ojos humanos una cosa terrible: el grito clandestino de que hay alma”

Libro del desasosiego. Fernando Pessoa. (1913-1935)

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