sorolla

Es uno de esos sábados de Madrid en Julio, plomizos no por el cielo sino por el repetitivo sol que no da tregua. Dentro del museo se estará bien, es la suposición. Y es cierto, aire fresco tras las puertas de la antigua casa del pintor Sorolla. Hoy centro de visitantes, inaugurado un once de junio del 32, con la presencia de Manuel Azaña y otras autoridades, hay están en la foto que se puede ver en una de las vitrinas. Hay gente para la fecha, parecen turistas, no de Madrid. Primer salón grandioso, el mejor. Elijo el cuadro del día, Trata de blancas, obra de 1894, dicen que con la prostitución como tema de fondo. Realismo social de la época. Lienzo de gran tamaño y de gran impacto, mujeres dormitando, esperando. Mas salas y más cuadros, tiene algo de inacabado Sorolla. Parecen sus obras a medio terminar, hay veces que las caras se difuminan, como si se hubieran acabado a toda prisa; quizás sea intencionado. Vuelve a sorprenderme el color de las pieles al sol en sus escenas playeras. Acentuado en el contraste marino. Muchos cuadros familiares, excelsos, mujer e hijos retratados y colgados en las paredes que entonces daban pie a vida familiar y social, hoy ruta itinerante de admiradores. Afuera patio y agua, fotos para el recuerdo y recuerdo del frío.