domingo, 4 de agosto de 2013

sin nombre



Inquietante y absorbente. Hermoso a veces. Lo acabo con la emoción de un epílogo que vuelve al estado donde todo era posible. Para reflexionar sobre el origen del mal y sobre muchas otras cosas. Gran novela, contada y vivida desde las camas de un hospital, allá donde todos nos igualamos y donde todo se mide de distinta forma. Para leer en pequeños sorbos, a veces el alma no soporta grandes dosis de amargura. Luces y sombras que se agotan, ambas, y que dejan paso a un examen de conciencia, o más que eso, a un vertido de conciencia sin remordimiento. Muy recomendable.

Hombre sin nombre. Suso de Toro. 2006

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