Inquietante
y absorbente. Hermoso a veces. Lo acabo con la emoción de un epílogo que vuelve
al estado donde todo era posible. Para reflexionar sobre el origen del mal y
sobre muchas otras cosas. Gran novela, contada y vivida desde las camas de un
hospital, allá donde todos nos igualamos y donde todo se mide de distinta
forma. Para leer en pequeños sorbos, a veces el alma no soporta grandes dosis
de amargura. Luces y sombras que se agotan, ambas, y que dejan paso a un examen
de conciencia, o más que eso, a un vertido de conciencia sin remordimiento. Muy
recomendable.
Hombre
sin nombre. Suso de Toro. 2006
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