sábado, 19 de enero de 2013

missing

El libro se desliza por los mecanismos de la huída. Uno se va y se olvida, y rompe lazos, y “aunque uno no se haya ido, es como si no hubiera estado del todo”. Y eso es inherente a la vida. Nadie elije familia para nacer, llega y ya está y después viene lo bueno o lo malo, como el perderse deliberadamente o no, y el que nadie quiera encontrarte, quizás. Perderse para encontrarse. Contradicciones, y es que el amor paternal o filial no es inquebrantable, no lo es todo, a veces ata, destruye, desasosiega y es mejor escapar. “Le sorprende que alguien de la familia sea tan buena para abrazar y querer”, eso siente el autor. Y es que el abrazo o el querer no se enseñan, o no se practican lo suficiente. Veo la foto de Carlos Fuguet, el protagonista del libro, sobre el que escribe su sobrino. La encuentro en google, ahí están los dos, mirando a la cámara, encontrados. Fue el autor el único que se preocupó por buscarle y encontró lo que quería, a él. Y descubrió que somos un mundo. Y vio a su tío intentando descubrirse, toda una vida, intentando establecer algo con alguien, vínculos, afectos. Y su tío descubre a alguien, “que no pedía nada excepto cariño de vuelta”, (impagables esas líneas). Y es tiempo de acabar, y de regocijarse en la lectura pasada. Libro para el recuerdo, para detrás del cristal, para volver a él algún día.


Missing (una investigación). Alberto Fuguet. 2009

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