jueves, 23 de agosto de 2012

ponerle cara a lo desconocido


Siempre se representó a Cristo bello, de acuerdo a los cánones de cada época. La fealdad o la vulgaridad no interesan nunca para propagar mensajes o para publicitar ideas. Y aunque la belleza exterior no es sinónimo de virtudes internas, dado que el alma sigue su curso aparte, nos pasamos la vida esclavos de las imágenes y viendo fachadas, en todos los órdenes. Y la cara de Cristo será la más pintada de la historia, aunque nadie le haya visto, y las interpretaciones son múltiples, con caracteres comunes. Y ahora una señora de buena voluntad quiere restaurar un fresco en una Iglesia y la lía, total por pintar con los ojos que Dios le ha dado, y con su entendimiento y con sus manos, y las bromas se hacen infinitas, y alguien pregunta si tiene arreglo y yo digo que lo dejaría como está, ejemplo de lo que se llamaría mirar con otros ojos la cara que nadie conoce.

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