jueves, 23 de agosto de 2012

cincuenta sombras


Que el libro “Cincuenta sombras de Grey” sea el libro más vendido en España y en medio mundo en los últimos meses y que sea la novela británica más vendida de la historia tiene su miga.  El erotismo desborda las páginas y el sexo explícito se busca a cada vuelta de hoja. Algo nos iguala, más allá de razas, idiomas, diferencias culturales, gastronómicas, algo nos une, más allá de toda división,  somos más iguales que lo que parece, para horror de algunos y para regocijo de otros, y nos une la pasión, el deseo, el amor, el sexo, esas constantes que son para unos centro y guía de la existencia, y para otros simple pasatiempo. En fin, millones de personas unidas por las letras, las tapas, por los gemidos y la posesión, por el juego y el placer, buscando paralelismos con su propia historia, o encontrando tales disparidades que las rectas divergen hacia el infinito. Quizás el libro(s) sirva para invertir la tendencia, para explorar a su pareja, para sentir el deseo allá donde se ha extraviado, allá donde está escondido, o para explotarlo allá donde está presente y constante; todo un descubrimiento ese de saber que nuestras mentes están tan cercanas y tan ávidas de pasión, aunque quizás ya lo intuíamos.

Esa otra cosa que se llama amor nada tiene que ver con nuestros besos (Juan Bernier)

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