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La catedral de Santa Eduvigis quedó destruida en 1943 por los bombardeos aliados. Para entonces ya no ejercía su cargo de deán el sacerdote Bernhard Lichtenberg. Crítico siempre con los nazis, reza públicamente por los judíos desde su púlpito tras la noche de los cristales rotos  (9-noviembre-1938). Enfrentado al régimen es detenido en octubre de 1941 y camino del campo de concentración de Dachau muere a finales de 1943. Sus restos están enterrados en una de las ocho capillas de la cripta de la catedral. Sólo un ejemplo de la crítica y de la lucha desde dentro de la sociedad alemana contra la barbarie.