el fútbol en clave de oración

La estadística no suele engañar, el número o porcentaje de anormales debe de ser similar en cada pueblo o ciudad de España. No creo que Daganzo sea la excepción. Cuando a un tonto le das un megáfono en un campo de fútbol se convierte en un anormal, y cuando a un tarado le das una piedra, te la tira y te rompe una luna del autobús. Pero no se engañen, la culpa de que el fútbol acoja lo mejor de cada casa la tenemos todos, y sobre todo los grandes, los que no dan ejemplo y esperan al árbitro en la puerta de salida o se quejan de todo o justifican todo por un maldito partido de fútbol. Hay en Daganzo una pintada, al lado del terreno de juego, que dice algo así como: “No me extraña que Dios tardara sólo seis días en crear el mundo, vaya puta mierda que hizo”. Sin duda lo escribió un desesperado. No llego a tanto, todo lo contrario, la vida es lo mejor que tenemos, mejor dicho, lo único, siempre y cuando hayamos tenido la suerte de nacer en área civilizada. Dios está presente en el fútbol, muchos lo invocan, el capellán del Sporting de Gijón dice que todos rezan antes de salir al campo, incluido el musulmán; abundan los gestos, de los mismos que luego harán barbaridades o las dirán. En fin, hasta el Atlético de Madrid se va a Roma y son recibidos en audiencia por el Papa. Como desciendan se tendrán que replantear la fe. En fin, me siguen faltando, en este mundillo de la pelotita, actos o hechos que manden sobre las palabras, rezos y gestos vacuos, pero algunos no se dan cuenta ni se darán nunca. Ah, y la vida es maravillosa, nuestra y única, sólo hace falta alejarse de los anormales, lo más posible, y ayudar a los desesperados.