sábado, 15 de octubre de 2011

objetivo

Quieren abarcar tanto que no abarcan nada. Cuando se empieza una tarea hay que tener un objetivo, y para ellos el objetivo es total, se quiere cambiar todo a la vez y ya, es decir, tan difuso como inútil. La jornada de indignación global del 15 de octubre busca el cambio global. La indignación se globaliza y la globalizan. Algún medio de comunicación compara las revoluciones árabes con las indignaciones del mundo occidental y mezcla imágenes de países africanos. Como si todos fuéramos iguales por un día, falso, porque a continuación dicen que se ha operado en nuestro país a un niño con cardiopatía dentro del útero materno, para que sepamos que somos diferentes. Y a continuación dicen que en Palestina van a derribar unas placas de energía solar que suministran luz a unos cuantos pobres que eligieron ser palestinos. Y así mil, y dice mi hijo que el hombre se hace, no nace. Y yo digo que depende, que en Somalia, el 15 de octubre de 2011, se nace y se muere, no da tiempo a hacerse. Su indignación, la de los somalíes, que no existe, si existiera, no se parecería a la nuestra. Y que mueran diez mil al día por malnutrición a nivel mundial ya no es noticia. Y yo propongo algo que dijo alguien hace ya muchos años, que la revolución empieza por uno mismo, y cuando se tenga claro que el corazón propio ha cambiado, que ha dejado de verdad la miseria del egoísmo y tantas otras cosas, que entonces busque un objetivo, no todos a la vez, que lo siga y lo persiga, que esas pequeñas cosas diarias, hechas casi a escondidas, sin publicidad y con alma, son las que de verdad cambian el mundo.

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