domingo, 29 de mayo de 2011

luz

De retales vive el hombre, buscando o esperando esos fogonazos, de vida, de felicidad, de rayos de luz que se cuelan por las rendijas de la existencia, y de gotas de agua que calman la sed de los días. Dicen que la felicidad hay que saborearla, tan escasa como es. Anoche, el fútbol volvió a hacer felices a unos e infelices a otros. Es temporal, gusta y duele, según el marcador, es solo un instante, como el del amor pasional que se vierte en un amanecer de besos y caricias. Breve e intenso. Dice el entrenador del Manchester, Sir Alex Ferguson que nunca vio en su carrera como técnico un equipo como el Barcelona, ese que hace disfrutar a tantos. No lo dice un joven, tiene 69 años, los mayores todavía pueden pensar, y tienen voz, solo quieren ser escuchados. Me pregunto cómo será la felicidad a esa edad, y no quiero responderme. Seguiré escribiendo, buscando retales de luz, eso también produce felicidad. Se lo oí a alguien hace poco, no me acuerdo a quién, pero lo suscribo, “escribo porque no me queda otro remedio”, y añado, en busca de la luz.

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