sábado, 18 de diciembre de 2010

ave ave

Sábado por la tarde, el AVE ya rueda hacia Valencia. España bate todos los records de comunicación por raíles. Orgullosos, los reyes, príncipes y autoridades viajan e inauguran estaciones y vías. En un pueblo de la sierra madrileña, el fútbol base asiste a uno de tantos espectáculos poco edificantes. Una mezcla de espíritu de la caverna y pijos genera desahogos gratuitos, llenos de insultos y provocaciones. La educación a la palestra, la mala. Y ya no es cuestión de suspensos, no, el fracaso escolar no se mide en la media de no aprobados, no, se mide en respeto, saber estar, tolerancia, igualdad y no sé cuantas cosas más. La tolerancia se acaba con el color de la camiseta de los míos. Espíritu primario, la prehistoria debía ser horrorosa, qué suerte hemos tenido de nacer hoy y ahora, a pesar de todo, aunque haya que aguantar que nuestra educación de segunda vaya sobre ruedas de primera. Esto ya lo he dicho alguna vez, pero hay que repetirlo, y alzar la voz, y gritar a los cuatro vientos, aunque el desierto ahogue nuestra voz, porque no se enteran de que siguen equivocados en su asignación de prioridades.

No hay comentarios: