domingo, 23 de mayo de 2010

el amor y el inter

Enamorarse del Inter, he ahí el dilema. Es complicado. El amor es recuerdo, maravillosas memorias, rescoldos de llamas vivas o menos. El Internazionale de Milán no ayuda mucho. El amor es presente, minuto y segundo actual, vivencia constante, que no acabe. El Inter sigue sin ayudar. Y sobre todo, el amor es proyección a futuro, deseo de permanencia, de fuente inagotable, de infinita compañía y sentir. Y el Inter sigue sin prometer. Ayer, el equipo italiano ganó la Champions, con un 30% de posesión de balón y dos tiros a la portería rival. Por cierto, dos goles. Es difícil que rompan corazones fuera de sus fronteras, aunque ningún italiano sea titular en un equipo tan previsible como olvidadizo, todo lo contrario del amor.

No hay comentarios: