silencios

Vicente Ferrer se debate estos días entre la tierra y la muerte. Una muerte que parece no temer, porque como ha afirmado en alguna ocasión, está convencido de que el más allá va a ser más maravilloso que lo que aquí ha vivido. Tenemos la costumbre de que la mayoría de los homenajes se hagan cuando el destinatario ha fallecido. Desde aquí, mi pequeño homenaje en vida a este señor que ha entregado la suya a los demás y al que tuve el gusto de ver en directo en Mayo de 2001 durante una de sus visitas a España. Alberto Oliveras escribió una biografía sobre él y la tituló “la revolución silenciosa”. Me gusta el adjetivo para la revolución, me incita a callar, mejor no hablar cuando otros lo hacen con silencios. Para muestra, un botón:
“¿Qué necesidad tengo de buscar la verdad, si cualquier acción a favor de los demás contiene toda la filosofía, todas las religiones, el universo entero y al mismo Dios?”