jueves, 2 de noviembre de 2023

benidorm

El paraíso de la tercera edad o el paraíso para la tercera edad, eso puede decirse de Benidorm que en este domingo de Octubre nos sorprende con sus paseos llenos de personas. Personas en su mayoría pertenecientes a ese periodo de la vida donde ya no se madruga y se canta sin vergüenza en una u otra playa. En Levante es el Coro Plural, allá, enfrente de la isla que no se movió, forman un corro y entonan las canciones de su vida. Emocionante y bonito, como lo es encontrarse los Ranchos y sus memorias. Cambió en esta ciudad la altura, pasó de ser grande a enorme, paseamos las dos playas, ida y vuelta, las palmeras se agrupan de pocas en pocas y el skyline desde el final de Poniente es puro espectáculo. Grandioso el mar y su uniforme horizonte, hay sol, hay viento, nubes, gotas y volvemos a empezar, el mar se mueve. Y seguimos andando hasta comer un arroz meloso que se torna verde por las espinacas acompañadas de garbanzos y de un lomo de bacalao, delicioso. Los mayores andan o descansan, algunos motorizados, la orilla del mar juega con nuestros pies, ahí jugué yo con ella. Los ingleses en sus pubs, fútbol o rugby, pantallas grandes y cervezas en abundancia. Abandonamos esa ciudad donde la soledad se puede combatir viendo la vida pasar en un banco del paseo y donde puedes cantar y bailar de esa forma que se acomoda a tus años.

El atardecer nos alcanzará en Alicante con vientos que agitan lo que se puede mover. Y nos dijeron de un helado de turrón que trae deliciosas sorpresas, y nos sentamos para ver el cante, la guitarra y el baile de un espectáculo flamenco que hace temblar el tablao.

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