Me deja perplejo el ver a miles de jóvenes que vienen a reunirse con el Papa en Lisboa, y es que me queda lejana la fe.
Mientras tanto en Suecia queman ejemplares del Corán y las comunidades musulmanes protestan.
En el Mundial femenino una jugadora de fútbol marroquí lleva todo su cuerpo tapado, camiseta de manga larga, pantalón largo y pelo tapado. Sólo la cara libre para ver el balón.
La religión sigue viva ante tanto descreimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario