Y todo se deja vencer y caer. Y nada que ayude y nada que palie. Y yo no espero mientras pasan campos que bandas de pájaros sobrevuelan, raudos porque su día se va. Y el mío que entra en la noche donde llegan unas notas con una voz, densa, casi grito a veces, que insiste en juntar palabras mecidas por melodía, las que no llegan a los pájaros ya acurrucados que esperan que les venza su sueño, las que yo repito sin mover los labios mientras sigo avanzando.
Más Lisboa y alrededores
-
LUGARES QUE HEMOS DESCUBIERTO
*QUÉ COMER*
Lisboa está llena de lugares donde tomar un café y degustar uno de sus
dulces, por ejemplo en *A Padaria Port...
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario