Y todo se deja vencer y caer. Y nada que ayude y nada que palie. Y yo no espero mientras pasan campos que bandas de pájaros sobrevuelan, raudos porque su día se va. Y el mío que entra en la noche donde llegan unas notas con una voz, densa, casi grito a veces, que insiste en juntar palabras mecidas por melodía, las que no llegan a los pájaros ya acurrucados que esperan que les venza su sueño, las que yo repito sin mover los labios mientras sigo avanzando.
Berenjenas rebozadas
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Asar las berenjenas enteras en el horno. Dejar que se enfríen y quitarles
la piel dejando la parte de arriba como en la foto. Hacerles unos cortes y
estend...
Hace 4 semanas
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