jueves, 22 de septiembre de 2022

cantabria.asturias.1

Bajo un sol que juega al escondite me vienen los recuerdos inconexos y olvidados, estamos en Unquera, ultimo pueblo cántabro, a mitad del puente que cruza el río Deva estaremos en Asturias. El río apura sus últimos kilómetros antes de desembocar en la ría de Tina Mayor. Nacido en Fuente Dé, tiene una longitud de 64 km. Y vuelvo a lo que me asalta, a un bar pintado de azul, a unas corbatas, a una carretera que transitamos andando hasta alcanzar Colombres, a unos bocadillos de mortadela o al jardín de unas monjas donde instalamos la tienda hace ya tantos años, en una noche con luces en la ventana. Ese pueblo alberga hoy el Archivo de Indianos y el museo de la emigración en una preciosa casa azul. Yo busco aquel jardín tras la tapia de piedra. Hay tapias, pero nunca sabré lo que hay detrás. Vuelvo a la realidad de Unquera donde se venden más corbatas que en ningún sitio, además de palmeras gigantes y donde está tarde pescan en barca verde, donde no pica nada porque el agua está muy clara, palabra del pescador.

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