jueves, 22 de septiembre de 2022

cantabria.4

El bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal tiene un manto de hojas caídas, alimento para el futuro. Las fotos no reflejan los colores verdaderos ni los rojos que filtra el sol, y nunca serán capaces de mostrar la textura de las capas que forman la corteza mullida, natural, ni podrán mostrar las pendientes que bajamos para buscar nuevos ejemplares, imposibles de abrazar, o para elevar la vista y confundirnos en sus copas verdes, precioso el entorno.


No hay habitantes con testas descomunales en el pueblo, tan sólo paz en la sobremesa, vida escasa, comercios cerrados y truenos que pueden despertar a alguien de la siesta, algunos goterones, es sólo un amago. Saludos repetidos entre vecinos, balcones de madera y banderas oficiales.

Postdata: me equivoqué, el amago creció y fue tormenta importante con millones de goterones. Bienvenida sea el agua.

No hay comentarios: