sábado, 6 de abril de 2019

la rochelle-saintes


El camino a La Rochelle está lleno de pueblos pequeños donde vive gente, verdor. El pueblo es agradable, hay vida, niños de excursión, jóvenes que salen del instituto. En la catedral de San Luis hay una bella Anunciación de Picot, 1828. La entrada del mar en la Rochelle es preciosa. Casas, torres y viento. Se cuela el sol. Ruido de mástiles, gaviotas, se agita todo a la luz del mediodía. Andamos para tener todas las vistas posibles y comemos en banco de plaza. Hay mercadillo de antigüedades y multitud de tiendas incorporadas en las calles peatonales.

De ahí a Saintes donde la casualidad nos hace visitar primero S. Eutrope. No es tanta casualidad, su torre no pasa desapercibida, está ahí. De piedra oscura, nadie a estas horas. Debajo una cripta románica a la que da casi miedo entrar, hay que pulsar para que venga la luz, en penumbra. Ventanas que parecen recibir una luz de otro planeta y capiteles que resisten el paso del tiempo. Paseo corto hasta el anfiteatro romano, o lo que queda de él, espectacular el contraste piedra y verde. La arena se vacía y se llena de niños, según llueva más o menos. Llovizna, chubascos que los hace calarse, da igual, son niños, y niñas que trabajan en grupo para resolver las preguntas de los profesores. Nosotros subimos, bajamos, pisamos esa arena y pensamos en lo que podía ser ver este espacio hace tanto tiempo lleno de espectadores. También hay río, el Caronche, y otro vestigio romano, el arco del triunfo. En la Catedral nos enteramos que el Angelus nació aquí, toque de campanas a mediodía, gracias al rey Luis II que gustaba de la ciudad. Los papas aprobaron esa novedad.

El comercio cierra a las siete pero mucho antes parece que todos desaparecieron. No sé si ayudará la lluvia. Rezan al señor en francés, el sacerdote nos saluda y le gustaría incorporarnos a la oración, el lenguaje no ayuda. Cenamos en Musardiere, tortilla de patatas. Catalán casado con francesa, no le podemos saludar, no está hoy. Calles vacías después, el hotel con aspecto de motel americano se ve en la noche del polígono.

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