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salamanca-3
Seguimos
camino, el Archivo de la guerra civil presenta una breve exposición de
documentos relacionados con la contienda. La cueva de Salamanca es más leyenda
que otra cosa. Torre que alberga chavales que se resguardan de las inclemencias
del tiempo. El huerto de Calixto y Melibea luce poco, desangelado en invierno. En
la fundación Mapfre expone Venancio Blanco parte de su obra religiosa. En el
jardín obras permanentes. Artista que a sus 92 años conserva la ilusión y sigue
creando. Paseamos por los aledaños del Tormes. Dos puentes que cruzamos, uno
con tráfico y el otro de piedra, hermoso. La silueta de la ciudad al fondo, sin
iluminar todavía. El río es ancho y caudaloso. Las riberas se han ganado para
paseantes y deportistas. La noche ya se hizo y las monjas rezan tras las rejas
en la capilla de Nuestra Señora de la Veracruz. Suenan voces jóvenes y
sudamericanas vestidas de blanco con órgano. Cantan armoniosamente. Preside el
pequeño espacio una Inmaculada de Gregorio Fernández. Las esclavas del
santísimo siguen rezando. En la plaza mayor nos recibe la tentación de las
tapas, un establecimiento que combina un mobiliario moderno y buenas raciones. La
ciudad se recoge, mañana es lunes. Ya empezando la semana desayunamos en uno de
esos sitios de barrio donde se desayuna de pie o sentado y donde el cristal da
pie a escenas de niños que van al cole y a infinidad de personas que cruzan,
van y vienen. En los patios menores hay un bonito claustro y en una de sus
puertas se esconde el cielo de Salamanca, obra restaurada de Fernando Gallego,
de 1473, que presenta motivos astrológicos. No pisar el césped, pone,
inmaculado. Llovizna a ratos. Nos queda visitar las Dueñas, monasterio de
dominicas. 32 monjas actualmente, nos dice la hermana que vende dulces en la
portería. La visita merece la pena y mucho. El claustro, de dos alturas, es
pentagonal. Destacan los decorados capiteles del nivel superior. Hay paz y
soledad. Un par de salas en la parte de arriba. El museo del convento con
diversos objetos y una estancia dedicada a la negrita. Monja nacida alrededor
de 1676 en “La mina baja del oro”, que puede corresponder a la actual Ghana. Entregada
a Carlos II como esclava a los diez años, y dada al Marques de Mancera. Una vez
obtenida la libertad decide hacerse monja siendo rechazada hasta que consigue
el ingreso en el convento de la Penitencia de Salamanca en 1704. Allí vivió hasta su muerte en 1748. Destruido el convento por los franceses sus
restos se pasaron a las Dueñas. Está en proceso de beatificación. Es hora de
partir, comemos en el camino, en la venta de la Canaleja, con vistas a las
murallas de Ávila. Lumbre en la chimenea y abundante menú del día. Arrecia el
aire de la sierra que asoma blanquecina.
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